Xalapa, Ver. El estado de Veracruz se ve afectado por diversos proyectos que dañan el medio ambiente, así como por todas las reformas del gobierno federal, sobre todo en materia energética y la ley de aguas, expuso el ambientalista Guillermo Rodríguez Curiel.
En ese sentido refirió los proyectos hidroeléctricos, de pozos con fracking, así como la reactivación de la mina Caballo Blanco.
“No quiero ser alarmista pero es realmente complicado el panorama para Veracruz, es muy preocupante, porque son muchos los proyectos que hay y que dañan el medio ambiente y por lo tanto los recursos naturales y salud de los veracruzanos”, dijo.
Y destacó: “y el temor es que con las políticas privatizadoras del gobierno federal, en Veracruz tenemos grandes problemas con el fracking, la ampliación portuaria, las hidroeléctricas, Caballo Blanco”.
Rodríguez Curiel expuso que la empresa de origen canadiense Goldgroup vendió sus acciones a otra empresa más poderosa, para que de ese modo el proyecto vuelva a entrar a proceso buscando obtener los permisos para explotar la mina a cielo abierto en la zona de entre Alto Lucero y Actopan, “como era de esperarse y como habíamos previsto”.
Eso en cuanto a la explotación minera, pero además proyectos hidroeléctricos en el estado de Veracruz van de la mano con la realización de pozos con fractura hidráulica -fracking-, sobre todo en el caso de la cuenca de La Antigua y del Filobobos.
Y es que esto, explicó, tiene que ver con la reforma energética y la ley de aguas, una privatiza los energéticos y otra el agua, aunque elegantemente los gobernantes quieran adornar con el argumento de que se permitirá la inversión privada para obtener mayores ingresos.
A estos temas y proyectos, se suman la ampliación portuaria sobre zona arrecifal en Veracruz, la extracción de roca basáltica en Balzapote, los proyectos residenciales en zonas boscosas, y muchos otros que dañan la ecología en el estado de Veracruz, en un contexto de cambio climático, daño ambiental y deterioro de la biodiversidad.
Al respecto, exhortó a que la sociedad sume fuerzas para oponerse a proyectos ecocidas contemplados para el estado, y que ponen en riesgo la calidad de vida de los veracruzanos.
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