Rodolfo Herrera/ Vivir en el Golfo
Su condición de mujer no ha sido impedimento para que Yadira Moreno Casas luche contra las llamas para salvar a familias veracruzanas en incendios, de hecho, los porteños la consideran una heroína, pero lamentablemente este sábado no podrá recibir un reconocimiento del sector empresarial por el Día Internacional de la Mujer, la misoginia laboral le ordenó que no podrá asistir porque ese día le toca guardia.
Entusiasmada, la joven integrante del Heroico Cuerpo de Bomberos de Veracruz, recibió la noticia de que un comité había decidido galardonarla por su trayectoria en la institución más reconocida del país, la única que cuenta con esa denominación de heroicidad en toda la América Latina.
En desayuno en su honor junto con otras damas destacadas y el reconocimiento en el Consejo Coordinador Empresarial, de manos del presidente José Manuel Urreta Ortega, sería parte de la gratitud que los veracruzanos tenemos con esa mujer.
Conocida ampliamente por su destacada participación en siniestros, con valor se apresta a luchar contra las llamas para salvar la vida de nuestros hijos, de familias enteras, de salir entre el fuego abrazando a un menor, a alguna persona de la tercera edad o bien para sofocar las llamas de la propiedad de quienes en un instante lo pierden todo.
En el Día Internacional de la Mujer, no era para menos pensar en la dama que ataviada con equipo, chaqueta, botas y casco, abandona el dormitorio para deslizarse por el tubo que la lleva directamente de la parte alta del cuartel, para viajar a toda velocidad colgada de una motobomba hacia la zona de altísimo riesgo.
El sueldo es raquítico, de hecho las prestaciones han aumentado pero nunca es suficiente para corresponderle a esta mujer que junto a otros valientes hombres ponen en riesgo su integridad y desde luego, la de su familia, la de sus hijos.
Yadira Moreno es de las pocas mujeres en este oficio, en el estado es la única y se puede decir que de unas cuantas en el país.
La bombero recibió con agrado la noticia del galardón, pero muy poco le duró el gusto, porque en unos instantes la misoginia que de manera hipócrita da una cara a la sociedad y la espalda a sus mujeres, le hizo saber que ese día le tocaba guardia.
Y los pretextos más estúpidos llegaron en cascada: “hay mucho trabajo y no tenemos tiempo” ¿Tenemos?, “ha llovido bastante y tenemos que dar servicios” “nosotros no recibimos reconocimientos” ¿Nosotros?
Con 18 años de servicio ininterrumpido, Yadira Moreno se ha dado tiempo para ser madre y alcanzar el grado de sub oficial, pero lo más importante, el respeto de sus compañeros con quienes lucha hombro con hombro en cada auxilio.
Ella sabe que cuenta con ellos, pero ellos saben que nunca los abandonaría en un momento decisivo, como a ella los mandos la están abandonando en estos momentos.
¿Lo sabrá esto la presidenta del DIF municipal? ¿La presidenta del DIF estatal? ¿Las encargadas de los festejos de la mujer cada año? ¿Las damas del comité? ¿Lo sabrá el alcalde? ¿El Gobernador?
Posiblemente no, pero lo saben ellos, los envidiosos, los hipócritas, los agachones, los aguafiestas, los miserables, los que reniegan su origen, los que urgieron de un apellido para vivir de él toda la vida, los misóginos que le siguen estorbando a la mujer, aun con todo eso, Yadira es una heroína.
ROCÍO OJEDA A LA RECTORÍA
Con toda una vida de lucha, dentro y fuera de las aulas, Rocío Ojeda Callado es la maestra universitaria que decidió alzar la voz para decir que participará como aspirante a ser rectora de la máxima casa de estudios del estado, la Universidad Veracruzana.
Rocío es una mujer acostumbrada a luchar contra las adversidades y goza del respeto del sector académico, así como de los alumnos que la han escuchado en el aula.
Sería bueno dejar atrás la etapa de simulaciones, retrasos y opulencia, la Universidad Veracruzana requiere de un verdadero cambio y Rocío Ojeda es una muy buena opción.
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