Legionario de Cristo en #PanamaPapers

- en Foro libre

Ciudad de México. (Proceso).- Mediante el despacho panameño Mossack Fonseca, Héctor Fernández Rousselon, miembro de los Legionarios de Cristo y exvocero del cardenal Norberto Rivera Carrera en la arquidiócesis primada de México, abrió dos compañías en las Islas Vírgenes Británicas, en mayo de 2011.

Fernández Rousselon creó primero un fideicomiso mediante el cual abrió las compañías Pongo Investments I y Pongo Investments Dos, figurando él mismo como su “único director”, según se desprende de varios correos electrónicos de dicho despacho, que forman parte de los #PanamaPapers.

Los correos forman parte de los 11.5 millones de documentos filtrados al periódico alemán Süddeutsche Zeitung (www.seuddeutsche.de) y compartidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés, www.icij.org) con más de 100 medios en todo el mundo, entre ellos Proceso.

Los correos electrónicos sobre Fernández Rousselon abarcan un periodo que va de mayo a junio de ese año, y revelan las gestiones realizadas por los abogados de Mossack Fonseca para abrirle al exvocero del cardenal Rivera sus dos empresas en ese paraíso fiscal del Caribe.

En un correo del 3 de mayo, Martha Rodríguez, del despacho estadunidense Gotlieb & Associates, de Miami, Florida, le informa a Daniel León, de Mossack Fonseca, que Fernández Rousselon está interesado en abrir ese fideicomiso, cuyos beneficiarios serían su esposa (Milagro Rocío Miranda) y su hijo (Sebastián), mientras que el director de las dos firmas manejadas por el fideicomiso será el mismo Fernández Rousselon.

Daniel León –a través de un correo electrónico enviado ese mismo día– le informa a su compañera Lurys Madrid, también de Mossack Fonseca, sobre este “nuevo cliente”.

Y le detalla: “El Sr. Héctor Fernández Rousselon desea constituir un fideicomiso en Panamá (…) y Mossack Fonseca actuará como agente y oficina registrada del fideicomiso.

“El cliente además desea incorporar dos sociedades de BVI (Islas Vírgenes Británicas, por sus siglas en inglés) que estarán bajo el fideicomiso y que el propio cliente actuará como director de ambas.”

A partir de ahí, éstos y otros gestores de Mossack Fonseca se intercambian correos electrónicos para hablar de los avances en la apertura de las dos empresas: comentan sobre sus trámites y se intercambian la documentación que desde México les envía Fernández Rousselon.

Finalmente, en un correo del 19 de mayo, Daniel León le pide a la encargada de “Corporaciones” del despacho, Karla Moreno, “proceder con la incorporación” de las dos empresas de Fernández Rousselon: “Pongo Investments I” y “Pongo Investments Dos”.

La “actividad” de la primera, dice, será para “mantener los bienes del banco”. Mientras que la segunda, agrega, se encargará de “realizar negocios con compañías estadunidenses”.

Y queda asentado que Héctor Fernández Rousselon figura como el único director de ambas empresas, mientras que su hermano, Carlos Esteban, aparece como su fideicomisario.

En el currículum que envió el propio Fernández Rousselon al despacho panameño, señala que tiene una maestría en economía y negocios en la Universidad Anáhuac –de los Legionarios de Cristo–, además de diplomados y cursos en universidades extranjeras.

Señala que fue el fundador del área de Comunicación Social del arzobispado de México, la cual dirigió siete años: de 1996 a 2002, por lo que durante todo ese periodo trabajó con el cardenal Rivera, cabeza de tal arquidiócesis de 1995 a la fecha.

Y al momento de crear sus dos empresas en las Islas Vírgenes Británicas, Fernández Rousselon fungía como director corporativo del Grupo Juan Beckmann, perteneciente a la poderosa empresa tequilera Casa Cuervo.

Siempre se dijo que los Legionarios de Cristo, mediante Fernández Rousselon, fueron quienes al principio le manejaron la imagen y le montaron un sofisticado aparato de prensa al cardenal Rivera, quien además mantenía mucha cercanía con el sacerdote Marcial Maciel, fundador de esa congregación religiosa.

En una entrevista con el diario La Jornada, publicada el 13 de junio de 2010, el analista Bernardo Barranco aseguró que al cardenal “la legión lo asesoró, le diseñó un aparato de prensa pendiente de la coyuntura, del acontecer nacional y del mundo para así posicionarlo en los más altos niveles de la vida económica y mediática del país”.

Para conocer su versión, Proceso buscó a Fernández Rousselon en el Grupo Juan Beckmann, donde informaron que ya no trabaja ahí. También le telefoneó a su domicilio particular, en Huixquilucan, Estado de México, donde tampoco fue posible contactarlo hasta el cierre de esta edición.

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