Aunque no se sabe muy bien cuál es el mecanismo por el que este hábito funciona para conciliar el sueño, se cree que tiene que ver con el hecho de realizar una tarea que ya ha sido interiorizada a fuerza de repetirla varias veces y que es realizada en un entorno en el que prima la monotonía y lo predecible, tanto por la vía auditiva como por la táctil. Esto hace que la ducha se vuelva en una especia de ritual que nos puede llevar a un estado similar al de trance, en el que “desconectamos” de todo.

3. Evita los estimulantes

Si sientes que el estado de nerviosismo te domina y te puede dar problemas para conciliar el sueño, ten en cuenta que el problema puede empeorar si además consumes estimulantes como el café o cualquier otro producto con cafeína o similares. Evita estos alimentos o bebidas.

4. No te atiborres de comida antes de ir a dormir

Otro de los problemas relacionados con la falta de sueño que llega con la ansiedad y el estrés es el hecho de que muchas personas, al notarse nerviosas, tratan de sentirse mejor dándose atracones de comida. Esto hace que la digestión se complique, lo cual retrasa el momento en el que se puede empezar a dormir.

5. No te expongas a la luz de las pantallas al anochecer

Una de las costumbres que más se han popularizado con la adopción del uso de las nuevas tecnologías es el uso de ordenadores, tablets y smartphones al anochecer, cuando casi todo el mundo ha terminado de trabajar o de asistir a clase y puede conectarse. Esto es una mala idea si se experimentan problemas de sueño, porque la exposición del ojo a luz a altas horas de la noche altera los ritmos circadianos, lo cual hace que el cuerpo no sepa muy bien si es de día o no

6. Practica técnicas de relajación

Este consejo es un clásico para combatir la ansiedad y el nerviosismo. Existen varios ejercicios que contribuyen a que el cuerpo vuelva a modularse hormonalmente para rebajar el estado de alerta del sistema nervioso. Muchos de ellos ponen el foco en una mejor gestión del modo en el que se respira.

7. Usa ruido blanco

El ruido blanco ayuda a desconectar, y puede ser usado al mismo tiempo en el que se permanece acostado en la cama. Por ejemplo, el sonido de la lluvia o el crepitar de una hoguera en la chimenea pueden ser muy relajantes, si empre que el volumen no sea demasiado alto. Lo ideales usar grabaciones largas, para que duren hasta después de haber empezado a dormir. Con información de www.psicologiaymente.net