México, DF. ( La Jornada). La escritora y periodista Elena Poniatowska, colaboradora de La Jornada, insistió este sábado en que la salvación de México está en manos de la cultura y la educación.
“Andamos muy mal, y sí creo que ésa es nuestra salvación, más que el petróleo y los partidos políticos, que todos son una mierdita”, destacó durante la séptima Feria de las Culturas Amigas, que se realiza en el Zócalo de la capital del país.
La ganadora del Premio Cervantes 2014 ofreció la conferencia Leonora en el país surrealista, en la cual se refirió a la relación de la artista inglesa Leonora Carrington (1917-2011) con nuestra nación, donde vivió desde 1942.
La charla tuvo lugar en el Pabellón de la ciudad de México, que resultó, por mucho, insuficiente para las decenas y decenas de personas que deseaban ver y escuchar de cerca a la carismática autora.
Poniatowska aclaró que su novela Leonora es “un homenaje y tributo amoroso” de su parte a aquella pintora, escultura y pintora surrelista, el cual escribió a partir de innumerables entrevistas que sostuvo con ella durante varios años, desde 1957.
Lo anterior, no obstante de que Carrington era muy celosa de su aislamiento y detestaba tanto a los periodistas como las entrevistas, según precisó.
Entre otros aspectos, la autora de La noche de Tlatelolco destacó dos temas sobre Leonora Carrington que, a su parecer, han sido poco tocados y se conocen poco. El primero, dijo, su actitud de rechazo contra el nazismo y fascismo desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y su activismo contra Hitler, Mussolini y Franco, que le costó ser tildada de loca y encerrada en un manicomio en Santander, España.
El otro tema conmovedor fue su solidaridad con los judíos: “Se indignó del trato que se daba a hombres y mujeres, niños y ancianos, que fueron encerrados en furgones sin luz ni aire y conducidos a un campo de exterminio. Desde entonces, jamás dejó de mostrar su rechazo a una de las grandes abominaciones de la humanidad: el holocausto”
Historias, recuerdos y anécdotas en torno de la artista inglesa y personas cercanas a ella, como su esposo, el fotógrafo Chiki Weisz, y el artista y mecenas Edward James, se fueron eslabonando a lo largo de 45 minutos en la alegre voz de la escritora.
Una de esas anécdotas en torno de Leonora Carrington fue cuando ésta, en una cena, al hablar de corrupción, mal gobierno, voracidad y el poder del dinero “concluyó que sería bueno que matáramos al pequeño Salinas de Gortari que todos tenemos dentro”, según refirió Poniatowska, quien de buen talante y con la cortesía que le caracteriza, al final, respondió preguntas del público y firmó libros.
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