No necesitamos otra ley de seguridad

Políticos enriquecidos, gastos exagerados en campañas, corrupción rampante, un México ensangrentado que pierde a miles de jóvenes en esta presunta guerra contra el narco
- en Opinión

Gran revuelo y manifestaciones en contra de la Ley de Seguridad Interior estamos viviendo en estos días, nuevamente el tema de Seguridad genera polémica y divisiones, bueno hasta genera locuras como las que propone López Obrador con su amnistía, amnistía que copia de los países a los cuales visitó sabrá Dios con qué dinero y que presenta con verdades a medias.

Considero que el punto clave de ir en contra de esta ley no debe ser el temor a la violación de los Derechos Humanos, no debe ser por el temor a la militarización de la Nación, la causa real de oposición debe ser que no necesitamos esa ley para nada; salvo que se quiera otra ley para tener más leyes que violar y no cumplir.

Si revisamos la exposición de motivos de la ley en cuestión veremos que usa como un pretexto la Declaración sobre Seguridad en las Américas y dentro de sus definiciones encontramos algunos de los motivos de las nuevas formas de violencia que son la corrupción, la pobreza, la falta de educación flagelos que en México no hemos podido combatir.

En enero de 2005 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva Ley de Seguridad Nacional y básicamente lo que mandata esa ley lo retoma la nueva ley, el problema es que de la ley del 2005 no se aplica nada y no se busca el respeto a la dignidad de la persona. Seguimos siendo un País con violencia por la impunidad, por la falta de compromiso de los gobernantes en los tres órdenes de gobierno, por la falta de compromiso para actuar contra la delincuencia y mejor solicitar el apoyo de Papá Gobierno Federal por parte de gobernadores y Ayuntamientos.

La delincuencia organizada está bien armada por los actos de corrupción o por omisión de cumplir las funciones mandatadas en las aduanas y fronteras, permitiendo el paso de armas y materiales peligrosos, el poder del dinero o el miedo logran poner en riesgo a toda la población. La falta de políticas en favor de la familia ha logrado que haya pérdida de valores y los medios con sus notas constantes sobre el dinero que se maneja favorecen la codicia de la juventud y que se enrolen en actos delictivos.

Nos dan cifras de capturas, nos dan cifras del aumento o disminución de los delitos pero no tenemos cifras constantes del número de delincuentes que están pagando por sus crímenes, esa impunidad y esa falta de velocidad en condenar en los juicios son el cáncer que debemos combatir. Buscar justicia ante las autoridades competentes en México es un calvario, es caro y no se obtiene la justicia necesaria. Mucho he escrito sobre el tema de aplicación de leyes y sobre las acciones de gobierno, ahora reitero no más diarrea legislativa, mejor más acción respetando las leyes que existen, más acción de investigación e inteligencia policial, más capacitación y más eficacia y eficiencia de los organismos que deben procurar la justicia.

A los que saben de leyes y a los que quieran entender por qué no se necesita esta nueva ley les bastará hacer un comparativo entre las Ley de Seguridad Nacional con sus 67 artículos y la Ley de Seguridad Interior con sus 33 artículos y verán por qué oponerse a la nueva, no hace falta, basta de hacerse bolas queriendo la paternidad legislativa de la salvación de México. Cuando la CNDH entienda que debe dejar de proteger a los delincuentes, cuando los fiscales entiendan de hacer su trabajo con humanismo, con integridad, con celeridad, cuando los jueces entiendan que deben ser imparciales, y con una justicia expedita se resolverá más del 80% de los problemas de inseguridad.

Al dejar atrás las influencias, la corrupción, el miedo a denunciar actos delictivos mejoraremos en todos los aspectos, además de generar una democracia participativa y con educación, empoderando a las familias y tener más fuentes de empleo bien remunerado tendremos una baja en los problemas de seguridad. No debe pasar esta ley se debe respetar y aplicar la norma legal que tenemos de seguridad, de las funciones de las Fuerzas Armadas, de las obligaciones de cada orden de gobierno, de promover la prevención del delito y ciudadanizar a México.

Pido permiso para opinar otra vez y brevemente sobre la urgencia de la Reforma Hacendaria Integral, la madre de todas las reformas y que ayudará a generar inversiones y desarrollo económico que a la vez ayudará a bajar la delincuencia. Está la propuesta desde el 2004 más los resultados de la Convención Nacional Hacendaria, solo actualizar el tema, bajar el ISR, IVA generalizado sin miedo y sin populismos, porque además EUA ya lo está haciendo.

 

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