En Sí merezco abundancia, publicada por editorial temas´ de hoy., las periodistas Isabel Arvide y Claudia Guerrero retoman el sonado caso de la ex primera dama de Veracruz, Karime Macías de Duarte, para mostrar la exacerbada ambición y la impunidad que la han caracterizado como un ejemplo que, desafortunadamente para los mexicanos, no es único.
Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).- Había una vez, hace menos de 20 años, un lugar llamado Veracruz. Era un sitio con puerto, con algunos negros, donde el baile y el pescado estaban a la orden del día. Un sitio donde se hablan 14 lenguas indígenas y sobre el totonaca hacíamos entonces una investigación.
Íbamos por las carreteras, a cara lavada, un español, una argentina, tal vez otro español, para filmar el documental La última palabra (sobre la extinción de las lenguas indígenas, filmado en Veracruz, Chiapas y Sonora), de Grau Serra Espriu, Barcelona. Era 2001 y las carreteras estaban limpias, con mucha pobreza, eso sí, pero no había asesinatos ni amenazas ni nada que nos hiciera dar la vuelta.
¿Qué pasó entonces?
Hoy hay 6 cárteles desafiantes, teniendo para sí todo Veracruz. Cada uno se pelea su territorio y nadie hace nada. Desde la Guerra del Narco hasta la fecha, Veracruz es uno de los lugares que nos hacen llorar y maldecir al cielo.
¿Qué pasó en el medio?
El Gobierno de Javier Duarte. “Para mí que ese hombre tiene problemas en la cabeza, no está bien”, me comenta José Woldenberg fuera de la entrevista. ¿Usura? ¿Un sultanato? Claudia Guerrero cuenta que cuando Karime tenía antojos de tortas de Córdoba mandaba el helicóptero presidencial a buscarlas. ¿Es eso posible?
En Xalapa, hace tres años, transcurría el Hay Festival y me perseguían los activistas de derechos humanos para decirme que como era de SinEmbargo debía hacer notas denunciando la muerte y la tortura de los periodistas, de los que criticaban a Javier Duarte. Al poco tiempo, los asesinatos de Colonia Narvarte. No se hizo más el Hay Festival y en esas fechas, desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Todos los escritores, desde Veracruz, diciendo: ¡México es la muerte!
Hoy, la deuda pública del estado suma 10,000 millones de pesos mexicanos a la salida del gobernador y el déficit fiscal, de 170,000 millones. Él preso, sin ninguna acusación de violación a los derechos humanos, hace huelga de hambre, la levanta, hace bromas con los periodistas y es seguro que pronto saldrá.
¿Su mujer? La ex Primera Dama Karime Macías de Duarte, en Londres, tranquila de la vida, sin ninguna causa judicial.
En el libro Sí merezco abundancia, las periodistas Isabel Arvide y Claudia Guerrero toman el caso de Karime y dan un panorama cerrado sobre ella y un gran análisis sobre las mujeres que caminan a la sombra de sus maridos y ejercen un cargo para el que no reciben votos ni el apoyo popular.
“Su posición de Primeras Damas, sea en un Estado o sea en el país, les ha permitido beneficiarse no solo del poder de sus maridos, los gobernantes, sino también tener acceso a cuantiosos recursos públicos para beneficiarse en lo personal”.
Además de conocer reveladores detalles del paso de Macías de Duarte por Veracruz, las periodistas recopilan también historias ocurridas en los gobiernos de Baja California, Morelos, Tabasco y Oaxaca, además de un par de habitantes de Los Pinos, para confirmar que sin importar la filiación política de los mandatarios, el poder está muy cercano a la corrupción, pero sobre todo a la impunidad que les permite cometer toda clase de atropellos y los más extremos actos de frivolidad.
“En México, la primera consorte ambiciosa que persiguió el poder, que disfrutó el poder, que ansió el poder incluso más que su marido, fue la emperatriz Carlota. Las otras, las de después, las de ahora, las consortes del poder, viajan para lucir sus trapos, para ir a comprar sus trapos, para ir a ver los trapos de las otras consortes, para hablar de trapos… El dinero que paga sus gastos sale de partidas secretas? ¿Les pagan un ayudante? ¿Llevan un portafolio lleno de billetes? ¿Tienen tarjetas American Express negras con otro titular? ¿Todo se arregla en la Oficina Mayor? Lo cierto es que gastan”, dicen las autoras.
En el medio una pregunta: ¿Qué haremos con Veracruz? Un gobierno totalmente atado a la deuda de Duarte (el 70 por ciento del presupuesto del Estado va a pagar la deuda) y los seis cárteles de las drogas que pelean su territorio: los ciudadanos ya no son libres ni optimistas.
