Peña ha gastado 37 mil mdp en medios; con eso se pudo pagar la pensión de adultos mayores por un año

Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas y dueño de Televisión Azteca, y Emilio Azcarraga Jean, presidente de Grupo Televisa, son los ganones en publicidad federal, de acuerdo con Fundar. Foto: Cuartoscuro

Por Daniela Barragán/

Ciudad de México. (SinEmbargo).- En 2013, con 8 mil 154 millones de pesos pudo haberse realizado una entrega a nivel nacional de incentivos económicos para productores; en 2014, los programas sociales de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) no hubieran sufrido el recorte presupuestal de 7 mil 700 millones de pesos; en 2015, con 9 mil 947 millones de pesos se pudieron haber colocado bebedores en todas las escuelas del país y ayudar así a erradicar la obesidad infantil y, en 2016, la Secretaría de Salud pudo haber trabajado con los 10 mil 399 millones de pesos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) le quitó.

Lo anterior suma 37 mil millones de pesos que serían suficientes para cubrir, por un año completo, la pensión universal para adultos mayores en todo el país. Ese es el mismo monto que el Gobierno federal usó para promocionar sus acciones de Gobierno.

En cuatro años, la administración de Enrique Peña Nieto incrementó 31.21 por ciento su gasto en anuncios de medios de comunicación: pasó de los 8 mil 154 millones de pesos en 2013 a los 10 mil 699 millones de pesos en 2016.

De continuar esta tendencia, Peña Nieto ejercerá un monto cercano a los 60 mil millones de pesos en este rubro al final de su administración, calculó Paulina Castaño, investigadora de Fundar y autora del Informe “El Gasto en Publicidad Oficial 2013-2016”.

La publicidad oficial es la compra de espacios en los medios de comunicación por parte de los gobiernos para difundir información a la ciudadanía. En esa compra ocurre la única transferencia de recursos públicos hacia medios de comunicación, y no hay otro tipo de apoyos directos o indirectos.

En México, uno de los principales problemas es la frágil rendición de cuentas y la fiscalización de los recursos. Otro es el impacto que tiene en la información, en el ejercicio periodístico y en consecuencia, en la información que recibe la población.

Son 10 medios los que concentran el 49 por ciento del presupuesto, pero son Televisa y Tv Azteca los que más se han beneficiado de estos gastos [juntos acumulan 3 mil 148 millones de pesos]. La Secretaria de Salud (SSa), la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la Secretaría de a Educación Pública (SEP) son las entidades federales que más gastaron en 2015 y 2016, a pesar de los recortes presupuestales que se les han aplicado.

De acuerdo con Rocío Stevens, coordinadora de campañas de Oxfam, la falta de límites a la publicidad oficial crea condiciones para capturar la información que la ciudadanía recibe al influir en las líneas editoriales de los medios y sobre el tipo, la calidad y la variedad de la información que las personas obtienen para tomar decisiones.

“Datos del Inegi, muestran que el 93.5 por ciento de los hogares cuentan con al menos una televisión y esa es una cobertura mayor a la cobertura nacional de agua potable; la población mexicana dedica cuatro horas a ver la tele y las personas con poder adquisitivo bajo, más de cinco horas al día y el gasto en publicidad está tremendamente concentrado en la televisión y tremendamente concentrado en Televisa y Tv Azteca y hoy en día, el Canal de las Estrellas captura el 64 por ciento de la audiencia. Entonces, el ciudadano está recibiendo esta avalancha de información de spots oficiales y pasará horas recibiendo la peor calidad de la información en tanto el contenido de la publicidad oficial. Además, la publicidad oficial  se construye de tal forma que crea una narrativa que para aquellas personas que la tele es su principal medio de información, se vuelve una realidad”, comentó.

“La publicidad oficial se traduce en relaciones financieras opacas y discrecionales entre gobiernos y medios en el país. Estas relaciones son un terreno fértil para la censura sutil y el desarrollo de redes de corrupción”, puede leerse en el estudio en el que sobresalen tres hallazgos. Uno, que a cinco años de que Peña Nieto prometiera crear una instancia reguladora de la publicidad oficial, no se ha hecho nada al respecto; que se han gastado cantidades cuantiosas de recursos públicos en publicidad oficial sin que se pueda conocer su impacto real o si se logran cambios gracias a la información divulgada por el gobierno y finalmente, que el incremento en el gasto de publicidad contrasta con los recortes al presupuesto en sectores como salud, desarrollo social y medio ambiente.

Las cifras se obtuvieron del Sistema de Comunicación Social de la Secretaría de la Función Pública (SFP). El gasto está ubicado en el concepto de gasto 3600 (partidas 36101 y 36201) “Servicios de Comunicación Social y Publicidad” y de la partida 33605 “Información en Medios Masivos Derivados de la Operación y Administración de las Dependencias y Entidades”.

Los sobreejercicios en el presupuesto fueron la constante. Con base en las cifras definitivas, en 2013 la variación entre el presupuesto ejercido respecto del aprobado es de casi 50 por ciento, en 2014 fue de 35 por ciento, en 2015 de 80 por ciento y para 2016, de 133.58 por ciento más. En total el gasto es 71.86 por ciento mayor a lo que se había presupuestado. Son 15 mil 162 millones de pesos extras.

Otro problema es la ausencia de criterios sobre la asignación de la publicidad, que, aseguran los autores, propicia sospechas de favoritismo hacia algunos medios de comunicación sobre otros. La mayor parte del dinero fue para los medios televisivos, luego para la radio y medios impresos. Le siguieron internet y cine.

