El match point del PRI

Claudia Constantino/ Crónicas Urgentes

Propios y extraños están expectantes del nombramiento del nuevo dirigente estatal del PRI, pues con él se habrá de develar si hay o no futuro para este partido en Veracruz. La decisión, de tan difícil, ha sido la más postergada, al grado de que ya se les está haciendo muy tarde para trazar estrategias que les garanticen victorias importantes en las elecciones municipales por venir.

Al parecer, gracias a la presión ejercida por ese “grupo democratizador” encabezado por Lorena Piñón, Édgar Díaz y Marco del Ángel, quienes pública y notoriamente estuvieron exigiendo que el partido saliera de una vez por todas de su estado catatónico, hasta que por fin Enrique Ochoa Reza prescindió de Amadeo Flores.

Los priistas “más institucionales” esperaron durante semanas a que el partido dejara de atender la agenda nacional y recordara que, en Veracruz, desde la pasada elección tienen un desastre, y en vez de recomponerse rápidamente después de haber sido vencidos en las urnas, se dieron todo el tiempo posible para reaccionar. Ahora, lo que se espera es que, habiéndoselo tomado con tanta calma, las decisiones por venir sean las correctas y no acaben de enterrarse.

La última vez que platiqué con Renato Alarcón, el actual delegado del ISSTE en el estado, y uno de los posibles nombres que se manejan para suceder a Amadeo Flores en la dirigencia estatal del PRI, parecía muy claro en lo que se debe hacer para rescatar a su partido. A pesar de los muy recientes reveses sufridos, aseguraba que recomponer el rumbo implica trabajo desde hoy, aunque los frutos no se cosechen en las próximas contiendas electorales, pero me dijo: “hay que empezar ya, y los verdaderos priistas, los de convicción y principios, serán los únicos dispuestos. Sí es temporada de vacas flacas, pero hay quienes estamos dispuestos a quedarnos para engordarlas de nuevo”.

A la pregunta expresa: “¿sigues creyendo en el PRI?”, respondió: “Desde luego. Cuando llegué al partido estaba totalmente en contra de él, y fueron Campa Cifrián y varios otros, los que me mostraron a un PRI que sólo conocen los iniciados y que nada tiene que ver con los actos de corrupción que cometen algunas personas que ocupan cargos públicos impulsados por sus siglas.”

También le pregunté cuánto tiempo le tomará al PRI recomponerse en Veracruz, y a eso me respondió: “No lo sé, pero soy joven y lo he de ver. Al actual gobernador le tomó muchísimos años y reveses llegar hasta donde está, pero llegó. Así yo, y la generación a la que pertenezco, no tenemos prisa, pero sí tenemos convicción, ganas y principios. No todos los priistas somos iguales y, aunque hoy a todos nos tasan con el mismo rasero, no hay más que seguir trabajando, seguir sirviendo y hacerle ver a nuestros detractores que ser priista no te convierte en un delincuente por antonomasia.  Muchos no lo somos”.

Para Renato Alarcón, en el PRI no sólo queda una estructura que se sostiene; también le queda algo de capital humano y un papel importante en la historia de Veracruz y de México. “Si ahora somos oposición. Seámoslo de la mejor forma, hagamos contrapeso y aportemos desde esta posición. Quienes hoy gobiernan, por sí mismos comenzarán su propio desgaste y encararán a la sociedad. Igual que nosotros hoy. Todos tenemos un papel que cumplir en esta democracia que vivimos en México”, aseguró.

En los próximos días habrá de conocerse el nombre del nuevo líder del PRI en Veracruz. Saldrá de entre tantos y tantos de pasado funesto y de futuro prometedor. Pronto sabremos de qué lado cae la bola, que de momento se encuentra suspendida sobre el filo de la red. Nos enteraremos si el PRI logra deshacerse de los nombres indeseables de un pasado reciente muy negro, para encaminarse, un poco más limpio, a ese futuro con que los jóvenes priistas sueñan, no sólo Renato Alarcón

Por hoy, esta charla es buen ejemplo de una cara del PRI distinta a la que nos mostraron Erick Lagos, exsecretario de gobierno duartista y compadre del actual secretario de gobierno; Alberto Silva, diputado duartista en funciones, y el resto de los camaradas del prófugo Javier Duarte.

Estos son nuevos tiempos. ¿Soplarán otros vientos para el PRI? Muy pronto lo sabremos.

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