Por Manuela V. Carmona/
Ciudad Mendoza, Ver. – A pesar de las advertencias que han emitido los vecinos de la colonia Unión y Progreso de Ciudad Mendoza por el riesgo latente del colapso del puente que cruza sobre la avenida Santos Degollado entre las calles Melchor Ocampo y Rafael Moreno, las autoridades municipales se han mostrados omisos en la atención a esta problemática.
Desde hace más de cuatro meses los habitantes han solicitado la intervención de las autoridades municipales, pues el puente muestra un hundimiento que afecta ambos sentidos, siendo la parte más afectada el carril de bajada, el cual muestra una importante cuarteadura por donde se filtra el agua que corre en la temporada de lluvias, lo que ha provocado que la banqueta muestre una grieta de 30 centímetros en algunas partes.
Los vecinos han manifestado el temor de que el puente de aproximadamente 30 metros pudiera colapsar al no tener mantenimiento por el desgate del paso del servicio de transporte pesado en esta avenida.
“En mi calidad de jefe de manzana acudí a las autoridades para dar a conocer el hecho; me atienden, voy, me dicen que sí pero no me dicen cuándo van a actuar, y ya acudí a Obras Públicas, Participación Ciudadana y con el secretario del alcalde, Adrián Ramírez y nada” señaló José Luis Guerra Ortega.
De acuerdo con algunos registros de la Delegación de Tránsito del Estado en Ciudad Mendoza, sobre esta arteria circulan 40 vehículos por minuto, siete de estos son tráileres y camiones materialistas con cargas superiores a las 10 toneladas, al ser la desviación del transporte pesado que circula por la ciudad hacia la carretera federal.
Ante las vibraciones que se presentan cada vez que pasa un vehículo pesado sobre el puente, los vecinos solicitaron desviar el flujo vehicular a otra calle, ante el temor de que se venga abajo una parte de este y con ello algún conductor o peatón sufra algún accidente al formarse un socavón, como el ocurrido en la autopista Puebla-Veracruz, en el tramo Orizaba-Ixtaczoquitlán.
A pesar de que el puente fue ampliado en diciembre del 2000, el no contar con mantenimiento y alcantarillas que desfoguen el agua de lluvia, esta encontró una salida socavando el concreto deteriorando gran parte de la carpeta asfáltica.
Para justificar su trabajo elementos de Protección Civil acudieron hasta el lugar y únicamente colocaron dos varillas y una cinta de prevención, dejando en riesgo a la población ante el agrietamiento del puente.
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