Los jubilados padecen el lastre de un mal gobierno. Jamás se hubieran imaginado retomar aire para salir a las calles a exigir lo que trabajaron por más de 30 años. Los maestros retirados jamás consideraron la remota posibilidad de lo que hoy les ocurre, lo tendrían que padecer. A ocho días de haber concluido el mes de junio, simplemente no les quieren pagar. ¿En dónde está su dinero? Pues ya todos nos imaginamos dónde; seguramente en el pago que el gobierno de Javier Duarte de Ochoa les hizo a los alcaldes. Tapa un hoyo y destapa 40. Jala dinero de donde puede, pero nunca jamás toma un poco de lo que ha desviado a sus cuentas personales; eso es “sagrado” y es el futuro de sus hijos, aunque sea dinero manchado de sangre y mal habido.
Todo está “patas pa’rriba”. Los municipios sin dinero, los empresarios defraudados; la inhibición de inversión de la iniciativa privada, luego de la extorsión por parte de la delincuencia organizada y los grupos criminales; los secuestros, las miles de fosas clandestinas localizadas por los colectivos de búsqueda de familiares de desaparecidos, los asesinatos a activistas sociales, a periodistas, el endeudamiento que el Congreso local ha orquestado junto con el poder ejecutivo; las bursatilizaciones que fueron un boom desde el fidelato hasta el duartismo. Más de 100 mil millones de pesos de saqueo orquestado en contra de la sociedad veracruzana.
Cuatro meses restan para su huida, aunque muchos apuestan que escapará antes de concluir y no le importará ni realizar la entrega-recepción al actual gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares. Con el pretexto de que lo odia, hará uso del sistema: “patitas para que te quiero”, por su temor a conocer el centro penitenciario de Tuxpan a donde mandó a la Gamboa, luego de que esta atropellara al joven José Luis Burela esa noche fatídica.
Enloquecido pero más por el profundo miedo de terminar regresando todo lo que se robó, so pretexto de que responde al odio inmenso que mantiene en contra del gobernador electo, Yunes Linares que derivado de ello, ya no encuentra que inventar para impedir que este gobierne con finanzas saneadas.
Pretende incendiar Veracruz si es posible. Es como aquel despechado que dice: “si no eres mía, no serás de nadie”. El PRI gobernó durante 87 años, y sus excesos de corrupción, sus abusos, su saqueo, orilló que los veracruzanos los sacaran del poder de una vez por todas. Pero Javier Duarte está consciente que su vida política acaba con este premio mayor que La Nauyaca le otorgó. No por ser el mejor y más sobresalientes de sus “alumnos” sino por ser el más tonto de ellos. Su repudio a Veracruz ya es mayúsculo. Odia, porque su inteligencia no le da para analizar que la reacción social es derivada de su mal gobierno.
Su intolerancia, arbitrariedad y repudio hacia el actual gobierno panista -con nombre y apellido- y hacia la propia población que lo saca a él y a su partido político, lo evidencia al ordenar a sus borregos legisladores priístas y diputados satélites que enajenen bienes inmuebles –como si fueran de él-, que regalen a “Fisculín” las aeronaves con las que mandaba a comprar sus tortas al municipio de Córdoba; ordena avalar un paquete de impunidad con el que pretende blindarse y quedar impune del saqueo mayúsculo que tanto él, su familia propia, su familia política -Antonio Macías Yazegey- han orquestado con dinero estatal, federal y con el de los trabajadores –sueldos, prestaciones-. Pero el PRI nacional ordena a los “borreguitos” meter reversa. Dejan sólo al ya lacerante e incómodo ejecutivo estatal.
Pero todos los días se levanta con ánimo de continuar “jodiendo”. Una vacilada tras otra. Ahora pretende burlarse o seguirse burlando de la inteligencia de los ciudadanos. Tuitea sandeces, como si el detrimento fuera una travesura de “chamacos”. El día de ayer para desviar la atención a las manifestaciones de los pensionados del IPE, intentó una fumarola de humo –porque ni a cortina llega- al decir que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) va a realizar recuento de 22 de distritos electorales. Pretende engañar una vez más a la población, pretende hacer creer que va a impugnar las elecciones, cuando sabe perfectamente que Miguel Ángel Yunes Linares le guste o no, es el gobernador electo del estado de Veracruz y que este amenaza con meterlo a la cárcel junto con todos sus saqueadores colaboradores e incautarles todos sus bienes y millonarias cuentas mal habidas, para pagar el enorme bache financiero que dejan al estado de Veracruz.
Léase la entrevista a Jorge Winckler Ortiz en exclusiva a AGN Veracruz
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