FYM censurador y sin estrategia para gobernar

El crimen de Cándido Vázquez, continúa sin resolverse

En la administración de Javier Duarte de Ochoa, las agresiones y asesinatos a periodistas, fue una constante, al grado de llegar a la elevada cifra de 20 comunicadores asesinados, crímenes que en la actualidad, la Fiscalía General del Estado de Veracruz, no ha brindado resultados. Sólo, se ha dedicado a filtrar a los periodistas de sus medios, el supuesto vínculo que estos tenían con la delincuencia organizada. Reprobable pero una acción recurrente de parte del fiscal que inmediatamente de que ocurre un asesinato en contra de una persona, pisotea sus memorias al utilizar dicha estrategia calumniadora.

Volviendo al tema. Desafortunadamente en el periodo de Miguel Ángel Yunes Linares no se ha logrado avanzar en ese tenor. En su primer año de gobierno, tres periodistas fueron asesinados en la zona centro y sur de la entidad veracruzana.

Ricardo Monlui Cabrera, asesinado a las afueras de un restaurant en el municipio de Yanga el 19 de marzo del 2017; el 22 de agosto del 2017, en el municipio de Hueyapan de Ocampo, Cándido Ríos Vázquez fue arteramente asesinado a las afueras de una tienda de conveniencia y el 19 de diciembre también del 2017, asesinan en el festival navideño de su hijo a Gumaro Pérez Aguilando. Es decir, podemos manifestar que en el “gobierno del cambio”, las agresiones y vejaciones en contra del gremio periodístico, continúa siendo una triste y lamentable realidad.

Pero actualmente no tan solo ese tipo de agresiones existen por parte de los servidores públicos. La censura, el bloqueo informativo y limitar a los periodistas a entrevistas programadas con los funcionarios que despachan, ya sea en los municipios o en el gobierno del estado, es una persistente agresión de parte de las y los responsables de prensa, tanto de los alcaldes como del gobernador.

Son ellos quienes tendrían la obligación de acercarnos a los servidores públicos para que sin problema alguno hiciéramos nuestro trabajo. Pero no, se dedican a tratarnos como sus “asalariados”, diciendo que si queremos entrevistar a X o Y funcionario o edil, que lo hagamos en los eventos públicos que realiza el ayuntamiento o el gobierno del estado. Entrevistas que no son exclusivas y que si un periodista se atreve a emitir una pregunta que no es del agrado del funcionario o alcalde, siempre habrá un colega “samaritano” que cuestiona al edil o servidor público con otro tema, para tumbar tu cuestionamiento y que ésta, quede sin respuesta.

En la administración del alcalde panista-perredista de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, la situación no marca ni una diferencia con la que ejecuta su padre, Miguel Ángel Yunes Linares a través de Elías Assad Danini, quien es en la actualidad es el coordinador de Comunicación Social del gobierno del estado de Veracruz.

No sabemos si la nueva directora de Imagen y Comunicación Social del municipio de Veracruz, Marisa López Collado tenga claro cuál es su función en el puesto. Lo que si hace muy bien, es impedir, transgredir y mancillar el ejercicio periodístico sin el respeto y decoro que merece cada uno de los representantes de los medios de comunicación. Desconozco si esto le sucede a otros colegas en la conurbación Veracruz-Boca del Río, lo cierto, es que una constante agravante en contra del portal de noticias AGN Veracruz a través de una servidora.

Simplemente ignora las solicitudes para entrevistas exclusivas de los servidores públicos. Con ello, no tan sólo viola el trabajo periodístico del medio, sino también a la sociedad misma, al impedir con su bloqueo, mantenerla informada.

Existen instituciones y figuras, que deberían de mantener una constante vigilancia en la censura a la libertad de expresión que actualmente tanto el gobierno del estado y algunos municipios están instaurando como medida de “protección” en contra del periodismo crítico e independiente.

Tampoco ignoramos la existencia de “comunicadores” oficiales que reciben sus “módicos” apoyos económicos para violentar y agredir por medio de sus “espacios informativos” o cuentas de Facebook, a los y las periodistas que si realizan importantes investigaciones en torno a su contexto social.

Con ello, no pido nada que este fuera de sus funciones como enlace de prensa. Por lo tanto, exhorto tanto al alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez como al gobernador y señor padre, que no transgreda al periodismo de la forma en la que actualmente están ejecutando, pues le recordamos, que el puesto que actualmente disfrutan, fue obtenido a través del voto de la sociedad  y por lo tanto, deben de entender que su puesto como alcalde y gobernador, se desprendió del ejercicio democrático de las votaciones, y por lo tanto, deberían de mostrar respeto hacia sus patrones, que es el pueblo.

