Rodolfo Herrera/ Vivir en el Golfo
Las horas siguientes a la toma de posesión del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, han sido de agobio, angustia e insulto a los mexicanos que enfrentamos tres escenarios muy complicados.
1.- Los embates de un Donald Trump que nos odia y demuestra, que hará todo lo posible para descobijarnos de la sombra a la que estábamos acostumbrados.
2.- Un gobierno mexicano que está paralizado, indudablemente ante un escenario que se negaba a ver venir y para el cual no está preparado.
3.- Una clase política mexicana que no ve en la situación en que nos ha metido y por el momento, ellos ocupan los espacios para dirimir su muy particular guerra por el poder, para seguir saqueando al país.
Esa es la triste realidad en que nos encontramos y el gobierno no encuentra la forma de entrarle al asunto, los planteamientos del Secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray y el de Hacienda José Antonio Meade, siguen en una actitud de ridículo.
Muy lejanos quedaron aquellos días, en que los mexicanos nos vanagloriábamos de llevar una política internacional a la altura de las circunstancias.
Incluso nos dábamos el lujo de ser intermediarios entre Estados Unidos y Cuba.
En conflictos de escala internacional la voz del canciller mexicano era esperada para fijar una postura, que de una forma u otra era tomada en cuenta.
De ahí pasamos a ser el hermano menor de los Estados Unidos, el vecino pobre, el patio trasero, los mojados, los migrantes, una raza indeseable para los rubios sajones, que desde hace décadas comenzaron a quejarse de que estaban siendo invadidos por México, por la cultura del taco y el acento hispano.
Creímos que los estadounidenses no podían tomar la decisión de expulsar a los mexicanos «Los
Mexicanos en Estados Unidos realizan un trabajo que ni los negros quieren hacer», dijo siendo presidente el orate bravucón Vicente Fox, recordado ampliamente por sus ridículos excesos.
Entre todo este escenario ¿Que están haciendo los partidos políticos? Pues bien, ellos en este momento están preocupados por ganar las gubernaturas, las alcaldías, incluso en estos momentos en Veracruz, PRI, PAN y PRD ocuparon la tribuna del congreso local, no para razonar sobre el conflicto internacional, sino para defender su derecho a las regidurías y con ello seguir manteniendo esa parasitosis municipal.
¿Y qué hace el gobierno de Enrique Peña Nieto? Seguir manteniendo una actitud reaccionaria ante Donald Trump, contestando con balbuceos y pungidos.
Basta recordar que a ellos, a Luis Videgaray se les debe el haber invitado a Trump a visitar México en plena campaña, lo que le sirvió para regresar a los Estados Unidos para convencer a sus votantes lo que nos había restregado: «Fui a México y le dije en su cara a su presidente, que vamos a construir el muro y ellos lo van a pagar».
Líderes sociales, académicos, empresarios, analistas, y la sociedad en general estamos indignados y hemos escuchado a los aplaudidores, que nos piden que en una actitud patriota cerremos filas en torno al gobierno mexicano.
Pero lamento decirles que no, los mexicanos en este momento no tenemos un guía moral visible, una persona en la que confiemos y sigamos en este difícil camino. ¿Pues cómo confiar en quienes han hecho de este país rico, un pueblo en la miseria?
En todo este entorno, nosotros seguimos indignados y ellos va a incrementar el costo de la gasolina, el gas, la electricidad, al mismo tiempo que se pelean por los cargos públicos y se lanzan acusaciones mutuas.
La gente seria y respetable no nos está representando, quizá pudiéramos creer, si en un acto de congruencia y humildad este gobierno hiciera a un lado a los yupis mamones que mandó a negociar y convocara a un grupo de destacados empresarios y académicos patriotas, para encargarles la negociación con los Estados Unidos.
Un grupos de notables anti partidistas, a los que les tengamos plena confianza, de que no nos van a obligar a bajarnos los pantalones ante los gringos.
El común de los mexicanos estamos dispuestos a aprender de las circunstancias, a vivir del consumo interno, a diseñar y armar automóviles como se hacía con los «Dina», a voltear a ver otros mercados a los que les interese nuestro aguacate, el maíz y los productos hechos en México.
Quizá debamos aprender de los cubanos, que al triunfo de la revolución sufrieron un bloqueo comercial internacional y sin embargo, aprendieron a subsistir sin los Estados Unidos, lo mismo Venezuela, Japón, es momento de acabar con esa mala dependencia y aprender a ser autosuficientes.
Pero eso sí, no podemos hacerlo si seguimos cargando con el lastre de la partidocracia y la clase política que no nos deja avanzar. Sin eso, quizá lo consigamos.
REGIDOR MENTIROSO
Bien dice el dicho que «La ignorancia es atrevida» y eso aplica muy bien con el regidor ocioso del PRD Juan Montes de Oca, ayer, la directora de la escuela primaria «México» Luz de Gracia Uscanga Castillo, lo retó a que en un careo dijera en qué momento hubo un arma en la escuela, razón por la cual la directora se niega a expulsar al menor que cometió el error de utilizar las redes sociales para alardear. La imprudencia del regidor ya provocó un conflicto interno en la institución, entre docentes y padres de familia. Estos regidores, aparte de costarnos extremadamente caros por el nulo trabajo que presentan, y de no pagar cuotas partidistas como lo declaró su líder Aldo Pérez Hernández, todavía hay que soportar que con la ambición de ganar reflectores en los medios de comunicación, pongan en riego los derechos humanos de un niño que necesita atención, no las ocurrencias de los jodidos presupuestívoros a del cabildo.
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