–¿Cómo es posible hacer libros de esta clase. Tal vez duren poco tiempo, pero es súper importante que existan?
–(Claudia Guerrero) Quiero comentarte que este libro tiene una investigación de 11 años. Tratamos de hacer un extracto de lo que ocurrió en el Estado de Veracruz, a alguna gente les resulta increíble. Esto no es nuevo. Venimos publicándolo desde 2014, el dispendio que estaba haciendo estas personas. No fue muy difícil hacerlo porque ya estaba investigado.
–No podrían haberlo publicado cuando él estaba porque podrían haber muerto
–Ya ves que son 19 periodistas muertos durante el sexenio, la mayoría amigos míos, con la imagen manchada, decían que estaban involucrados con el narco, para justificar su muerte. Lo que estábamos viendo era que querían que la gente se callara.
–Cuando yo estuve en el Hay Festival, ustedes se refieren a esos festivales en el libro
–Así es, la prima de Karime Macías de Duarte era la que se encargaba de todos esos gastos. La intención era mantener el miedo, mantener la zozobra. Había que callar. La impunidad con respecto al asesinato de tantos compañeros, obligó a mucha gente a emigrar a otros países. Muchos medios de comunicación cerraron sus puertas. La fuente policial casi desapareció, porque seis cárteles en el Estado co-gobernaban en Veracruz. Era difícil. Yo tuve ataques, amenazas de muerte, de decapitación y actualmente tengo una demanda por daño moral en Puebla, de un proveedor de Javier Duarte. Hicimos una investigación por estos negocios que hacía Javier Duarte con estos proveedores y por supuesto que lo vamos a ganar, pero el juez me prohibió hablar de este proveedor. Se llama Carlos Gidi Blanchet, fundador de ONEA, una red anticorrupción nacional.
–¿Una empresa Anti-corrupción, corrupta?
–Así es. Es una empresa que fue creada para poder hacer cobros y ahora hay una deuda tremenda con él.
–¿Cómo ve al actual Gobernador, Miguel Ángel Yunes?
–Ha tenido muchos tropiezos y la verdad es que tampoco hay plata en Veracruz. No tiene margen de movilidad. Las personas hicieron desmanes para su ventaja personal, pero también hicieron malas administraciones. Se siguen agrediendo a periodistas, el asesinato de Ricardo Monlui, en Yanga. Seguimos tocando intereses, hay mucha censura en Veracruz.
–¿Cómo se empieza a resolver este tema?
–Que no haya impunidad es lo primero. Si aplicamos la ley correctamente, no es posible que la fiscalía general haga detenciones de estos pillos que colaboraban con Javier Duarte y ellos se amparen o que quedan libres porque los jueces no ven las carpetas que tú les acercas con pruebas y recontrapruebas.
–Cuando finalmente se pueda hacer algo con Veracruz, llevará mucho tiempo, ¿verdad?
–Se prevé unos 10 años para la reconstrucción de Veracruz. Está en total déficit, con mucha deuda, no puede hacer obra, no se pueden hacer los hospitales, no se aplicaron los recursos destinados…Todo el daño que hizo esta pareja imperial, tiene que tener castigo. Hay esperanza con eso.
–¿Qué va a pasar con Javier Duarte?
–(Isabel Arvide) Javier Duarte está preso. Lo que pase con él está en manos del juez. Si lo van a castigar es otra historia. ¿Por qué no hay una orden de aprensión contra Karime?
–(Claudia Guerrero) Hay una orden contra las cuentas, pero se hizo demasiado tarde. Ya le congelaron las cuentas a ella y a su padre.
–(Isabel Arvide) Sí, pero muy tarde. Ya no tenían un centavo en dichas cuentas. Ya llevaban seis meses de fugitivos los dos.
–¿Cuánto dinero se robaron los Duarte?
–(Claudia Guerrero) Es incalculable. Nos hacen siempre las mismas preguntas y los auditores me dicen que dejaron mucha documentación perdida. Es una arqueología financiera, para octubre el Estado de Veracruz va a dar cómo está el sistema financiero, pero se habla de una deuda de 100 mil millones de pesos.
–(Isabel Arvide) De lo que hay por lo menos evidencia, porque hay instrucciones, porque hay grabaciones, la voz de Javier Duarte, que había dinero del erario público que se entregó al PRI. Ahí están las evidencias, si alguna vez se va a investigar o no, no lo sabremos.
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