El martes 13 de Ricardo Anaya

Nadie le cree su oposición a Ricardo Anaya pues ha aprobado desde el PAN, todas las reformas de EPN y está haciendo una campaña jodida, ni parece candidato de oposición
- en Foro libre

Rodolfo Herrera/ Vivir en el Golfo

Al través de un video donde denuncia seguimiento y espionaje, el candidato presidencial del PAN, PRD y MC Ricardo Anaya Cortés, encontró la fórmula para seguir en campaña con un tema ampliamente conocido por políticos y gobernantes, el espionaje.

     Fue el pasado martes 13 de febrero cuando Ricardo Anaya Cortés detecta que un vehículo Jeep placas YHA-86-08 lo venía siguiendo y luego de detenerse en una gasolinera enfrenta y cuestiona a su perseguidor.

     El agente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, que más bien parece egresado de “El Pelotón Chiflado”, sonriendo y sin mayor presión, ni manita de puerco, le confiesa a bocajarro: –Soy del Cisen, ando comisionado en esto.

     Lo mismo sucedió fuera de su casa, acusando que estaba siendo vigilado por otro automóvil Tiida, cuyo conductor decidió retirarse del lugar.

     Tal y como lo esperaba Anaya, el asunto se convierte en un escándalo mediático y pese a que el periodo de precampañas internas concluyó dos días antes de los hechos, la discusión sigue en voz de políticos e intelectuales que decidieron hacer suya una preocupación que saben perfectamente que no merece mayor aclaración, pues los gobiernos a los que ellos mismos han pertenecido y conocen ampliamente, siempre han hecho lo mismo.

     Es decir, la aparente ingenuidad de Ricardo Anaya rinde sus frutos y escandaliza a la opinión pública con el remate de la frase: “En lugar de perseguir delincuentes, espían opositores”.

       Y de autodefine como “opositor”, cuando todo México ha visto en sendos videos oficiales cómo Anaya se tira al piso describiendo las bondades de su oponente José Antonio Meade, al que hace parecer como superhéroe del cual los mexicanos deberíamos estar agradecidos por tenerlo.

    Y como era de esperarse, el propio Secretario de Gobernación Alfonso Navarrete Prida dejó en claro una cosa, que los gobiernos tienen un seguimiento permanente de políticos, líderes sindicales, opositores, luchadores sociales, cuyas actividades no pasan desapercibidas para retroalimentar las carpetas que justifican las palabras “Seguridad Nacional”.

    Y eso, los políticos que están de tiempo completo saben perfectamente que sucede en todo el mundo, en todos los gobiernos y de cualquier corriente política, ya sea de izquierda, derecha, centro o revoltijo, como sucede aquí donde la mescolanza acabó con las ideologías.

    Luego entonces si los agentes bajo el mando de Navarrete Prida estaban legalmente haciendo su trabajo por qué suspendieron al delegado del Cisen en Veracruz, ¿Solo porque no informó del encuentro de Anaya con el agente? O para despresurizar un poco la opinión pública.

    En resumen, Anaya con sus años como funcionario público y político que pretende gobernar este país ¿No sabía de esos seguimientos? ¿No sabía que los gobiernos panistas de Fox y Calderón a los cuales sirvió también los hicieron? ¿Entonces cómo es que el gobierno se entera de las reuniones secretas a orilla de carretera? Una cosa es no saberlo, la otra ignorarlo con maña o peor aún, fingir demencia política para estar en el “Trending topic” ¿No es así?

2 MIL 460  CELULARES INTERVENIDOS EN VERACRUZ

   Pero además, los gobiernos dan seguimiento y espían de manera legal, basta recordar una investigación de “El Economista”, que reveló que de acuerdo a información obtenida en medios oficiales, en los primeros 6 meses del 2016, en pleno proceso electoral para elegir gobernador en el proceso que ganó Miguel Ángel Yunes Linares, el fiscal de Veracruz Luis Ángel Bravo Contreras al mando de Javier Duarte de Ochoa requirió a diversas compañías telefónicas la intervención de 2 mil 460 teléfonos celulares, para conocer su situación geográfica, es decir dónde estaban o se desplazaban, sus contactos, sus conversaciones, el uso de sus redes sociales, su interacción con personas relacionadas y sus gustos al solicitar información en la red; de todo eso, nunca se supo cuáles fueron los resultados y para qué sirvieron esas investigaciones

     Mientras eso sucedía, Ricardo Anaya supo perfectamente esa situación y no hizo nada, así como tampoco hizo nada desde la cámara de diputados donde pudo cuestionar el tema y en cambio se la pasó roncando, como que no se vale ¿No?

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