Ciudad de México─ La Cámara de Diputados aprobó la reforma legal impulsada por el Partido Verde que prohíbe la operación de delfinarios hasta dentro de 50 años o más.
La votación fue de 242 votos a favor y 190 en contra.
En el tercer intento en que el PRI y PVEM empujaron el dictamen de reformas a la Ley General de Vida Silvestre, la oposición dejó de luchar contra el mismo y otorgó el quórum requerido para prohibir los delfinarios.
En las dos ocasiones anteriores, diputados del PAN, PRD, Morena y Movimiento Ciudadano se habían unido para evitar que avanzara la reforma.
En una ocasión abandonaron la sesión y en la segunda no emitieron su voto, a pesar de estar presentes en el Pleno.
Esta vez, la Mesa Directiva presentó el proyecto de reforma, ya sin discusión en tribuna, y se votó directamente al iniciar el debate.
La oposición declinó boicotear el dictamen y esta vez votaron 190 diputados en contra, mientras que el bloque oficialista de PRI, PVEM, Panal y PES sumaron 242 votos, con lo que quedó aprobado.
La reforma se turnó al Senado para su revisión y eventual aprobación.
Los priistas César Camacho y Enrique Jackson felicitaron al coordinador del PVEM, un sonriente Jesús Sesma, luego de conocer el resultado de la votación.
La propuesta prevé la prohibición de delfinarios en parques acuáticos, pero al mismo tiempo permite que éstos sigan explotando a los ejemplares que existen.
Inicialmente se pretendía que los delfinarios podrían seguir operando hasta que murieran las especies marinas existentes, lo cual se calculaba en 25 años.
En una modificación al dictamen que fue aceptada en la sesión pasada, se permitió que por única ocasión se dé la reproducción de las hembras que actualmente existan, para que haya otra generación y que, hasta la muerte de los animales que aún no nacen, entonces sí ya no hayan delfinarios, lo cual podría ocurrir en 50 años o más.
El coordinador del PAN, Marko Cortés, afirmó que su fracción decidió no obstaculizar más la votación de esto para que no se detuviera por más tiempo el desahogo de la agenda legislativa, en la semana en que concluye el periodo ordinario de sesiones.
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