La población de oso polar del Ártico podría descender un 30% en 2050 por deshielo

Oso Polar en peligro de extinción por calentamiento global

El oso polar (Ursus maritimus) es una de las especies que está sufriendo ya los efectos del deshielo acelerado del Ártico y, según asegura un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Biology Letters, esta emblemática especie se enfrenta a un futuro muy incierto. Según sostienen en la publicación de la Royal Society, existe un 70% de probabilidades de que la población de estos mamíferos caiga un tercio entre 35 y 41 años, es decir, dentro de tres generaciones y hacia mediados de este siglo.

Según recuerda el estudio, los osos polares necesitan el hielo para poder vivir. En el Ártico, la capa helada está descendiendo a un ritmo acelerado por el cambio climático antropogénico (es decir, causado por el hombre).

El número total de la población de osos polares en la actualidad es de unos 26.000 ejemplares, que dividen en 19 subpoblaciones. Dos de ellas son las que más están sufriendo los efectos de la reducción de la capa de hielo. Además de fallecimientos, tienen dificultades para encontrar comida y sufren estrés, según resalta esta investigación.

El estudio se realizó sobre hembras únicamente porque los machos son polígamos y pueden tener varias relaciones sentimentales. El estudio se realizó con 3374 osos polares de 11 subpoblaciones dispares con sólo una relación para concretar más los resultados. Ese número de ejemplares fue analizado en diferentes estaciones del año y en distintas circunstancias teniendo en cuenta el número de crías que poseían y el lugar donde habitaban durante esa temporada.

Estos resultados coinciden con los últimos datos conocidos sobre la extensión del hielo marino del Ártico, que registró récords mínimos históricos en noviembre desde que en 1979 comenzaran los registros por satélite, según el Centro Nacional de Datos de Nieve y de Hielo (NSIDC, en sus siglas en inglés), que pertenecen a la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos). 

La superficie helada del Ártico en noviembre es de 9,08 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone 1,95 millones de kilómetros cuadrados por debajo de la media de ese mes entre 1981 y 2010

La disminución fue de unos 50.000 kilómetros cuadrados y tuvo lugar sobretodo en el mar de Barents, una zona del Ártico al norte de Noruega, Finlandia y el oeste de Rusia.

Los científicos del NSIDC argumentaron que esta disminución no tiene precedentes en el registro satelital de noviembre y que las temperaturas normalmente altas, los vientos provenientes del sur y un océano más cálido de lo normal acontecieron ese mínimo histórico.

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