Rescatan a menor de 12 años que era encadenado en el Puerto de Veracruz

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Niño de 12 años era encadenado en Veracruz y tenía que cuidar a sus hermanos Foto: Félix Màrquez Cuartoscuro
Niño de 12 años era encadenado en Veracruz y tenía que cuidar a sus hermanos Foto: Félix Márquez Cuartoscuro

Ciudad de México. (SinEmbargo).– La Policía Naval en Veracruz rescató a un menor de 12 años de edad que era encadenado por sus padres durante gran parte del día. En la misma vivienda se encontraban sus hermanos de seis y tres años respectivamente. Los tres eran abandonados por largos intervalos de tiempo sin agua y alimento.

Vecinos de la colonia Jardines de Santa Fe, al norte de la ciudad del puerto, denunciaron los hechos, por lo que los menores fueron trasladados al Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del estado.

Esta madrugada, el Ministerio Público emitió una orden de protección para los tres menores y fueron alojados en el albergue infantil de la dependencia estatal.

El DIF  interpondrá una denuncia en contra de la madre y el padrastro para fincar responsabilidades por presunta violencia intrafamiliar, omisión de cuidados y lesiones.

Los denunciantes aseguraron que no es la primera vez que dejan encadenado el tobillo del menor y dijeron que así los deja su madre “para evitar que salgan a la calle”. El mayor de los tres hermanos tenía la “responsabilidad” de alimentar a sus hermanos, con la poca comida que les dejaban, acusaron.

Según reportes de la prensa local, otra de las vecinas presentes que se identificó como Aurora Calderón, detalló que el padrastro de los niños, José Romero Hernández, fue detenido hace unos meses por maltratar tanto a su esposa como a los niños, pero salió en libertad tras la multa que pagó su pareja.

“Ya se los han llevado, pero según tenemos entendido que la mamá tiene alguien ahí que la ayuda y siempre le devuelven los niños. De hecho, al padrastro ya lo han encarcelado y la mamá pagó una multa de siete mil pesos para sacarlo”, añadió la vecina.

La madrugada de éste lunes, los vecinos se organizaron nuevamente para movilizar a la Policía para que diera fin al dolor de tobillo que sufría el mayor de los menores, pues empezaba a cambiar de color de piel por la presión que ejercía el candado.

En la habitación en la que eran abandonados había un colchón sin base, sin sabanas limpias, con algunos juguetes y un televisor negro en una mesa de madera.

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