Peña Nieto-Trump…. los partidos callaron

Cuando el Secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray Caso esperaba que del encuentro entre el presidente Donald Trump y el mandatario Mexicano Enrique Peña Nieto resultara un mensaje de cordialidad, el burdo magnate estadunidense tiró por la borda los planes y ante la pregunta de que si México pagaría por el muro, Trump nos restregó en la cara «absolutamente si».

     A partir de ese momento, la participación de México en la reunión del «G-20» en Hamburgo Alemania se desangeló, pese a los esfuerzos por destacar las reuniones privadas que Peña Nieto tuvo con mandatarios de otros países.

     Los rostros del Presidente Enrique peña Nieto y su Secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray caso cambiaron de inmediato, cuando Trump sin ningún empacho y de frente prefirió no darle a México esperanzas ni trato de «amigo», ni siquiera por cordialidad política, ni por el recuerdo de la contribución que ambos le hicieran en plena campaña presidencial invitándolo a ciudad de México para coadyuvar en el descarrilamiento de la Hillary Clinton y ayudarlo a ganar la elección.

     La noticia, el video, los memes, las redes sociales, los amigos, los enemigos, todos compartieron a placer y casi en forma simultanea el momento en que Trump se vanagloria de la fuerza del país que representa y sin importarle que estuvieran presentes prefirió cortar de tajo, respondiendo con total altanería y reafirmando el desprecio que tiene por los mexicanos.

     Trump hizo contra los mexicanos lo que no hizo con el mandartario norkoreano Kim Jong-Un, a quien había advertido que no podría hacer más prácticas nucleares y en respuesta Jong-Un lanzó un misil de largo alcance hace seis días, declarando al través de la agencia norkoreana de noticias KCNA «Los bastardos estadunidenses no estarán muy contentos con el regalo enviado para el aniversario del 4 de julio», día de la independencia de los Estadios Unidos. Ahí Trump solo se cruzó de brazos.

     De nada le sirvió a Videgaray la estrategia esa de mostrar preocupación extrema por el pueblo de Venezuela, pues desde ese momento la retórica nacional habló del desprecio del estadounidense y de la forma tan tibia y sumisa, en que tanto Peña Nieto como Videgaray, recibieron el baño frío que los dejó sin respuesta y sin posibilidad de salir a defender al pueblo de México, con la misma fiereza que lo están haciendo contra Nicolás Maduro.

    Por supuesto que a los mexicanos de a pie, a los clasemedieros, a los que entendemos poco de la política pero sabemos cuando nos están pateando la cara, nos hubiera gustado que alguno de los dos se hubiera levantado a decir «No estamos de acuerdo con la respuesta del señor Trump, a él le corresponde elegir si quiere el muro o no, pero nosotros no vamos a pagar por él» ¿No es así?

     Pero viendo la actitud tan displicente con que actuaron ambos mientras unos miembros del equipo de Trump rieron a carcajadas, el relámpago de inteligencia que pasó por la mente de ambos los obligó a callar, pues la contraréplica de Trump hubiera sido devastadora, si no es que ahí mismo nos declara a nosotros solitos la tercera guerra mundial.

     En México no hubo piedad, a no ser por el silencio cómplice del panista traidor Vicente Fox Quesada que ya no sabe cómo defender al régimen priista, por que de ahí en fuera el mundo intelectual, académico y opositor salió a remachar cada 5 minutos el desastre que resultó para los mexicanos el G-20.

     Mire usted, ante ese lamentable hecho, los dirigentes de todos los partidos callaron, no hubo comentario ni del PRI, ni del PAN ni del PRD; la parredista Alejandra Barrales, el panista Ricardo Anaya y el Priista Enrique Ochoa Reza prefinieron hacerse los  desentendidos de los resultados de la reunión Peña Nieto-Trump, pero quienes de plano intentaron desviar el tema fueron la precandidata panista Margarita Zavala y el ex presidente Vicente Fox, que mejor hablaron con alegría de la prisión domiciliaria del opositor Leopoldo López en Venezuela.

     Quien se dio gusto saboreando la derrota de la comitiva mexicana, fue el líder de Morena Andrés Manuel López Obrador que, aunque cauteloso, gritó que «En 2018 esto va a cambiar, nosotros no le vamos a faltar al respeto a nadie, pero tampoco vamos a permitir que ningún gobierno extranjero ningunee a los mexicanos», esto durante la firma del acuerdo político de unidad «Unidos Todos», donde con mucha cautela intentó sacarle jugo al tema que hoy mantiene molestos e inconformes a la mayoría de los mexicanos.

    Sin duda que el principal señalamiento al gobierno de Trump es la injerencia de la inteligencia rusa para descarrilar la campaña de Hillary Clinton, situación que Trump ha negado y que irrita a los estadounidenses, que presienten que su enemigo natural haya intervenido al grado de ponerles presidente; a Trump eso parece no incomodarle, pues durante la reunión del G-20 mostró profundo apego y participación con el mandatario ruso Vladimir Putin, lo que no sucedió con México donde mostró incomodidad en el encuentro y dejó en claro que no somos amigos ¿O usted lo ve diferente?