Mejores matemáticas para mayor movilidad social/La ciencia desde el Macuiltépetl

- en Opinión

-¿Realmente las matemáticas sirven para algo, Mané?

-Miren ustedes compañeros, según reseña un artículo reciente, el último informe de PISA en profundidad sobre las matemáticas señala la importancia de mejorar su enseñanza como algo fundamental para conseguir mayor movilidad social. Según la OCDE, los individuos que manejan mejor los números, tienen más empleos, mejor pagados y disfrutan de una mejor salud. Ahora mismo, según lo estudiado por los analistas en educación de PISA, la manera en la que se enseña matemáticas está profundizando en la desigualdad educativa por lo que califica los hallazgos de «decepcionantes».  Pero, el vaso medio lleno es  pensar que una buena calidad en la enseñanza de las matemáticas puede hacer mucho por solucionar las desigualdades sociales. «Todos los estudiantes necesitarán las matemáticas en su vida adulta. Reducir las desigualdades en el acceso al mejor contenido de las matemáticas es una herramienta para aumentar la movilidad social», dice el informe.

La receta que aporta la OCDE es dar más apoyo a los profesores para poder atender a clases muy heterogéneas de nivel, aunque separar a los alumnos dependiendo de su capacidad es algo que se desaconseja. Pues por ejemplo, España es de los países donde menos se hace eso y sólo un 5 % de los alumnos estudia en algún centro que haya requerido una prueba de acceso.  En el informe se podría hablar de «paradoja española» porque aquí se da más horas de matemáticas que la media, los alumnos están familiarizados con conceptos aritméticos más que en otros países y dicen entenderlos y disfrutar con ellos.

Sin embargo, las diferencias se acentúan mucho entre estudiantes en cuyas casas se habla sobre la importancia de las matemáticas y a cuyos padres les gustaba que en las que, por el contrario, lo que aprecian es que en sus familiar se les daban mal las matemáticas. Esto es coherente con los hallazgos de Jo Boaler,  una de las mayores expertas mundiales en didáctica de las matemáticas, que desde Stanford se dedica a difundir la importancia de tener la mentalidad adecuada, que pasa por creer que se puede ser bueno con ellas. De ahí que sea tan importante que los padres no pasen a sus hijos la ansiedad que tuvieron ellos con los números. Amazon ha querido ayudar desde hace unos meses en este sentido y ha lanzado la iniciativa de With Math, I can,  en la que profesores, alumnos y familias se comprometen a hacer ver que es cuestión de esfuerzo, actitud  y buena enseñanza el ser bueno en las matemáticas.

El informe hace mucho hincapié en la necesidad de dar las mayores oportunidades a todos los niños por igual de interesarse por las matemáticas y pone de ejemplo la historia de Srinivasa Ramanujan quien, por pura casualidad, tuvo acceso a un libro, Sinopsis de Resultados Elementales en Matemáticas Puras y Aplicadas, que le abrió un apetito voraz por saber más en el sur de la India, a principios del siglo XX. Luego Hardy, en Cambridge, trabajaría con él intensamente para que adquiriera la disciplina de los fundamentos que él había esquivado siendo bastante autodidacta. Dicen los expertos que hay que transmitir a los alumnos que «resolver un problema de matemáticas es un proceso emocionante de descubrimiento y de entrenamiento mental; para muchos alumnos al final de la etapa obligatoria de educación, las matemáticas es un conjunto bien diseñado de procesos que deben ser ensayados hasta que se aprenden».

Según PISA, hay historias posibles como la de Ramanujan, pero los políticos tienen que hacerlas posibles. Que cada vez haya más niños pobres que, gracias a su desempeño en las matemáticas, puedan salir de una economía precaria.

Donde sí que existe una diferencia por encima de la media en el caso español es en lo bien o mal que lo hacen en matemáticas los niños que están familiarizados con conceptos matemáticos y su utilidad. Los que, en su casa, escuchan hablar de matemáticas tienen casi un 25% más de posibilidades de hacerlo mejor que los que no tienen esa suerte en España.  Y los que han escuchado a sus padres que no les gustan las matemáticas tienen un 43% más de posibilidades de sentir que no pueden con la asignatura.

Como experiencias interesantes, acaban por recomendar algunas de colegios concertados en Nueva York o de cómo Polonia, Alemania, Suecia y  Finlandia han reformado el sistema de seguimiento de los colegios para reducir el impacto socio económico de las familias en cómo lo hacen los niños en el colegio. Al final, concluyen, se trata de que el hecho de que un niño pobre lo haga bien en matemáticas no sea algo tan exótico como para hacer una película de Hollywood.

-¿Y qué dice la reforma Educativa sobre esto Mané?

-Sólo Nuño lo sabe.

El lector interesado puede obtener más información en: www.elmundo.es/blogs/elmundo/mejoreducados/2016/08/12/mejores-matematicas-para-mayor-movilidad

Reflexionar para comprender lo que se ve y lo que no se ve.

 

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