Por Miguel Ángel Polanco/ Vía Crítica
Para todo hay gustos y bolsillos, y los premios y reconocimientos al espejo popular llamado «política», no son la excepción.
Y es que nos enteramos con gran sorpresa de que este año, la Asociación Civil «Mejores Gobernantes», ligada al Instituto Mexicano de la evaluación (IMDE); ente cuestionado en nuestro país y América Latina por su dudosa actividad como gestor de beneficios sociales; celebra con la entrega del «Premio Maya 2016» a como uno de los «mejores gobernantes» de México, al diputado local priista, Juan Nicolás Callejas Arroyo.
No, no es broma. Resulta que entre las categorías del IMDE para otorgar esta distinción (gobernadores, senadores, presidentes municipales, diputados, síndicos, regidores, secretarios de despacho y direcciones) Callejas fue «postulado» como una opción merecedora al «Maya» 2016.
Pero ¿por qué es cuestionable que dicha instancia «premie» a la citada persona? Pues ahí le va: de acuerdo con información recabada por varias fuentes del país y el extranjero, los «premios» de esta infame asociación son vendidos, desde los 20 y hasta los 35 mil pesotes y con la facilidad de pagar hasta en dólares.
Por citar un ejemplo, en Puerto Rico el IMDE ofrece por la módica cantidad de tres mil dólares, la misma condecoración que le será otorgada al Profe Callejas, el «Maya». Allá, de hecho, hay hasta denuncias por la farsa que les van a vender.
De la misma manera, en Colombia, Paraguay y Chile, existen denuncias de estos «reconocimientos» apócrifos que pretenden otorgar renombre a quienes los reciben, aunque la mención sea más por la lana que estén dispuestos a dar, pues también están los «Yécatl», «Tonantzin» o los «Tlatoani»; premios con una diferencia de precio hasta los 15 mil pesos y 16 mil 500, si es que la o el «galardonado» asisten personalmente a recogerlo en la ceremonia anual que realiza «Mejores Gobernantes A.C.» para tales efectos.
Como dato curioso, existen registros de funcionarios como Raymundo Martínez Montes; director del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de San Martín Texmelucan, Puebla, quien pagó por tres años consecutivos para que le entregaran el premio «Yécatl».
En este contexto y dentro de los grandes beneficios que brinda «Mejores Gobernantes A.C.», cabe destacar que está el hecho de que, de acuerdo con el esquema fiscal mexicano, los montos que pagan los «premiados» por su estatuilla son recibidos a manera de donación, lo cual les representa una ventaja como contribuyentes pues las deducciones personales, según la más reciente Reforma Hacendaria, se limitan a 95 mil pesos pesos o al 10 por ciento de los ingresos del individuo (o lo que resulte menor) lo cual facilita el escenario para ser, además, posibles evasores de impuestos mediante el otorgamiento de donativos a este ente, con precios sumamente accesibles y por los que además, premian a quien lo hace.
Pero la cosa se pone peor cuando se sabe que el IMDE asegura que sus premios son respaldados por la Universidad Pontificia de Salamanca mediante el Máster de Asesoramiento de Imagen y Consultoría Pontificia; vinculación que la propia institución española desmintió en 2013 y que llegó al grado de que el entonces rector, Ángel Galindo, expulsara al director del programa, Jorge Santiago Barnés, quien habría facilitado el uso del nombre de la Universidad al presidente del IMDE, Galo Limón.
¡Ah verdad! Y es que en serio, de otra forma no se entendería cómo es que el líder de una bancada que solapó sin el menor pudor una serie de reformas que hirieron de muerte a Veracruz, pueda ganar un premio «al mejor gobernante»… incluso cuando existan asociaciones «patito» como «Mejores Gobernantes» que les hacen el favor, con tal de hacer de cuenta que hacen algo y ganarse un dinerito por la vía de los donativos.
SUI GENERIS
Bochornoso también el caso de nosocomios y colonias que han sido «reconocidos» con el nombre de personas ligadas a la red de corrupción de Javier Duarte de Ochoa, como el Hospital General de Villa Allende, denominado «Karime Macías».
Esto ya fue denunciado por el diputado local Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, quien pidió el retiro de estos nombres y no es para menos: la crisis de analfabetismo, educación y pobreza, hace que sea mayormente vulnerable la percepción entre quiénes son personajes célebres y quiénes no.
Y si nos vamos a lo más superficial, es necesario decir que si de por sí el tributo al ego es aberrante, ahora con los antecedentes de corrupción conservar el nombre de estas personas en instalaciones oficiales sería como rendirle pleitesía a un mal gobierno que destrozó a Veracruz.
Y desde luego, esto ya no puede ni tendrá que continuar así. De vaciladas, ya fue suficiente. Hay que rescatar a Veracruz.
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