El tesoro olvidado de Córdoba: zona arqueológica de San Francisco Toxpan

Plumas Libres
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Por Miguel Ángel Díaz/

Córdoba, Ver. Desde lo alto de la gran pirámide que mide aproximadamente 15 metros de altura se observa de frente el majestuoso Pico de Orizaba. Las otras dos pirámides que la acompañan en la plaza norte, pareciera que le rindieran culto a esta montaña: están colocadas en forma de arco. Atrás se encuentra el valle montañoso de la Sierra Madre del Sur que al cruzar podrás encontrar al Altiplano Central de México y por el lado izquierdo la ciudad de Córdoba y de lado derecho el bosque.

Sobre una serie de pendientes suaves estas tres pirámides y otras 18 estructuras prehispánicas forman parte de la zona arqueológica de San Francisco Toxpan ubicada al noreste de la ciudad de Córdoba, sitio arqueológico que fue reportado por primera vez en 1917 por Carlos Betancourt y que, actualmente está en resguardo por la Universidad Veracruzana.

Desde aquí se puede observar todo el valle; sin lugar a dudas esa fue la intención de edificar una ciudad en este sitio; un lugar estratégico militarmente, desde el cual los sacerdotes y jefes de esta civilización observaban, hasta perderse en el horizonte, a los mercaderes que llevaban obsidiana extraída del pico de Orizaba al corazón de Mesoamérica.

Antecedentes.

La zona arqueológica de San Francisco Toxpan ( “lugar de los conejos”), fue reportada por primera vez por el inspector de la Dirección de Estudios Arqueológicos y Etnográficos Carlos Betancourt en 1917, pero fue hasta 1997 cuando el arqueólogo, del centro INAH Veracruz, Fernando Miranda Flores, hizo un estudio topográfico y delimitó la zona arqueológica en ocho hectáreas de terreno.

El asentamiento, rodeado de cañadas y ríos y de una exuberante vegetación propia del bosque de niebla, esta compuesto por 21 estructuras arqueológicas en dos conjuntos separados. En la zona norte, está el conjunto de estructuras que observan de frente al pico de Orizaba, están las más altas, con tres pirámides de un poco más de 15 metros de altura y al centro hay una plaza de 90 metros de largo con 70 metros de ancho.

En lo que antes fue la plaza, se construyó un dique durante el siglo XVIII y XIX, ya que estos terrenos formaban parte la ex hacienda San Francisco, que se dedicaba a la siembra de caña de azúcar y a la cría de ganado. Se presume que las piedras utilizadas para el dique formaban parte de una pirámide que ya no existe: era el edificio central de la plaza no tan alto como los otros tres montículos que la rodean.

Apenas se observan algunas líneas entre el pasto del Juego de Pelota y al fondo la ciudad/Plumas Libres
Apenas se observan algunas líneas marcadas del Juego de Pelota y al fondo la ciudad/Plumas Libres

Al sur se encuentra el segundo conjunto formado por 8 estructuras y una pequeña plaza de 50 metros cuadrados y, una cancha de juego de pelota al norte, que mide 75 metros de largo con 40 metros de ancho y corresponde al tipo de cancha cerrada con cabezales, lo que indica que quienes vivieron aquí compartían la visión mesoamericana de la fertilidad y la dualidad del mundo y otorga una idea de lo adelantado de su civilización.

En el 2005 la familia Porres y Manzur donó a la Universidad Veracruzana 15 hectáreas de terreno en los cuales se encuentra la zona arqueológica; posteriormente en el 2006, se construyó la USBI de Córdoba, en un espacio de dos hectáreas, previo a ello, se hicieron estudios de salvamento arqueológico a cargo del Mtro. Omar Melo Martínez, que arrojó lo poco que se sabe de quiénes fueron los habitantes de esta extraordinaria ciudad.

Se logró que en el espacio donde se construyó la USBI, no se dañara ninguna estructura prehispánica comprendida en el polígono de protección de la zona arqueológica.

No se sabe quienes vivieron en la ciudad.

El arqueólogo Omar Melo, del Museo de Antropología de Xalapa sube con dificultad a la pirámide central cubierta de pasto y lodo, el suelo es resbaloso porque ha llovido. Córdoba que junto con los municipios de Yanga y Amatlán de los Reyes es una zona conformada por barrancas y valles con una extraordinaria condición pluvial para la agricultura.

