Una de los aspectos más predominantes en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, son sus dos facetas. Una, es la cara que muestra a la sociedad veracruzana y la otra, es lo que realmente es y que conocen sus más fieles y cercanos colaboradores. Un sujeto quisquilloso que continuamente pone “cuatros” para constatar cuál de sus empleados será el que lo traicione. Un hombre tramposo, sin escrúpulos y que continuamente sobaja a quienes él considera, no está a su “altura” ni “clase”.
La traición es parte de su esquema de vida y supervivencia. Nadie ha podido medir quién es más truculento y petardista, si él o Fidel Herrera Beltrán. Hombre similar en actos. “Yunes Linares es exactamente igual a Fidel, los dos son embaucadores, traicioneros (…) Su única diferencia es el color de piel pero ambos son negros por dentro (…) La causa por la que estos se distanciaron es hasta ridículo, en serio (…) Si fue una mujer, fue Elba Esther Gordillo que ambos potencializaron lo beneficioso que sería andar con ella (…) Yunes se la bajó al negrito quien la venía “trabajando” de años atrás (…) Pero a la maestra le gustaban güeritos (…) Luego la traicionó como es su costumbre” advierte alguien muy cercano a ésta dupla. Verdad o mentira. Lo cierto es el repudio que uno por el otro siente.
Sus aspiraciones no tienen límite. No sería descabellado que pretendiera postularse como candidato a la presidencia de la República. No lo dudamos pues sus estrategias es cada día volverse más poderoso en el entramado político. Lograr dicho objetivo, le da la posibilidad de expandir su poderío y este deja muchos dividendos en sus cuentas personales y las de sus hijos. Sería su más grande meta.
Actualmente se encuentra concentrado en controlar la franquicia del Partido Acción Nacional traicionando a quien tenga traicionar [como lo hizo con Margarita Zavala de Calderón]. El resultado, una locura peor de la que mantuvieron Javier Duarte de Ochoa y Fidel Herrera Beltrán, este último perseguido por la ley y el primero, inquilino del Reclusorio Norte.
Sus colaboradores se le hincan en eventos públicos. Para ellos un Dios, un hombre insuperable. Para los veracruzanos, un rastrero, incapaz, que ha provocado un dolor inmenso a muchas familias veracruzanas. Ciudadanos que cuando no lloran porque le arrebataron a un ser querido, sufre, porque las promesas las pisoteó y les arrebató el trabajo y por ende el sustento de su familia.
Antagónico a lo que intenta presumir. Yunes Linares en los 11 meses que lleva en el poder, ha mostrado que su única “preocupación” es concentrar todo el poder y riquezas hacia su persona. Un hombre con serias complicaciones humanistas. Un depredador político. Un verdadero sociópata-narcisista, incapaz de realmente sentir dolor o tristeza por sus congéneres. Mientras que él está concentrado en ser cada día más poderoso, el pueblo veracruzano se hunde en la pobreza. Si te quejas, envía la fuerza pública para callarte, para pisotear tu derecho a manifestarte.
El estado se hunde en un caos de sangre. Los servicios de salud cada día más ineficientes y lo más relevante que sucede en torno a ellos, es que la Secretaría de Salud de Veracruz (SESVER) convirtió a sus trabajadores en “exitosos” empresarios al crear a sus nombres –sin permiso de ellos- empresas fantasmas en el duartismo, pero hoy, el Sistema de Administración Tributaria los está llamando pues no se sabe el monto de la evasión fiscal mantienen. Obvio, pues desconocían la estrategia duartistas pero hoy demandarán a la dependencia por daños y perjuicios.
