Entrenan en la Antártida misiones tripuladas a la Luna y a Marte

scottoftheantarcticstil_optPor Steven Connor/The Independent vía La Jornada.

Científicos en el Antártico serán entrenados para acoplar una nave Soyuz a la Estación Espacial Internacional, como parte de una serie de simulaciones de vuelo diseñadas para estudiar el impacto físico y sicológico de una futura misión tripulada a la Luna o Marte.

Un equipo de investigadores del Estudio Antártico Británico (BAS, por sus siglas en inglés) tomará parte en pruebas en un simulador de vuelo en la Estación Investigadora Halley, el próximo invierno austral, periodo de cuatro meses de oscuridad total las 24 horas, entre mayo y agosto.

Mediante un acuerdo entre el BAS y la Agencia Espacial Europea, 14 investigadores antárticos tomarán parte en un entrenamiento para realizar el procedimiento de acercamiento y acoplamiento en un simulador Soyuz,para probar cambios en sus habilidades y reacciones durante los meses invernales de oscuridad y aislamiento.

Ambiente análogo

La Antártida es un ambiente análogo al de los vuelos espaciales. Nos permite simular el vuelo espacial sin ir al espacio, comentó Nathalie

La doctora Pattyn, investigadora médica comisionada para supervisar el proyecto en Halley, declaró la doctora Pattyn a The Independent por teléfono satelital: “Se tiene un pequeño grupo de personas aisladas en un lugar remoto, de donde no pueden salir. En invierno no es fácil salir rápidamente de aquí.

Igual que en una nave espacial o una base en la Luna o Marte, dependemos de un sistema técnico para sostener nuestra vida. Si hay una falla total de energía en invierno, tendremos que hacer algo por nosotros mismos, añadió.

La Agencia Espacial Europea también lleva a cabo una serie de experimentos de vuelo espacial en la base antártica francoitaliana en el Domo Concordia, a 3 mil 200 metros sobre el nivel del mar en la meseta antártica, que en términos de oxígeno equivalen a una altitud de 3 mil 800 metros en el ecuador.

Eso permitirá a la agencia espacial evaluar qué presión del aire sería más apropiada en una base espacial, explicó Pattyn.

“También efectuamos otros experimentos haciendo uso del verano austral, con su constante iluminación, y el invierno austral, con su constante oscuridad. Esto nos proporciona un laboratorio natural único para poner a prueba la reacción del organismo a la luz.

Uno de estos estudios apunta a probar la forma en que los ojos de los integrantes del equipo se adaptan a los periodos prolongados de oscuridad. Otro investiga la forma en que la actividad física y la regulación del reloj corporal pueden alterar las pautas de sueño, precisó la doctora Pattyn.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

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