“¿Pa’que sirve el predial?”

Además, también lo convidamos a dar resultados en pro del municipio, luego de que existen muchas colonias que fueron olvidadas por las administraciones de Jon Rementería Sempé, Carolina Gudiño Corro y su gran amigo, Ramón Poo Gil. Dejando en evidencia que éstos sólo se preocuparon por utilizar el dinero del erario público para beneficio personal y hasta obtener propiedades.

El cómo alcalde de Veracruz, está obligado a trabajar sin distingo alguno en todas y cada una de las colonias que se encuentran asentadas en su municipio. Año con año, los ayuntamientos exigen al pueblo cumplir con el pago de su impuesto predial, sin considerar que esta contribución obligatoria que el ciudadano hace, les da beneficios inmediatos al recaudar fondos, pero también los hace acreedores de obligaciones en favor del contribuyente al tener la obligación de brindarles los servicios básicos que se desprenden a raíz de su ejercicio de civilidad, como es el tener agua, drenaje debidamente instalado y no al aire libre, calles pavimentadas y debidamente alumbradas. Es decir, merecedores de una vida digna.

Se dice que como inquilino de un municipio, adquieres obligaciones y beneficios que debes de cumplir con puntualidad; como es el pago del impuesto predial que las haciendas municipales le demandan a los pobladores. Año con año los ayuntamientos requieren e imponen a la sociedad que habita en los municipios, un monto de acuerdo al tipo de terreno y construcción que un ciudadano tenga como propiedad. Con este impuesto, el alcalde dispone de recursos para poder ejecutar obras en las colonias y fraccionamientos, llamados servicios básicos y que son indudablemente benéficos para todo el entorno social en donde habita un contribuyente.

Pero una pregunta constantemente ronda por mi cabeza. ¿Qué estrategia utiliza un alcalde para determinar en dónde será utilizado ese recurso? ¿Por qué hay colonias que pese pagar año con año su impuesto predial, están total y absolutamente abandonadas? Existen colonias en el municipio de Veracruz, que tienen alrededor de 30 años de haber sido fundadas y no cuentan con lo mínimo indispensable de los servicios básicos que el ayuntamiento debería como obligación canalizar en ellas.

El día de ayer, tuve la “osadía” [porque hacerlo es realmente de valientes y no querer a tu coche] de internarme en Tejería; lugar que es administrada por el municipio de Veracruz. Es un verdadero viacrucis, pues no existe una sola calle de ese lugar que no se encuentre en mal estado. Producto de años de desatención por parte del alcalde en turno.

En la colonia Campestre, se encuentra en las mismas. Ésta colinda y comparte dolencias con La Amapolas, en las cuales pasa un gran canal de aguas negras donde emana un horrendo olor a heces fecales. En tiempo de lluvias, los colonos advierten que se desborda y se mete a las casas en donde viven familias con niños, situación que les provoca infecciones como en la piel, y enfermedades gastrointestinales severas.

¿Acaso el dinero de estos habitantes vale menos? ¿Cómo un alcalde puede sentirse tranquilo de saber que hay niños que enferman a causa de su negligencia? Lo imperdonable del asunto es que éstas colonias [Tejería, Campestre y Las Amapolas] están municipalizadas y todavía sus habitantes tienen que arrojar el agua a la calle de todo tipo por no contar con la activación del drenaje, el cual ya está instalado pero no lo han puesto en funcionamiento. Colonias indignas, colonias de tercer mundo, en donde el recurso público es utilizado para destruir lo existente para “embellecerlo” y así justificar su presupuesto.

Por supuesto que las calles en estas colonias se encuentran sin pavimentar, por supuesto que en la gran mayoría de sus desbaratadas calles existen postes de alumbrado público con sus lámparas, pero que tienen “años luz” que no funcionan y el actual responsable de Servicios Municipales, Juan Carlos Torres Sánchez, “programa” las reparaciones del alumbrado público inservible en el hielo, pues los reportes no los atiende a menos que se instaure presión.

Y éstas tres mencionadas colonias son un ejemplo de la nula respuesta del ejercicio de su deber por parte del municipio. Muchas colonias en la zona norte padecen de lo mismo. Muchas calles desbaratadas, sin atender. Pareciera que no existe un responsable del municipio que dé la cara. Fernando Yunes Márquez, sin estrategia al parecer para poder solucionar los problemas sociales de su municipio, se está convirtiendo en un remix superado del gobierno de Ramón Poo Gil, a quien se le conocía como #LordTapaBaches.

 

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