El rubro “otros” son materiales como trípticos, folletos, mantas, material promocional del mobiliario urbano, producción, preproducción y postproducción en otros medios.

“En México [el de comunicación social] es un rubro presupuestario que se ejerce sin control y de manera indiscriminada y que sirve no sólo para amedrentar a los periodistas sino que impacta directamente en la precariedad del periodismo, de los reporteros”, dijo Ana Cristina Ruelas, directora de Artículo 19.
De acuerdo con sus estimaciones, si se llegara a regular la publicidad oficial, las agresiones contra la prensa podrían reducirse hasta en un 25 por ciento porque muchas de las amenazas están directamente relacionadas con el ejercicio de la publicidad oficial y con el control que busca tener el gobierno de la información.

“Esto impacta directamente en los flujos efectivos de información que llegan a la sociedad y por eso estamos viendo que conforme se van acercando las elecciones federales, el gasto aumenta porque el Gobierno necesita un control efectivo de la información, que la sociedad utilice las narrativas oficiales como narrativas propias. Ese es el problema más grave”, agregó.

Las cifras se obtuvieron del Sistema de Comunicación Social de la Secretaría de la Función Pública (SFP). El gasto está ubicado en el concepto de gasto 3600 (partidas 36101 y 36201) “Servicios de Comunicación Social y Publicidad” y de la partida 33605 “Información en Medios Masivos Derivados de la Operación y Administración de las Dependencias y Entidades”.

Los sobreejercicios en el presupuesto fueron la constante. Con base en las cifras definitivas, en 2013 la variación entre el presupuesto ejercido respecto del aprobado es de casi 50 por ciento, en 2014 fue de 35 por ciento, en 2015 de 80 por ciento y para 2016, de 133.58 por ciento más. En total el gasto es 71.86 por ciento mayor a lo que se había presupuestado. Son 15 mil 162 millones de pesos extras.

Otro problema es la ausencia de criterios sobre la asignación de la publicidad, que, aseguran los autores, propicia sospechas de favoritismo hacia algunos medios de comunicación sobre otros. La mayor parte del dinero fue para los medios televisivos, luego para la radio y medios impresos. Le siguieron internet y cine.

El rubro “otros” son materiales como trípticos, folletos, mantas, material promocional del mobiliario urbano, producción, preproducción y postproducción en otros medios.

“En México [el de comunicación social] es un rubro presupuestario que se ejerce sin control y de manera indiscriminada y que sirve no sólo para amedrentar a los periodistas sino que impacta directamente en la precariedad del periodismo, de los reporteros”, dijo Ana Cristina Ruelas, directora de Artículo 19.
De acuerdo con sus estimaciones, si se llegara a regular la publicidad oficial, las agresiones contra la prensa podrían reducirse hasta en un 25 por ciento porque muchas de las amenazas están directamente relacionadas con el ejercicio de la publicidad oficial y con el control que busca tener el gobierno de la información.

“Esto impacta directamente en los flujos efectivos de información que llegan a la sociedad y por eso estamos viendo que conforme se van acercando las elecciones federales, el gasto aumenta porque el Gobierno necesita un control efectivo de la información, que la sociedad utilice las narrativas oficiales como narrativas propias. Ese es el problema más grave”, agregó.

En 2016 se observó la mayor cantidad de dinero destinada a publicidad oficial: 10 mil 699 millones de pesos. Ese monto es aún mayor que lo que se destinó ese mismo año al programa de Servicios de Educación Básica en la Ciudad de México y que beneficia a 1 millón 269 mil 314 alumnos de 3 a 14 años.

El gasto total en términos porcentuales, aumentó 7.56 por ciento respecto de 2015, es decir, 752 millones de pesos.

Sobre la distribución por dependencia contratante en 2016, la Secretaría de Salud es la que más gastó en publicidad oficial con el 14.34 por ciento (mil 535 millones de pesos) del total del gasto, seguida por la Secretaría de Educación Pública con el 9.74 por ciento (mil 042 millones de pesos) y el Consejo de Promoción Turística de México con el 7.72 por ciento (826 millones de pesos).

Por mes, el gasto fue incrementando. En marzo se pagaron 54 millones, en junio los pagos se ubicaron en 620 millones de pesos, para septiembre ya fueron de mil 971.42 millones y diciembre cerró con 10 mil 698.89 millones de pesos Eso es un aumento total de 126.86 por ciento.

De enero a julio se ejercieron 835 millones de pesos, es decir, 7.8 por ciento del gasto total para 2016. En el mes de diciembre se acabó gastando 5 mil 982.8 millones, es decir más del 55 por ciento del gasto total, “estos datos ilustran como existe una mal planeación y un mal ejercicio del gasto, ya que se ejerce la mayor parte publicidad oficial en los últimos meses del año. La tendencia de las dependencias y entidades, es ejercer el presupuesto antes de que termine el año fiscal en curso”, detalla el informe.

Ese año, Televisa fue la más beneficiada con 2 mil 006 millones de pesos. Siguió Tv Azteca con mil 141 millones, Excélsior con 385 millones, Starcom Worldwide con 354 millones de pesos, Grupo Fórmula con 269 millones de pesos, el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano con 251 millones de pesos, El Universal con 240 millones de pesos, Starcom Worldwide Mexico con 219 millones, Estudios Churubusco Azteca con 210 millones de pesos y la Organización Editorial Mexicana con 190 millones de pesos.

Finalmente, para junio de 2017, el gasto preliminar de publicidad oficial se ubica en mil 040.22 millones de pesos. De marzo a junio se observó un incremento de más de mil millones de pesos y el presupuesto aprobado para este año es de 3 mil 700 millones de pesos.

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