Monluí, periodista número 20

Marcos Miranda mejor conocido como Marmico, hizo pública una carta donde se queja de que la SSP le retiró guardias que Duarte le asignó.

El primer muerto del bienio de la administración de Miguel Ángel Yunes Linares, sumado este a la más de una docena que en la administración de Javier Duarte de Ochoa suman 20 en total de periodistas asesinados en el estado de Veracruz. ¿A quién le es conveniente que el gobierno estatal se vea y se sienta como una réplica del anterior gubernatura del estado y la de Fidel Herrera Beltrán? Ricardo Monluí Cabrera se dice fue o era enlace de prensa del gremio cañero y hasta hay quienes –intentando encontrar una “causa” a más allá de su actividad como periodista- argumentaron que hasta líder cañero era.

Convenientemente para la Fiscalía General del Estado, el dictamen de un juez federal, en donde establecía que todos los temas relacionados con los periodistas, sería la federación quien lo atraería por medio de la PGR. Quienes sabemos el negligente trabajo que hace la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) [dependencia que es controlada por la Procuraduría General de la República] sabemos que el asesinato de Ricardo Monluí Cabrera abonará a dicha dependencia, únicamente para las estadísticas. Y quedará como todos y cada una de las investigaciones que lleva sobre ataques o asesinatos a periodistas, en el archivo muerto.

El asesinato de un periodista en el país, no representa para el gobierno absolutamente nada. Al contrario, es un descanso para el sistema que se haya quitado del camino a una pluma que cuestiona e investiga o una lente crítica, como era el caso de Rubén Espinosa Becerril, quien fuera brutalmente asesinado en la ciudad de México junto con una activista social y tres personas más, el 31  de junio del 2015.

La impunidad es un valor agregado en los asesinatos a periodistas. No existe una  sola investigación que realmente lleve al autor material de dicho homicidio y aunque la propia “procuración de justicia” sepa de primera mano de qué oficina de gobierno salió la orden, sus investigaciones las tiran al camino contrario para evitar que el agresor sea realmente enjuiciado. El tema se pierde, el tema del periodista asesinado o agredido, se manda al archivo muerto para que cumpla el “sueño de los justos”.

La justicia no existe para el periodismo. La justicia no existe para el pueblo, tampoco para las miles de familiares de personas desaparecidas. La justicia se hizo para defender a los políticos, a los Flavino’s, a los Bermudez, a los Duarte´s y a los Fideles.

¿Pueden entender la causa del por qué la Fiscalía General del Estado de Veracruz  investiga únicamente el hurto al sistema y por qué, las indagatorias en contra de estos no van en razón de los crímenes en contra de los ciudadanos que se cometieron en la administración en la que despachaban?. ¿Por qué no se investiga a Arturo Bermúdez y su relación con los levantones que su personal ejecutaba en el estado? Existen miles de denuncias al respecto en contra del ex secretario de Seguridad Pública. ¿Por qué la FGE no investiga el cementerio a cielo abierto que se descubrió a unos pasos de la Academia de Policía en el Lencero, lugar a donde despachaba Bermúdez? ¿Por qué no investiga sobre la muerte de migrantes [que eran lanzados de la bestia] por personal vestido de elementos de la SSP y que custodiaban en el interior de los vagones? Simplemente porque así es la clase política. Se protegen entre ellos aunque sean de diferentes corrientes partidistas. Porque ponen sus “barbas a remojar” y así garantizan que a su salida [si no lograron dejar antecesor] el próximo gobierno nomás se fije en los delitos menores y no profundice en los que los llevarían a la cárcel a cadena perpetua.

Ricardo Monlui Cabrera, será luego entonces un número más para las estadísticas de periodistas asesinados. No existe realmente interés de enjuiciar a los verdaderos homicidas, que sabemos no es el autor material [a quién le pagan por el “trabajito”] sino el que el que ordena el asesinato de una persona, en este caso, un comunicador.

La libertad de expresión es sólo un “festejo”. Se conmemora todo lo que no existe y se le asigna una fecha para homenajearlo y al siguiente, continuar con la violación a lo que un día antes fue lisonjeado. El 07 de junio se ha convertido en el besamanos del gobierno con periodistas oficiales y los más “lame-botas” son sentados alrededor del gobernante en turno. La prensa crítica, la prensa independiente, la prensa que investiga y no es boletinera, esa, jamás es convocada, y en su caso, muchos de ellos, ya fueron asesinados o son tratados como leprosos para el sistema.

Un pájaro de cuenta en el periodismo

Me llegó a mis manos la carta abierta de un “periodista” del puerto de Veracruz. En ella se “queja” amargamente porque la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) le quitó las “medidas cautelares” que la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), en el periodo de la nada ética –como él “periodista” en cuestión- Namiko Matzomoto Benítez –hoy presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, puesto que no entendemos el motivo por la que la mantiene Miguel Ángel Yunes Linares- le concedió.

Punto número uno, el sujeto que se dice periodista, argumenta que la escolta que “cuidaban” de él y su familia, fue concedida a causa de un “levantón” que logró librar. Mi primera pregunta al respecto:

¿Cómo una persona obesa, sin condición ni para propinarle una cachetada a alguien, puede librar un levantón

¿Para qué alguien que evita un “levantón” necesita de escolta, si él debería de ser escolta de alguna persona, pues logra con éxito, ser levantada?

Este sujeto, bastante conocido en el puerto de Veracruz por su mala praxis. Sirvió en la administración de Fidel Herrera Beltrán y el hoy prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa, para contrarrestar la crítica de la prensa; todo por medio de su portal auspiciado y pagado por el gobierno del estado. Su columna, no hacía más que demeritar el ejercicio periodístico crítico y no se tentó el corazón de burlarse de los periodistas asesinados argumentando, sin pruebas, que estaban coludidos con la delincuencia y que agradecía que los hubieran matado.

De sus servicios, sacó carro, casa, escoltas, viajes al extranjero y una cartera suficientemente cargada para con su característica prepotencia, presumir entre los ex compañeros universitarios de la facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana. Carrera que nunca pudo sacar por su incapacidad para acreditar sus materias y que 28 años después, quiso obligar a la dirección de dicha facultad y a la rectora, Sara Ladrón de Guevara para que le otorgara el título correspondiente sin haber cursado satisfactoriamente por dicha alma matter.

Una verdadera ficha y hoy, se dice perseguido por el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares. Un verdadero “pájaro de cuenta” y un mantenido del sistema priísta. Una verdadera vergüenza para el periodismo veracruzano. Me congratulo pues, que el secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, haya decidido quitarle los privilegios a este zángano del periodismo. Con los escoltas, se dedicaba a atacar a la gente, propinándoles golpizas, de la cual fue denunciado y bien tendría que investigar la FGE para que rindas cuentas de esas abusivas acciones.

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Comentarios

  1. Marmico ahora se queja pero siempre ha vivido del erario público y como ahora ya no recibe nada del gobierno del estado nadamas lo que le da el gobierno municipal por eso se queja .Cuando salga Pop va a desaparecer su porquería de blog

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