Muere a los 76 años el científico Stephen Hawking

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El reconocido físico y divulgador científico británico Stephen Hawking falleció la mañana de ayer martes a los 76 años en su casa de Cambridge, de acuerdo con un portavoz de su familia, informó la Agencia Press Association.

“Estamos profundamente tristes porque nuestro padre murió hoy. Él fue un gran científico y un extraordinario hombre cuyo trabajo y legado permanecerán por muchos años”, dijeron sus hijos Lucy, Robert y Tim, según la BBC.

The Guardian lo definió como “la estrella más brillante en el firmamento de la ciencia, cuyos descubrimientos moldearon la cosmología moderna e inspiraron a audiencias globales”.

Nacido el 8 de enero de 1942 en el Reino Unido, Hawking fue una de las figuras más influyentes en el mundo de la ciencia, no sólo como teórico y astrofísico, sino como divulgador científico.

Desde los 20 años, Hawking padecía una enfermedad motoneuronal relacionada con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) la cual lo dejó paralizado y sin habla, aunque ello no le impidió escribir libros y dictar conferencias internacionales, mediante un sintetizador conectado a su silla.

Comparado con Albert Einstein por sus aportaciones a la ciencia y su popularidad, cursó las licenciaturas de Matemáticas y Física en la Universidad de Oxford en 1962. Se doctoró en Física Teórica (1966), con la que incrementó su pasión por el estudio del origen y expansión del universo y la teoría del Big Bang.

Sus investigaciones se centraron en el campo de la relatividad general y, en particular, en la física de los agujeros negros. También estudiaba la armonización entre la relatividad general y la mecánica cuántica.

Fue miembro de la Royal Society y profesor de física gravitacional en la Universidad de Cambridge, donde se le otorgó la cátedra Lucasiana de matemáticas (1980), dictada por figuras como Isaac Newton y Paul Dirac. Recibió innumerables premios y doctorados Honoris Causa, entre ellos, el Príncipe de Asturias.

Entusiasta divulgador científico, defendía la idea de que los ciudadanos tengan las nociones científicas suficientes para participar en debates sobre avances científicos y tecnológicos, para que no todo quede en manos de los expertos.

Escribió los libros traducidos a más de 30 idiomas, entre ellos: Breve historia del tiempo (1988), Historia del tiempo: del big bang a los agujeros negros (1988), Agujeros negros y pequeños universos (1994), El universo en una cáscara de nuez (2002) o El gran diseño (2010), La clave secreta del Universo (2007), La teoría del todo: El origen y destino del universo (2002), y de los más recientes: Breve historia de mi vida (2013), entre otros.

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