Una medalla no basta

Una medalla y un diploma no bastan, cierto, pero se está viendo una nueva voluntad política por apoyar a las familias de los desaparecidos
- en Foro libre

Francisco Domínguez Canseco/ El Ejercicio del Criterio

Agradezco los comentarios recibidos. Es cierto Ana María, los retos del nuevo gobierno son muy grandes y se requiere la participación de toda la sociedad, y agrego, para ello se requiere mucha voluntad política de todos, en especial de los gobiernos y el Congreso Estatal.

El sábado 3 de diciembre el Congreso Estatal entregó la Medalla Adolfo Ruiz Cortines 2016 a los Colectivos de Familiares de Personas Desaparecidas en Veracruz, el suceso representa el reconocimiento oficial: en nuestro estado existen personas desaparecidos, verdad negado durante 12 años de gobiernos del PRI. Los grupos y colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, de defensores de Derechos Humanos y Observatorios Ciudadanos, han manifestado en diversos espacios que el gobierno estatal ha ocultado la información y maquillado las estadísticas oficiales.

En los últimos diez años “han desaparecido en la entidad 1800 personas. Y, según cifras oficiales de la Fiscalía General del estado (FGE), el 70% de los desaparecidos en la entidad son jóvenes de entre 17 y 27 años. De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), en este sexenio casi 500 policías fueron vinculados a proceso por presuntos vínculos con la delincuencia organizada. Un tercio de ellos son oficiales involucrados en desapariciones forzadas.” (Noé Zavaleta, Revista Proceso, 29 de noviembre 2016, el subrayado es mío)

Los gobiernos estatales de Fidel Herrara y Javier Duarte, siempre negaron las desapariciones forzadas, las practicadas por agentes del estado (policías), la Comisión Estatal de Derechos Humanos tampoco atendió el problema, al final del sexenio de Javier Duarte se reconoció oficialmente que las policías estaban involucradas. Es el caso de los jóvenes del municipio de Playa Vicente, los familiares de los jóvenes logran documentar el caso y por lo tanto hacer innegable el involucramiento de las policías, ello permitió a la opinión pública estatal, nacional e internacional conocer la dimensión del problema que vivimos en Veracruz y provocó la intervención directa del gobierno federal, quien había permanecido indiferente a la demanda social  de su intervención para erradicar las prácticas de desapariciones de personas.

En los casos de las desapariciones la autoridad encargada de investigar e impartir justicia, la Fiscalía General del Estado, fue indolente y jugó un papel de simulación frente a las peticiones de los familiares de desaparecidos. Criminalizó a las personas desaparecidas, a sus familiares y amigos, la prensa registra afirmaciones relacionadas con la criminalización de las víctimas: “andaban en malos pasos, se relacionaban con malas compañías, es por sus preferencias sexuales, es por consumo de enervantes.”  Su renuncia a cumplir la ley, no proceder o mal actuar, contribuyó que la impunidad aumentara, provocó que cientos de familiares vivan en la dolorosa incertidumbre de no saber nada de sus familiares. El legado que dejan a la sociedad veracruzana es de dolor, miedo e indignación, un daño irreparable.

La distinción que el Congreso Estatal entregó a los Colectivos de Familiares de Personas Desaparecidas en Veracruz, conjuntamente con el gobernador, no basta. Es apenas el reconocimiento oficial de la existencia de un fenómeno social aberrante, se debe pasar a tomar medidas firmes para que no continúen desapareciendo personas.

La creación de una Comisión Estatal de Búsqueda de Personas y una Comisión de la Verdad integrada por familiares de las víctimas de la violencia y de desaparecidos, anunciada por el gobernador, es una medida necesaria, pero no podrá tener éxito sin cambios sustantivos en los organismos de seguridad y de impartición de justicia, es urgente una profunda reforma en la Fiscalía General del Estado y la Secretaria de Seguridad Pública, la impunidad que ha reinado en Veracruz tiene relación directa con esa instituciones públicas.

El grito en las manifestaciones públicas, de los familiares de desaparecidos, vivos se los llevaron vivos los queremos, no se silencia; las velas encendidas en las plazas públicas no se apagan, las fotos de los rostros de los desaparecidos y sus nombres no se borran. Ellas y ellos deben regresar con sus seres queridos. Sus familiares nunca se cansarán de nombrarlos. Usted que opina amable lectora o elector.

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Comentarios

  1. No sé que tanto cambiará la situación con la entrada del nuevo gobernador, pero cualquier cosa es mejor que Duarte. Pero tantos años de corrupción en todas las instituciones del Estado no se resuelven en unos meses

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