Mi tierra, triste Veracruz

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- en Foro libre

Por Imher Hernandez Mendez/

¿Qué hemos hecho de ti, Veracruz?

A esta tierra le faltan tantos, le han desaparecido a muchos. Muchos Veracruzanos son extrañados.

En otras sociedades, cuando alguien desaparece, la búsqueda es incansable; los recursos no se escatiman; las responsabilidades se determinan; las autoridades responden de alguna manera, hasta con su puesto; la ciudadania está al pendiente, ¡pues le falta uno! que pudiera ser cualquiera; por tanto, la prensa da puntual seguimiento; todo parece estar engranado.

Así funcionan otras sociedades. Seguramente dónde las obligaciones y los derechos de cada quien, desde su lugar, según su papel, se ejercen por correspondencia.

En mi tierra, en Veracruz, como en muchas partes de México también, hay muchas vidas apagándose, desapareciendo, vidas que se pierden, de las que no se vuelve a saber, y por las que no tenemos paz. Han sido muchos, hoy fueron otros, y no sabemos mañana  quién podrá ser.

En esta necesidad de paz, el Padre Alejandro Solalinde, como tenaz misionero y defensor de derechos humanos, vino a Veracruz no sólo a confortar a las madres y familiares de desaparecidos con su labor pastoral; sino a declarar con su presencia el olvido de justicia para esta gente. Fiel a su valentía, habló claro: «quiero reiterar la exigencia al Gobierno de Veracruz, sé que no es fácil… hay algo que no cuesta trabajo y no lo ha hecho, es integrar a las madres en el equipo de la PGR, en el equipo de la búsqueda».

Pues hay ciudadanos que si exigen. Y no solo eso, se asocian con el fin común de encontrar a sus familiares, desgraciadamente, desaparecidos. El «Colectivo Solecito de Veracruz», liderado por mujeres que buscan a sus hijos desaparecidos, desde hace casi 10 años no sólo exige, sino que también actúa, no se ha conformado con la pasividad del gobierno, y ellos mismos han conseguido capacitarse para renovar la búsqueda de sus familiares. Justamente desde hace un año, han encontrado en el predio Colinas de Santa Fe, Veracruz, más de 125 fosas clandestinas. En las que hubo restos de al menos 260 personas, que un día simplemente no volvieron a su casa, ni se volvió a saber de ellos.

Las autoridades no han logrado esclarecer ni una decena de identidades.

Hace falta mucho por hacer.

La empatía y solidaridad no puede desvanecerse en Veracruz. La realidad es de todos, es nuestra. Juntos debemos ocuparnos de exigir cuentas, de exigir tareas cumplidas a quienes están en el servicio público y reciben un sueldo a cambio.

“Este mensaje espero llegue a los perpetradores, a los que ocasionaron esto hechos, para los autores intelectuales y materiales, que llegue el dolor tan grande que han causado, no solamente, la muerte de los hijos de estas personas, hijas de estas personas”                                               P. Alejandro Solalinde

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