Venganza y traición, otros móviles de asesinato de alcalde de Ixhuatlán

La banda de roba láminas está integrada por funcionarios y ex funcionarios estatales, según el gobernador
- en Foro libre

JUAN ANTONIO VALENCIA/ Opinión. 

A escasos días de que fue asesinado el alcalde electo de Hidalgotitlán Santana Cruz Bahena, se registra otro brutal asesinato, ahora de un edil que estaba a punto de entregar su cargo.

En esta ocasión los sicarios asesinaron a Víctor Manuel Espinoza Tolentino, alcalde de Ixhuatlán de Madero y a su esposa Irma Carrera Tinoco presidenta del DIF municipal.

También mataron a mansalva al conductor del camión y tres personas más que se presume, son empleados del ayuntamiento de Ixhuatlán de Madero.

El hallazgo de los cuerpos y el vehículo se hizo en la calle Ópalo de comunidad de La Haciendita, perteneciente al municipio de Banderilla, en donde en últimas fechas se ha convertido en tiradero de cadáveres.

Al lugar acudieron elementos de la policía ministerial, servicios periciales, para la diligencia del levantamiento de los cuerpos, indicios probatorios, dactiloscopia, balística, casquillos percutidos, trayectoria de los disparos, distancias y determinar también calibre del armamento utilizado y otros.

¿Cuáles serían los posibles móviles para este nuevo asesinato?

Muy seguramente se está preguntando qué pudo ocasionar este nuevo crimen. Existen algunas hipótesis. La versión oficial que las autoridades investigadoras están manejando es que pudo ser víctima de un asalto, ya que había venido a comprar láminas para transportar hasta su municipio.

Sin embargo, existe otra versión que revela que el edil pudo haber sido víctima de una venganza, la primera por traicionar al PRI, la segunda por haber ordenado el asesinato de algunas personas. Estas versiones corren en la vox populi del municipio. Hay dos hipótesis:

La primera derivada de asuntos políticos porque el edil fue acusado de traición, al abandonar a su partido el PRI e irse al PAN-PRD para apoyar la campaña del candidato Eder García Escalante, hijo del ex contralor solapador de la corrupción de Javier Duarte de Ochoa, Ricardo García Guzmán, quien ganó la alcaldía de Ixhuatlán de Madero por la coalición.

Sobre los motivos que tuvo para abandonar al partido que lo postulo, se informó que fue debido a que no pudo imponer como candidato a su hermano Arnulfo Espinoza Tolentino (a) Nuco, supuesto prestanombres del edil, en una compañía constructora que acaparo la obra pública.
Cuando el PRI le cerró la oportunidad a su hermano de ser candidato a la alcaldía, el doctor decidió apoyar en abierto al candidato que ganó la elección postulado por la alianza PAN-PRD, Eder García Escalante.

Otra hipótesis que se investiga, es que rodeado de pistoleros y criminales a sueldo, mando a matar a cuatro personas de la región para saldar problemas personales, según lo declarado por uno de sus gatilleros.
Venganza política o personal, no se descarta que los autores de la matanza del “viernes negro” vengan de otra instancia.

Sean cuales sean los móviles del asesinato del ex edil priísta, lo cierto es que en Veracruz no existen por el momento las condiciones de seguridad. Nadie puede decirse tranquilo pues puede ser víctima de un hecho de violencia.

Apenas en inicio de semana, una centena de pistoleros que asolan la región de Uxpanapa y Sánchez Taboada, asesinaron al alcalde electo, Santana Cruz Bahena, quien en cuarenta y un días, habría tomado posesión como alcalde de Hidalgotitlán.

En treinta y seis días, Víctor Manuel Espinoza Tolentino alcalde de Ixhuatlán de Madero, habría de entregar la alcaldía a Eder García Escalante del PAN-PRD, pero ya no alcanzó al cambio de poderes, fue ejecutado en el Veracruz sangriento.
De acuerdo a la ley, Lidia Herver Sánchez, alcalde suplente, deberá asumir como presidenta municipal los días restantes y entregar al sucesor, la presidencia municipal.

Resulta muy lamentable que el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, no haya hasta ahora, podido garantizar la seguridad de los veracruzanos. Independientemente de las investiduras de las víctimas, nadie, absolutamente nadie merece morir o ser protagonista de un hecho delictivo.

Los delincuentes que tanto daño le han hecho a Veracruz en los últimos 13 años, siguen sueltos y no se ve para cuándo pueda el nuevo gobierno, poner orden. Lamentable, triste y preocupante. 

 

 

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