La historia detrás de ABBA

Ciudad de México. (Infobae/SinEmbargo).- Ellos querían hacer musicales; ellas, abrirse camino con sus carreras solistas. Y, acostumbrados a la cumbre de los rankings de música del mundo, no soportaron la tibieza con la que el público recibió al último que tema grabaron, “The Day Before You Came”. El puesto número 20 les dijo que su momento de gloria había llegado a su fin, y desarmaron ABBA, el grupo sueco más exitoso de todas las épocas.

Casi cuatro décadas más tarde, Agnetha Fältskog, Björn Ulvaeus, Benny Andersson y Anni-Frid Lyngstad (también conocida como Frida) vuelven al ruedo con dos nuevas canciones y una sorprendente gira mundial.

“No éramos un grupo de directos”, reconocía Björn en una entrevista en los 90, y eso parece mantenerse hasta hoy: la vuelta será en forma de hologramas. El ABBA Avatar Tour ya es casi un hecho, aunque no tiene fecha confirmada. Solo se sabe que los músicos no estarán presentes en la gira, pero sí que grabarán dos nuevos temas, por lo que han comenzado a reunirse.

“La decisión de lanzarnos al excitante proyecto de la gira con avatares ha tenido una consecuencia inesperada -dice el comunicado oficial-. Todos sentimos que, después de 35 años, sería divertido unir fuerzas de nuevo e ir al estudio de grabación. Así que lo hicimos. Y ha sido como si el tiempo se hubiera parado y solo nos hubiéramos ido a unas pequeñas vacaciones. ¡Ha sido una experiencia extremadamente feliz!”.

Llegando a los 70 años de edad, los músicos aclaran: “Nos hemos hecho mayores, pero la canción es nueva y nos hace sentir bien”. Se trata de “I Still Have Faith in You”, uno de los temas que darán a conocer a fin de año en un especial que se emitirá por televisión. Un fuerte impulsor de este relanzamiento es el productor y creador del reality Idols, Simon Fuller.

Una entrevista de la TV alemana de comienzos de los ´70 los muestra muy felices, andando en bote, o reunidos con sus niños alrededor de una mesa de troncos. Con el dinero que habían ganado por las ventas de “Waterloo”, su primer gran hit mundial, los dos matrimonios pudieron comprar una casa en la playa.

Los singles se vendían mucho en Europa, pero ellos mismos reconocían en esa nota que en Suecia ese formato no era el más común: había que vender long plays. A Björn y Agnetha se les preguntaba cómo había cambiado sus vidas haber ganado Eurovisión, el popular concurso de artistas que se lleva a cabo en el Viejo Continente. El compositor respondía que no mucho porque hasta llegar ese galardón ellos ya se habían hecho muy concoidos en Escandinavia. La fama mundial estaba llegando.

Eurovisión los había consagrado, pero nadie pensaba que ese triunfo fuera a ir mucho más allá. Benny reconoció años más tarde: “Nosotros sabíamos que habíamos hecho algo grande, el mundo estaba a nuestros pies”.

“¿Suecos? ¡Olvídalo!”, recuerda Benny entre risas cuando habla -en The History– de sus encuentros con las discográficas inglesas y americanas. Necesitaban una buena canción en inglés, y entonces recurrieron a su manager que conocía al entonces muy popular Neil Sedaka, quien ya había dado el batacazo con la famosa “Oh, Carol” (1958).

Anderson le mandó “Ring Ring”, y el cantautor estadounidense quien devolvió un remix que sería incluido en Waterloo, el primer álbum que el grupo firmó como ABBA y con el que hizo cantar al mundo. “Cuando empezamos a componer juntos, con Benny nos reuníamos tipo 10 en su casa o en la mía”, dice Björn.

Todo sucedía en Lidingö, una isla sueca en el archipiélago interno de Estocolmo. Ahí comenzaba la música, que luego se trasladaba al estudio para mezclarla con las voces de Agnetha y Frida. En esos encuentros surgía una letra provisoria y luego todo se compartía con la banda, un grupo de músicos profesionales que también hicieron su importante aporte al producto ABBA. Las sesiones en el estudio terminaban casi a la medianoche.

EL PRECIO DE LA POPULARIDAD

La fama atrajo dinero y reconocimiento. Pero también a la prensa amarilla. Tan cansada estaba Agnetha que llegó a escribir una carta de lectores al diario sueco Dagens Nyheter. Años más tarde comentó en una entrevista televisiva: “La gente te ve como si fueras tonta, y semana tras semana leen cosas sobre ti que no son ciertas. Eso me enoja mucho. También había mujeres serias que escribían en ese periódico: ellas me contactaron y yo les envié la carta abierta que ya tenía escrita”.

Este acto revolucionó los medios escandinavos y desató el debate acerca del periodismo sensacionalista en esa región. Es que ABBA -tanto durante su reinado como tiempo después- dio que hablar, y mucho, en medios de todo el planeta.
Agnetha era soprano y Frida mezzosoprano, talentosas al máximo; Benny y Björn, dos fructíferos compositores. Pero sobre todos eran dos mujeres y dos hombres que tenían una rica vida personal. Agnetha y Björn estuvieron casados, pero se separaron 1978 (con dos hijos en su haber) y siguieron trabajando juntos. Benny se casó son Frida después de nueve años de pareja, aunque se separaron en 1981 mientras el cuarteto también se venía abajo. Los hombres avanzaron con el musical Chess, al que luego le seguiría el súper exitoso Mamma Mía!

Frida se fue a los Alpes Suizos y se casó con el príncipe alemán Heinrich Ruzzo Reuss von Plauen. Al tiempo enviudó y volvió a contraer matrimonio con Henry Smith, empresario y quinto vizconde de Hambleden. En el medio, grabó un disco con Phil Collins.

Por su lado, Agnetha intentó continuar con su carrera, pero en el medio sufrió un accidente de tráfico que la volvió fóbica y ermitaña. Tanto que durante años se supo poco y nada de ella. Lejos de amedrentarse, la rubia siguió grabando canciones y volvió al ruedo en 2013 con su disco A.

Ese mismo año, se abrió en Estocolmo un museo dedicado a ABBA en el que por estos días se está presentando una nueva exhibición. El museo, además, ofrece de forma online un merchandising que va desde las clásicas tazas y remeras, hasta copas de champagne y repasadores de toalla con el famoso logo de las cuatro letras, pasando por el Monopoly de ABBA para divertirse en familia.

En diciembre de 1982 ABBA desapareció como grupo para resurgir en diciembre de este año. Con ellos volverán los clásicos como “Fernando”, “Chiquitita”, “Dancing Queen” y “Thank You For The Music”. En una de esas, Agnetha, Frida, Benny y Björn se animan a desempolvar los glamurosos trajes de lamé y a batirse el cabello como en los 70, aunque sea para inspirar a sus hologramas.

Lo que se perderá el nuevo público será la química que se generaba entre los cuatros amigos. Estos dos matrimonios, una familia, en la que el amor, el talento y los codazos en el escenario (como el que en este video Frida le propina a Agnetha) eran la pimienta de una escena en la que brillaron como nadie.

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