Francisco Domínguez Canseco/ El ejercicio del Criterio
En nuestra entrega anterior a Plumas Libres, escribía que en nuestro municipio la democracia participativa, y el derecho a participación ciudadana es una asignatura pendiente. Condición necesaria para que exista un desarrollo humano incluyente que facilite la vida plena de las y los pobladores del municipio, los gobiernos municipales que hemos padecido han sido de origen priista. En dos ocasiones hemos sido gobernados por ayuntamientos de oposición al PRI; primero por Rafael Hernandez Villalpando, presidente municipal, quien no terminó su período de tres años; y después Reynaldo Perez Escobar, presidente municipal, quien regreso al PRI, aunque aclaro que él siempre había sido de ese partido.
II
Nuestro municipio, capital del estado, ha tenido la mala fortuna de convivir con el gobernador del estado, quien de manera invariable han tratado al ayuntamiento de Xalapa como una regencia; la mayoría de los gobiernos que hemos padecido se han subordinado a las políticas y caprichos del gobierno estatal; salvo los casos de don Carlos Lascarían, Guillermo Zúñiga y Hernandez Villalpando , quienes no se doblegaron ante los arrebatos de los gobernadores déspotas, los demás han sido dóciles y han permitido que la autonomía municipal sea una quimera política.
La ciudadanía, que habitamos el municipio, no hemos conocido un buen gobierno, ya que hemos tenido gobiernos que no han promovido las siguientes condiciones para ser un municipio con un desarrollo que amplié las opciones de vida digna para todas las personas, hombres, mujeres, niños y niñas; que promueve el vivir bien a la población excluida que habitan en las colonias de la periferia urbana y las congregaciones del municipio. Un gobierno que protege las oportunidades de vida de las generaciones futuras, por lo tanto, cuide los bienes naturales comunes (agua, bosque, tierras cultivables, manantiales, ríos, etc.) y que el crecimiento del municipio se da en armonía con la naturaleza, de la que depende la vida en su totalidad. Un gobierno que trabaja y gobierna mediante la construcción de consensos y tiene como principio la mediación entre intereses discrepantes, genera acuerdos amplios. Es tolerante, dialoga y tiene capacidad de negociación. Tiene una perspectiva estratégica del desarrollo, con una visión de largo plazo, de acuerdo a una política de desarrollo humano consensada con la población que gobierna.
Un buen gobierno es promotor incansable de la participación ciudadana consciente e informada, fomenta la rendición de cuentas y periódicamente, de manera pública, rinde informes de actividades y de las finanzas. Es promotor de la equidad, promueve políticas a favor de la mujer y las niñas e integra mujeres al aparato administrativo y de gobierno. Destina suficientes recursos públicos al Instituto Municipal de las Mujeres y realizan políticas públicas y programas sociales con enfoque de género, fomenta que todos los presupuestos públicos municipales tengan un enfoque de género. Impulsa los derechos humanos de las mujeres, las niñas y los niños. Combate la violencia contra las mujeres, las niñas y los niños. Incluye a hombres y mujeres en la toma de decisiones, de manera directa o por medio de instituciones representativas de la población. Su ejercicio de gobierno se caracteriza por la eficacia y eficiencia, promueve procesos e instituciones capaces de producir resultados que satisfagan las necesidades. Aprovecha de mejor manera los recursos. Garantiza salarios justos a funcionarios, autoridades (ediles) y trabajadores, de acuerdo a los ingresos municipales y a las condiciones económicas del municipio. Impulsa un gasto responsable y con sentido social, combate la corrupción.
Es promotor del derecho a la información pública, cumple con la transparencia y socializa la información, mediante métodos y formas sencillas y accesibles a la población; la información es veraz y suficiente para todos los interesados. Tiene como tarea sustantiva la gobernabilidad democrática, toma decisiones económicas para reducir la pobreza y elevar la calidad de vida. Es promotor de la seguridad ciudadana, e impulsor de políticas públicas para la prevención social de las violencias y la delincuencia. Elabora y aplica políticas preferenciales para beneficio de los sectores marginados y vulnerables. Promueve la cultura de la legalidad, respeta la ley, impulsa leyes justas y equitativas. Respeta los derechos humanos y aplica la ley sin distinción ni privilegios. Un buen gobierno busca promover el desarrollo económico y comunitario, se asocia a los empresarios para impulsar la creación de fuentes de empleos bien remunerados. Se convierte en promotor del desarrollo, no se conforma con ser un administrador y prestador de servicios públicos.
III
En nuestro municipio no hemos conocido un buen gobierno, no contamos con experiencias de gobierno municipal significativas, que nos hagan sentir orgullosos de nuestro gobierno, ello se refleja en la baja calidad de los servicios públicos (residuos sólidos, alumbrado público, drenajes, mercados, transporte público, seguridad ciudadana, agua potable, deporte y cultura, etc.) y en la débil participación ciudadana. Los problemas socio-ambientales han rebasan a las autoridades y funcionarios municipales, es urgente que la ciudadanía participe en los asuntos de interés público.
Vamos a renovar al gobierno municipal, tenemos elecciones municipales, es la oportunidad de votar por nuevo gobierno que inicie, con la ciudadanía organizada, un camino de reconstrucción de nuestro municipio. Las elecciones municipales son siempre una oportunidad para votar por un partido diferente, pero sobre todo para votar por propuestas y personas que tengan compromiso social, que estén dispuesta a romper con la tradición autoritaria en el ejercicio de gobierno, y tenga la voluntad política de construir con la ciudadanía un buen gobierno. Usted que opina amable lectora o lector.
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