¿Cómo mantenerse alejado del cáncer?

- en Salud
Mientras más natural coma y haga ejercicio, se aleja del cáncer de seno
Mientras más natural coma y haga ejercicio, se aleja del cáncer de seno

México, D.F.- Elena Dorantes*

Una de las enfermedades que está costando millones de vidas en México es el cáncer. Los últimos estudios revelan que el cáncer de seno y  de colon, son las principales afecciones que están afectando a miles de personas en el país. 

El cáncer de seno está muy relacionado con los niveles de estrógeno en sangre. Cuanto más elevado es el nivel de estrógeno en el organismo de una mujer, mayor es el riesgo de que sufra cáncer de seno. Los alimentos ricos en fibra impiden que los estrógenos eliminados se reabsorban a nivel del intestino, por lo tanto, son un factor de protección para el cáncer de seno.

Para aumentar la cantidad de fibra en tu dieta, asegúrate de incluir tres porciones de verduras frescas (especialmente brócoli, coliflor, col y coles de Bruselas) y dos de fruta diariamente, así como cereales integrales.

El cáncer de colon está relacionado con problemas iniciales de estreñimiento. Cuando menos vaya una persona al baño, mayor es su riesgo de tener cáncer de intestino grueso. Lo normal es que si come 3 veces vaya al baño el mismo número de veces. De no suceder esto y por el contrario, tarda hasta 3 días para ir al baño, está predisponiendo su cuerpo a un cáncer de colon.

Una dieta rica en fibra, tomar de uno a dos litros de agua, realizar ejercicio y depurar su colon a través de purgas o hidroterapias, lo aleja en forma definitiva del cáncer rectal.

¿Pero qué podemos hacer para evitar la aparición de este mal en nuestro cuerpo?.

1) En el último congreso de la Sociedad Europea de Oncología se presentó una investigación que mostró que, en sólo un año, más de 124.000 personas desarrollaron la enfermedad en ese continente por tener kilos de más. Y una de las causas del sobrepeso es el consumo excesivo de grasas. “La obesidad genera desórdenes metabólicos relacionados con hormonas que participan en el desarrollo de varios tipos de cáncer, como el de estómago, esófago y mama”, dice José Lastiri, oncólogo del Hospital Italiano y secretario de la Asociación Argentina de Oncología Clínica. Por eso, una alimentación saludable es clave.

2) Reducir el consumo de azúcar. Los azúcares refinados no están directamente relacionados con el riesgo de cáncer, pero sí con la obesidad. “Además, funcionan como el ‘combustible’ en el proceso de crecimiento de las células tumorales”, sintetiza el ginecólogo y patólogo Horacio Limongelli, coordinador del Programa Educacional sobre el Cáncer, formado por un grupo de médicos que dan charlas sobre prevención a la comunidad. La recomendación es preferir los azúcares naturales (como los de las frutas), limitar las bebidas gaseosas y comer postres o dulces sólo un par de veces por semana, y en porciones pequeñas.

3) No excederse con las carnes rojas. De nuevo, no tiene un riesgo en sí misma, pero si se consume mucha, con grasa y demasiado cocida, no es saludable. Cuando se comen carnes rojas, hay que elegir cortes magros y eliminar la grasa visible. “La dieta de los argentinos tiene mucha carne roja. Hay que incorporar más pescado, que es rico en ácidos grasos omega 3 y 9”, sugiere Limongelli. Marcela Leal, directora de la carrera de Nutrición de la Universidad Maimónides, indica que lo recomendado es consumir tres veces por semana pescado, dos veces por semana y sólo una carne vacuna, en lo posible al horno o hervido.

Una dieta rica en fruta y verdura lo aleja de cualquier tipo de cáncer
Una dieta rica en fruta y verdura lo aleja de cualquier tipo de cáncer

4) El método de cocción. Cuando los alimentos se cocinan a temperaturas altas sobre una llama abierta, como el asado al carbón o a la parrilla, se modifican las moléculas de la carne y se generan así hidrocarburos aromáticos que son cancerogénicos. Lastiri aclara que esto no significa que esté prohibido comerse un asadito: hay que optar por la moderación y evitar sobrecocer las carnes y que se forme esa “costra” crocante que es nociva.

