Coatzacoalcos, Ver.- En el ramo petroquímico, se trata de la inversión más importante para latinoamerica en los últimos 30 años. Se ejecutó en Veracruz, en las goteras de Nanchital, en el sur del estado, ante empresarios, industriales y autoridades de los tres niveles de gobierno, sin embargo, para esta pleyade política el nombre del gobernador Javier Duarte de Ochoa, simplemente, no existió. Por el contrario si apareció el próximo gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
A Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador electo, triunfador de la jornada electoral pasada, por la alianza PAN-PRD lo mencionaron en varias ocasiones y hasta le regalaron aplausos.
«Queremos dar un saludo y agradecer la presencia al gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares«, dijo el maestro de ceremonia contratado para dirigir la inauguración del complejo Braskem-Idesa, a lo que lo siguió el estruendo de palmas para el primer mandatario de un partido distinto al PRI en 87 años.
En esas palmas y entusiasmo de los asistentes por la presencia de Miguel Yunes, se reflejó la enorme esperanza que le tienen para que saque a Veracruz del pésimo estado en que lo dejan los priístas tras casi 90 años de explotarlo.
La representación del gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, la llevó Flavino Ríos Alvarado, oriundo de Minatitlán; en su discurso agradeció a inversionistas de Brasil y México haber destinado 5 mil millones de pesos para detonar el proyecto en estas tierras.
Flavino mencionó y saludó a el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; al director de Petróleos Mexicanos (PEMEX), José Antonio González Anaya; así como a los directores de Braskem/IDESA, Roberto Bischoff, y de Braskem Brasil, Fernando Musa, y de Grupo IDESA, Patricio Gutiérrez Fernández.
Ríos Alvarado ni si quiera volteó a ver a Yunes Linares – su cara era de molestia total. Se notó que aún sufre por la derrota de su candidato Héctor Yunes Landa y trae el rencor atorado en la garganta-. Pese a que es un político de carrera, Flavino no pudo ser diplomático con el próximo gobernador de Veracruz.
Yunes por el contrario estuvo en la primera fila, desde donde no dejaba de repartir saludos, apretones de manos, y prácticamente ya estaba dando audiencia a los presentes. Ni los Anaya, dueños del diario Notisur, evitaron el encuentro con Yunes Linares, lo abrazaron y felicitaron afectuosamente. ¡Muy bien, hay que sacar a Veracruz adelante!, le dijeron.
Cuando tocó el turno de la palabra a Pedro Joaquín Coldwell Secretario de Energía del gobierno federal, después de saludar a los inversionistas y a Roberto Bischoff, dedicó el saludo afectuoso al gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.
En el mismo tenor, el director de Pemex, veracruzano, de linaje porteño, Pepe Toño Anaya, también dio las gracias a Yunes Linares por su presencia en el acto.
Es decir, los enviados con la venía del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, los funcionarios de más alto nivel en el país, reconocieron en forma lo que una buena parte de los veracruzanos asentó en las urnas el pasado seis de junio; en el fondo, al terminar la inauguración, los invitados estelares departieron durante unos minutos en un área privada, con unos bocadillos y tragos.
En esa pequeña convivencia Yunes Linares se codeó de nuevo con Pedro Joaquín Coldwell y Beatriz Paredes Rangel, embajadora de México en Brasil, quien era la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI cuando Javier Duarte de Ochoa ganó las elecciones en el 2010, precisamente, contra Yunes Linares.
Paredes Rangel, debe recordarse, es ubicada en el plano nacional como la gran salvadora del PRI después de que Mariano Palacios lo dejó en tercera fuerza -como ocurre hoy en Veracruz- junto con Roberto Madrazo como candidato presidencial. Con Paredes en la presidencia del PRI, inicia la resurrección del tricolor, comienzan a ganar gubernativas en el país,muchas de las cuales, ahora, con Manlio Fabio Beltrones, se perdieron.
Así, con su ausencia, Duarte de Ochoa se evitó la pena de ver a la cara a la mujer determinante en sus triunfo en 2010, situación que ahora para Yunes Linares es de gozo, ya que los invitados no dejaban de pedirle fotos, acercarle tarjetas con teléfonos o solicitarle el suyo.
Otra que no se quedó con ganas de la foto junto al gobernador electo, Brenda Manzanilla Rico, alcaldesa de Nanchital, quien lo abrazó y besó efusivamente, colgada de su brazo, posando a las cámaras, olvidó quizá los desaires de Javier Duarte de Ochoa en meses pasados cuando ésta se atrevió a alzar la voz por los nanchitecos para reclamar los recursos pendientes para obras de vital importancia, como la carretera cuatro carriles Nanchital-Coatzacoalcos.
«La verdad, es que no perdemos la esperanza de que con el nuevo gobierno nos vaya mejor«, dijo la edil de Nanchital al ser entrevistada, y reconocer que el de Javier Duarte de Ochoa le tiene atorado varios millones de pesos.
«No descarto que la derrota del partido en las elecciones pasadas, uno de los factores determinantes, haya sido la falta de los recursos para esas obras«, reconoció.
Hasta el alcalde de la ciudad, Joaquín Caballero, tuvo que extender el saludo a Yunes Linares, aunque éste había declarado hace dos días que no lo quiso recibir en cabildo para hablar sobre temas de seguridad en su calidad de gobernador electo. «Estoy a la orden, señor, acá estamos para trabajar en conjunto», dijo el edil porteño al oriundo de Soledad de Doblado, al tiempo que se daban un apretón de manos, luego de que le negó acceso al cabildo para tratar el problema de la inseguridad, porque Javier Duarte no le dió permiso.
La prensa preguntó a Yunes Linares si había «regañado» a Caballero por el primer desaire, «no, para nada, sólo estamos acordando la forma de trabajar en conjunto».
Horas antes de arribar al complejo Braskem-Idesa, Yunes Linares acudió «puebleó» en el mercado Morelos de Coatzacoalcos, en donde desayunó unos tacos de chiles rellenos, y recibió peticiones de docenas de porteños que al reconocerle, se acercaron a saludarlo muy contentos de que hubiese ganado y aprovecharon para recordarle que trabaje duro para regresar la paz y la quietud al sur de Veracruz y que promueva el empleo.
Flavino bueno para nada, que no repele pues es OAXAQUEÑO y está impedido para ser Secretario de Gobierno. Su nombramiento impuesto da asco.