Por Mariana Domínguez Batis/
Ciudad de México. (La Jornada). Estamos vivos porque estamos en movimiento, canta Jorge Drexler en el más reciente video de su nuevo disco, Salvavidas de hielo, mientras Lorena Ramírez, una tarahumara de 22 años, corre por las barrancas de Chihuahua, ataviada con no más que un vestido confeccionado por ella misma y unas sandalias de plástico.
Lorena es la verdadera heroína del video, titulado Movimiento, ya que es una mujer indígena que rompe varios conceptos y ocupa un papel de fuerza con su energía física; es capaz de correr distancias enormes, explicó en entrevista telefónica con La Jornada el cantautor uruguayo.
Una plática para TED en abril sobre la poesía, la música y la identidad, lo condujo a reflexionar sobre migrar como una característica intríseca del ser humano desde su salida de África y, en última instancia, a componer el tema en el que afirma: Somos una especie en viaje.
Milagro de sincronía
Durante su estancia en México en el verano pasado, el artista se enteró de que una joven, sin ropa deportiva ni tenis, había ganado el ultramaratón de los Cañones de Guachochi de 100 kilómetros, y supo que tenía que encontrarla. Fue entonces que contactó al director mexicano Lorenzo Hagerman, quien como un verdadero milagro de sincronía tenía el contacto de Lorena y fue el encargado de grabar la mitad del video en la Sierra del Cobre, zona de muy difícil acceso.
Explica: Lo que intentamos fue contar una historia que abarcara toda la experiencia humana. Por un lado, el mundo de la conquista y la fuerza física, el heroísmo, la resistencia y la relación con la naturaleza, simbolizado por la tarahumara.
Por el otro, el mundo de los sueños, de nuestras fantasías, canciones de cuna, versos e historias, representado en la parte del video filmado en la Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural de España, bajo la dirección de Fran Torres. Ahí, el cantante aparece entre libreros dispuestos de manera borgiana en el infinito, en lo circular y lo indeterminado.
Yo no soy de aquí, pero tú tampoco. De ningún lado del todo; de todos lados un poco, son los versos con mayor energía de la canción, con los que se contradice a los ultranacionalismos de la actualidad, para afirmar que en realidad todos somos fruto de la migración, del movimiento, la evolución y la transformación permanente.
Drexler se define como un hombre de 53 años que nació en Uruguay, lleva 22 años en España y está compuesto por una mitad paterna judeo-alemana y una materna ibérica; es hijo, nieto, bisnieto y padre de inmigrantes.
Movimiento es parte del nuevo disco del cantautor, quien ganó un Óscar y dos Grammy. Lo presentará el 23 de febrero próximo en el teatro Metropólitan. Incluye muchos elementos de la cultura mexicana (como jaranas tradicionales de son jarocho), además de duetos con artistas como Natalia Lafourcade y Julieta Venegas.
Para Drexler, el cedé representa el cierre de un ciclo, inciado cuando su abuelo le obsequió la primera guitarra –con la que empezó a escribir canciones– procedente de Paracho, Michoacán. Es por eso que volver a México y hacer un disco centrado en la guitarra es una manera de que el instrumento regrese a sus orígenes, porque todo es movimiento, concluyó.
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