Dicen políticos que lo conocen desde las entrañas y de muchos años atrás, que él, saltó al Partido Acción Nacional (PAN) con la finalidad de desquebrajarlo. Acto que ha conseguido al pie de la letra al llevar a cabo la consigna del divide y vencerás. Hoy dicha corriente partidista se encuentra mutilada y Yunes Linares, pretende ser dueño de la franquicia albiazul. Las traiciones en la vida política es un tenor constante y usual, más si lleva el sello de Yunes. Hoy te pateo mañana te cobijo. Un ejemplo literal es Julen Rementería del Puerto quien en el 2014 y 2015 vivieron confrontados y ahora es, el secretario de Infraestructura y Obra Pública y su más fiel lacayo. Mañana, tal vez su peor enemigo.
Miguel Ángel Yunes Linares despotricó de Fidel Herrera Beltrán y de Javier Duarte de Ochoa. Prometió demasiado a la sociedad y literalmente –como es usual en él- traicionó a la ciudadanía mintiendo alevosamente para beneficio de su persona. Potencializó el hartazgo y fueron los mismos veracruzanos quienes le brindaron el poder y sacaron 87 años de priísmo.
La desgracia a Veracruz llegó desde el arribo al poder de Fidel Herrera Beltrán, pero desafortunadamente continúo con el sexenio de Javier Duarte de Ochoa y persiste en el gobierno del “panista-priísta”, Miguel Ángel Yunes Linares. Su estrategia actual es ya no hincarse ante la sociedad. Ahora con todo el dinero que ha podido ahorrar manteniendo sin un peso al sector salud, al de justicia y al educativo –el cual mantiene dando rendimientos seguramente en algún paraíso fiscal o alguna parte del mundo- para en el 2018 utilizarlo en la campaña política de su primogénito a la gubernatura del estado y con ello, continuar gobernando Veracruz por seis años más.
El “honorable y ético” Yunes Linares ha proseguido con la misma línea priísta. Solo el gobierno del “cambio” está en su imaginación. Las mismas prácticas siguen, la misma corrupción y el mismo esquema de depredación del erario.
Dicen los conocedores de la política, que al parecer su primera estrategia fue ponerle precio a la libertad de los corruptos del duartismo. Quien pagara le permitiría “gozar” de su libertad y aquellos que no, los meterían a la cárcel. Muchos al parecer accedieron, pues es inexplicable que servidores públicos de Duarte como Harry Grappa Guzmán, un Adolfo Mota Hernández, un Erick Lagos Hernández y todos aquellos que pasaron se convirtieron de la noche a la mañana en multimillonarios, continúan libres y sin complicaciones.
Otros fidelistas y duartistas, continúan con sus “puestazos” privilegiados y robando a manos llenas del erario. Las dependencias pasaron de los aviadores rojos a la línea azul, pero en ellas se puede observar a un gran número de “trabajadores” que llegan checan y desaparecen de la misma manera que antaño. Nada cambia.
De duartista a yunista
Tenemos por ejemplo, a Luis Eduardo Coronel Gamboa, que viene pegado a la ubre desde el duartismo saltando de puesto en puesto y hoy, Jorge Winckler Ortiz lo mantiene en la Fiscalía Especializada en la Búsqueda de Personas Desaparecidas. Con ceros resultaros y mostrado su absoluta ineficiencia e incompetencia. Pero no tan sólo eso, sino ha llegado a la burda respuesta al decir que los familiares de desaparecidos pueden esperar a sus borracheras, “pues si ya están desaparecidos, pueden esperar”. Pero es inamovible por el ser el hijo del periodista/columnista Eduardo Coronel Chiu. Como su caso miles y todos abonando a la negligencia, tráfico de influencias y corrupción en las dependencias a su cargo. Pero Yunes Linares, ciego o cómplice.
Este es el recuento de los 12 meses de infortunado gobierno. Mucho no podrá “cacarear” el “flamante” gobernador. En su haber ya existen periodistas, doctores, empresarios, adolescentes, trabajadores, mujeres; todos asesinados bajos las peores circunstancias mientras que él, sus secretarios, directores y demás colaboradores, mantienen escoltas de seguridad para ellos y sus familias.
No hay cambio. Sólo corrupción.
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