5) Fiambres y ahumados. A estos alimentos procesados, para su elaboración y conservación se les suelen agregar nitritos y nitratos (que son nocivos) y tienen también un “efecto engordativo”. Los ahumados son riesgosos por su método de cocción. “Su consumo debe ser ocasional, en reuniones o situaciones esporádicas”, indica Leal.

6) Alcohol. Según la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO), el alcohol eleva el riesgo de cáncer bucal, de laringue, de esófago, pecho, mama, colón e hígado. Si bien no se sabe exactamente por qué, los científicos creen que se debe a la exposición a químicos que se producen cuando el alcohol se metaboliza en el cuerpo. La ASCO recomienda limitar el consumo a una bebida alcohólica por día para las mujeres, y a dos para los hombres. Las medidas que da como indicación son 355 cm3 de cerveza, 150 cm3 de vino o 45cm3 de licor.

7) Frutas y verduras. “Es la principal estrategia dietética para reducir el riesgo de cáncer”, afirma Leal. María Victoria Cáceres, jefa de Nutrición de la Clínica Olivos, explica que “en el cuerpo tenemos millones de moléculas de oxígeno. A las que se vuelven inestables y peligrosas se las denomina radicales libres, y llegan a atacar sus cromosomas. Cuando esto ocurre, las células pueden empezar a multiplicarse en forma descontrolada y es así como se inicia el cáncer. Las plantas tienen capacidad de producir compuestos moleculares que actúan como escudos para protegerlas de estas moléculas salvajes del oxígeno: son los antioxidantes”. Algunos de los más conocidos son el beta-caroteno (está en la zanahoria) y el licopeno (en el tomate). Además, las plantas contienen fitoquímicos, otras sustancias que son protectoras. Las crucíferas (el brócoli y el coliflor) y las de la familia allium (ajo y cebolla) tienen compuestos que generan distintos beneficios en el organismo con un mismo resultado, reducir el riesgo de cáncer. Todos los especialistas coinciden: hay que incorporarlos a la dieta, cinco porciones por día de frutas y verduras, de distintos colores.

8) Fibras. “Su alto consumo disminuye el riesgo de cáncer colorrectal, porque reduce la cantidad de tiempo que los desechos –que a menudo tienen sustancias cancerígenas– viajan a través del colon”, señala Cáceres. También se observó que los alimentos ricos en fibra reducen los niveles de estrógeno y de testosterona, con efectos protectores de los cánceres de mama y colon. Se pueden incluir en la dieta en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.

9) Lácteos. “No hay que suspenderlos”, dice Lastiri. “Sus nutrientes, como el calcio y la vitamina D, son efectivos contra el cáncer colorrectal”, agrega Leal. Lo que sí se recomienda es que sean descremados, para evitar adicionar grasas a la dieta.

Realizar ejercicio le da una extraordinaria salud.
Realizar ejercicio le da una extraordinaria salud.

10) Suplementos vitamínicos. Lastiri afirma que su aporte no es significativo. El especialista insiste en un consejo que puede ser la síntesis de todas las recomendaciones: “No es necesario convertirse en un vegetariano estricto sino, como en todo, evitar los excesos. Hay que cambiar los hábitos y seguir una dieta balanceada”.

11) Práctica de ejercicio. Es importante que practique algún ejercicio. Puede caminar, correr, nada, saltar, la actividad que le guste siempre y cuando mueva su energía y renueve sus pensamientos por la producción de endorfinas.

12.-Cultive pensamientos positivos. Mantener nuestra mente en actitudes positivas ayuda en demasia a nuestra salud. Pensar en negativo magnificando algún padecimiento y tomar actitudes derrotistas ante todo lo que le sucede contribuye a generar un mal estado de salud. Mientras más alegre y positivo esté, menos problemas de salud tendrá. Pues como dijeron los griegos- mente sana en cuerpo sano-.

*Nutrióloga. 

 

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