5 hábitos que debes evitar en invierno para tener una piel más juvenil

Tome mucha agua además de incrementar su consumo de frutas y verduras
- en Salud

Por Edith Gómez Benitez/ Si tu piel sufre de problemas durante el invierno como sequedad, deshidratación, agrietamiento y sensibilidad, pon mucha atención en tus hábitos de cuidado para la piel durante esta temporada.

¿Estás cometiendo alguno de estos cinco errores de cuidado de la piel? Sigue estos consejos para tener una tez joven y radiante durante todo el invierno.

  1. Renunciar al SPF

Muchas personas piensan que el verano es la única época del año para usar protector solar. Es cierto que los picnics de verano, los días de playa y las tardes en la piscina exigen serias capas de protección, pero a menudo las personas olvidan que también se necesita SPF en los meses de invierno.

Incluso si no sientes el calor del sol, aún puedes sufrir daños graves al exponer tu piel durante los meses más fríos. Los rayos UV pueden intensificarse a medida que atraviesan las nubes. Además, la luz solar reflejada en el hielo y la nieve también puede causar quemaduras solares.

Así que asegúrate de usar tu SPF 365 días al año, ya que protegerá tu piel de las manchas de la edad, las pecas y la pérdida de colágeno.

  1. Saltarte la hidratación

No tienes tanta sed en los meses más fríos y así que lógicamente no bebes tanta agua como lo harías durante el calor abrasador del verano. Pero la falta de ingesta de agua puede causar estragos en la piel de muchas maneras: las líneas finas se vuelven más pronunciadas, la curación de la piel se ralentiza, la inflamación aumenta y la piel se siente tensa y seca.

Hidrátate con reconfortantes infusiones de hierbas y caldos tibios durante el invierno para ayudar a la hidratación.

Es imperativo que te mantengas hidratado día y noche durante el invierno para sentirte lo mejor posible y tener una piel joven y radiante. Asegúrate de controlar la ingesta de agua en los meses más fríos tan diligentemente como lo harías en los meses más cálidos.

  1. Usar durante todo el año productos para el cuidado de la piel de verano

Es muy importante tener en cuenta que los productos para el cuidado de la piel como limpiadores, humectantes y maquillaje no son parte de una sola temporada de tu rutina. Tu piel tendrá diferentes necesidades en los días cálidos y húmedos del verano en comparación con los días helados, amargos y secos del invierno.

En pleno invierno, la piel necesitará productos con capacidades extra hidratantes, de día y de noche, para evitar la deshidratación y la resequedad.

Durante el invierno, elimina los lavados súper espumosos y los tónicos. Cambia a limpiadores cremosos, tónicos hidratantes y cremas de día y de noche que sean más espesas. Tu piel se iluminará y tendrás la humedad y la protección que necesitas para enfrentar los elementos durante los duros meses de invierno.

  1. Dejar de exfoliarte

Muchos asocian los exfoliantes faciales, exfoliaciones químicas y microdermoabrasiones con los meses más cálidos del año, cuando la piel se siente más obstruida y congestionada. Pero ten en cuenta que la piel necesita una exfoliación constante durante todo el año para mantenerse saludable e hidratada.

Muchas personas cometen el error de cargar cremas y aceites pesados ​​en la piel seca de invierno con la esperanza de suavizarlo y curar la descamación. La parte que muchos no se  toma en cuenta, sin embargo, es que sin exfoliar esas células muertas y secas de la piel, los mejores humectantes del mercado no pueden penetrar tu piel.

Por lo tanto, recuerda, incluso en los meses de invierno, cuando tu piel no se siente caliente, pegajosa y congestionada, buscar un exfoliante suave o un lavado enzimático para eliminar la piel muerta. La exfoliación mantendrá la piel flexible y húmeda incluso durante esta fría temporada

  1. Consumir pocas frutas y verduras ricas en antioxidantes

Durante las temporadas calurosas del año, el guacamole, el gazpacho, las ensaladas crujientes y los batidos helados son opciones válidas para tu alimentación. Sin embargo, durante el invierno, no olvides de consumir alimentos ricos en antioxidantes para nutrir tu cuerpo y tu piel por dentro y por fuera.

Consume verduras como la col rizada y las espinacas en sopas y guisos. Cambia la pasta de calabacín por la alternativa de carbohidratos y trigo. Agrega fruta para calentar avena y come abundante aguacate, nueces y grasas saludables para mantener los niveles de humedad de tu piel.

También asegúrate de incluir vegetales como las berenjenas, ya que “son altas en antocianinas, un pigmento con propiedades antioxidantes que pueden proteger contra el daño celular.” (https://nutricionsinmas.com/7-sorprendentes-beneficios-de-las-berenjenas-para-la-salud/)

Romper los malos hábitos de cuidado de la piel y hacer pequeños cambios puede marcar la diferencia durante los meses más fríos del año.

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