Por Sumédico.com/
Una dieta saludable es la clave para prevenir la caída de cabello, debido a que existen ciertos alimentos cuyas propiedades afectan al cuero cabelludo o folículos capilares. Por ello, es importante que sepas cuáles debes evitar o moderar.
¿Te ha pasado que despiertas y miras tu almohada llena de cabellos y notas que está reseco, débil o quebradizo? Lo primero que solemos hacer es correr por otro champú o compramos algún tratamiento; sin embargo, no es lo correcto.
La dieta es clave contra la pérdida de cabello
Si la pérdida de cabello se ha vuelto un problema recurrente, es importante consultar con un médico, ya que el problema que la origina, si no se trata de una cuestión hereditaria, puede corregirse a tiempo.
Como parte de las soluciones para evitar la pérdida de cabello, los especialistas recomiendan moderar o evitar el consumo de algunos de estos alimentos por sus efectos negativos:
Embutidos y grasas. Este tipo de alimentos causan que tu cabello sea más grasoso y contribuye a su caída. El alto consumo de quesos, embutidos, mantequilla, comidas fritas y otros alimentos con alto contenido de grasa daña la regeneración capilar.
Refrescos y bebidas azucaradas. Cualquier exceso en el consumo de azúcares puede afectar tu cabello, la forma en que absorbe los nutrientes que requiere, así como propiciar una aparición temprana de canas, pues acelera el envejecimiento en general.
Sodio. Consumir alimentos con alto contenido en sal puede ocasionar que tu cabello se reseque y pierda volumen, detiene su crecimiento y acelera su caída.
Pastelería. Comer demasiadas harinas refinadas, como el pan, pasteles y galletas, afecta los folículos capilares, debido a que bloquea su correcta nutrición e hidratación.
Pescados y mariscos crudos. Si se consumen en cantidades excesivas, puede resultar poco favorable para tu cabello, ya que en este estado contienen un gran contenido de mercurio, y un elevado nivel en la sangre favorece la pérdida capilar.
Otro punto a considerar es tu consumo de alcohol, ya que estas bebidas no permiten la correcta absorción de minerales que estimulan su salud y crecimiento, como el zinc.
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