Chiapas: @EPN no tiene remedio

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- en Opinión

A propósito de una gira de trabajo por Chiapas, el presidente Enrique Peña Nieto, hábil para incurrir en todo tipo de deslices verbales, mencionó que le sorprendía que en ese estado “hay mucho güero”. De acuerdo al INEGI, Chiapas es el tercer estado con mayor población de habla de lenguas indígenas, sólo debajo de Yucatán y Oaxaca (Aquí la encuesta del INEGI).

Y esto es parte de la diversidad étnica y cultural del país que está plasmado en el artículo 2 de la Constitución Federal que, entre otros rubros relacionados, dispone en el segundo párrafo que: “La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.”

Y lo anterior viene a cuento porque en una zona de apreciable porcentaje indígena, el presidente @EPN se atreva a decir que le sorprende que “hay mucho güero”. Lo puede pensar, pero no expresarlo en público regodeándose del valor subjetivo que profesa sobre los rasgos raciales. En otros palabras ser “güero” tiene una connotación positiva, que merece reconocimiento social. Por el contrario, quienes no somos “güeros”, somos menos, inferiores. Se trata, por supuesto, no sólo de expresiones desafortunadas, sino racistas violando el mandato previsto en el artículo 2º constitucional así como las leyes aplicables por un efecto de comparación implícito. ¿Debía decir eso el presidente de la República? ¿Aportaba algo esa expresión presidencial a su gira de trabajo? ¿Puede ejercer su libertad de expresión y señalar que razas y rasgos físicos le gustan más que otros? Por supuesto que la respuesta es negativa en las tres interrogantes. Incluso en la última porque la Constitución- que se supone es la Carta Magna- le prohíbe emitir esos juicios de valor o imputaciones de hechos que puedan ser considerados por su modo y circunstancia agraviantes para un importante sector de la población.

En días pasados, publiqué en Proceso un texto titulado Manuel Velasco, exterminio racial por “inferioridad” (aquí el texto) en donde di cuenta de un presumible proyecto de menguar y, en su caso, eliminar a tres etnias indígenas de Chiapas por ser contrarias al “desarrollo del Estado”. Por supuesto, no hubo réplica ni desmentido oficial. Hoy con las palabras de @EPN – que no se pueden desligar de ese gravísimo contexto de probables delitos de lesa humanidad por parte del rubio y de ojos claros gobernador de Chiapas, @VelascoM_ ‏- se puede colegir una aquiescencia a este aparente proyecto genocida inconcebible en pleno siglo XXI. Y es que es difícil que el equipo de comunicación de @EPN no estuviera al pendiente de la sensibilidad y percepción de lo que un presidente de la República debe decir y cómo decirlo, aunque sea una persona con un déficit cognitivo como Peña Nieto.

Pd.

Agradezco a la senadora @Ale_BarralesM que haya tenido la amabilidad de explicarme a detalle la compra de su departamento en Miami, tema sobre el que muchos, incluido yo, hicimos acres críticas. Me parecieron razonables sus argumentos sobre todo por mi conocimiento del derecho estadounidense por razones profesionales. Retiro, pues, lo dicho sobre ese punto en este espacio y en Proceso. Es de humanos errar. Pero no lo es persistir en el error. Sepa el lector que cuando hago análisis de hechos de interés público procuro hacer una labor de diligencia informativa previa. Pero sepa de igual forma que cuando me equivoque seré el primero en reconocer el error y ofrecer las disculpas correspondientes. Estoy convencido que de esta forma se genera el principal capital de quien opina: la confianza.

@evillanuevamx

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www.oneamexico.org

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