Se presume que durante varios años en este sitio se sembró caña de azúcar y otros cultivos como maíz, frijol o chile.

Un de las pirámides de las más grandes/Plumas Libres
Un de las pirámides de las más grandes/Plumas Libres

En la cima del montículo Omar observa el horizonte y la capas de nieve del pico de Orizaba y señala que de acuerdo con las características ambientales, esta región, es considerada como una de las principales rutas de acceso para el intercambio y comunicación entre el Altiplano Central y la costa Golfo durante la época prehispánica.

Durante las obras de salvamento de la zona para construir la USBI, que consistió en excavaciones de hasta un metro de profundidad, encontraron fragmentos de vasijas de barro, navajillas de obsidiana y otros objetos lo que les permitió determinar que el sitio San Francisco Toxpan haya tenido una ocupación desde el Clásico Temprano-Medio (300-700 d. C) hasta el Postclásico (900-1100 d. C),

Sin embargo reconoce que solo es una aproximación pues aún faltan por hacer diferentes trabajos de excavación y estudios científicos que corroboren la cronología de ocupación del sitio así como determinar qué cultura vivió aquí, su forma de gobierno y estructura social. Pero de acuerdo a su experiencia descarta que hayan sido Totonacas y/o Olmecas o de la cultura de las Remojadas.

Sin embargo de acuerdo a los datos de ocupación no es muy aventurado decir que quienes vivieron aquí pudieron haber tenido un intercambio intenso de obsidiana, productos agrícolas, pieles y plumas de pájaros exóticos con los Teotihuacanos que vivieron en el Periodo Clásico 300-700 d.C o los Toltecas (900- 1168 d.C).

En cuanto a la arquitectura del lugar, las estructuras piramidales fueron construidas por piedras de río colocadas y alineadas con la técnicas que se denomina “a hueso” , es decir sobreponiendo las piedras. Es muy probable que se haya utilizado lodo para sellarlas.

En 1996 el arqueólogo Fernando Miranda, menciona sobre el informe de Carlos Betancourt, que en este sitio fue recuperada una escultura de piedra de aproximadamente 80 centímetros de altura con la figura de una mujer y que se encontraba en el Museo de la ciudad de Córdoba, sin embargo esta única escultura encontrada en San Francisco Toxpan, se encuentra desaparecida actualmente.

Fui al museo de la ciudad de Córdoba, incluso a otros museos y no hay registro de esa escultura”, reconoce Melo también catedrático de la facultad de Antropología de la UV.

Uno de los montículos de tierra de la zona arqueológica quedó atrapado en el parque ubicado a un costado dentro de la ciudad/Plumas Libres
Uno de los montículos de tierra de la zona arqueológica quedó atrapado en el parque ubicado a un costado dentro de la ciudad/Plumas Libres

Proyecto de restauración y conservación.

Desde hace mucho tiempo hay intención de autoridades del ayuntamiento de Córdoba de abrir esta zona arqueológica al público sin embargo el arqueólogo Omar Melo considera que es necesario realizar estudios sistemáticos de investigación arqueológica que develen más información sobre quienes vivieron en este sitio, sin embargo no han iniciado por la crisis a nivel federal en la educación, la cual se refleja evidentemente en la Universidad Veracruzana.

Es de la idea de que las pirámides no se “desnuden” es decir no se les quite la capa vegetal que las cubre para evitar un deterioro mas acelerado y que se conformen comités de vecinos y autoridades correspondientes para salvaguardar el sitio arqueológico del vandalismo y la destrucción del patrimonio, tanto cultural como natural.

Necesitamos concientizar a la población y autoridades de la importancia histórica y riqueza cultural de este sitio arqueológico, único en su tipo en el mundo, que se encuentra prácticamente asentado en una ciudad. Sobre todo para evitar en un futuro alteraciones y destrucción por el crecimiento urbano desordenado que caracteriza a las ciudades veracruzanas”, comenta.

Por lo tanto, la intención para futuras investigaciones arqueológicas es desarrollar un proyecto integral que permita establecer mediante la metodología correspondiente las características formales, sociales y técnicas del grupo humano que se asentó en este espacio, permitiendo con ello que las generaciones actuales y futuras, tanto de universitarios como de público en general, tengan las herramientas para lograr el conocimiento y disfrute de su patrimonio histórico-cultural y natural.

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