Revela que proyectos eólicos y solares podrían cambiar el clima del desierto

Atardecer en las dunas del desierto de Samalayuca. Foto: Cuartoscuro / Moisés Pablo

Por Andrea Núñez-Torrón Stock

Ciudad de México. (TICbeat/SinEmbargo).- La presencia de instalaciones tanto solares como eólicas a gran escala en desiertos como el Sahara podría alterar el modelo climático de dichas zonas -especialmente la de regiones como el Sahel-, propiciando que se duplique la cantidad de precipitaciones y que se aumenten las temperaturas locales, tal y como destaca una reciente investigación estadounidense publicada en la revista Science.

Por un lado, el estudio destaca que los parques eólicos incrementan las precipitaciones al aumentar la fricción superficial, contribuyendo a transportar el aire húmedo hacia arriba y el aire caliente hacia la tierra. Precisamente la mayor presencia de lluvia causaría un mayor crecimiento de la vegetación local, reduciendo el albedo del desierto -porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre la misma- y provocando que más calor se atrape en el suelo, aumentando a su vez la evaporación y generando más lluvias.

Por su parte, la presencia de plantas solares también incrementarán el albedo del desierto, debido sobre todo a la baja eficiencia de conversión de los paneles que se comercializan en los tiempos que corren, y cuya tecnología se espera que mejore con el paso del tiempo. Eso sí, cuando la eficiencia supere el 15 por ciento actual, el cambio de albedo será ínfimo y el impacto climático, insignificante.

En la simulación llevada a cabo por el equipo de la investigación se descubrió que la energía eólica podría incrementar las precipitaciones en hasta 0.25 milímetros por día, el doble del nivel de un experimento de control. En la región del Sahel los efectos fueron considerablemente más pronunciados, con un aumento promedio de 1.12 milímetros por día. Las plantas solares hicieron que las precipitaciones diarias subiesen en 0.13 milímetros por día en el Sahara y en 0.57 milímetros en el Sahel.

En total, las renovables podrían propiciar la entrega 500 milímetros de lluvia al año en el Sahel, con los consiguientes “importantes impactos ecológicos, ambientales y sociales”, como reza la investigación, que subraya que de este modo “se podría promover el desarrollo económico en el Sahel, una de las regiones más pobres del mundo, así como proporcionar energía limpia para la desalinización y el suministro de agua para las ciudades y la producción de alimentos”.

De todos modos, no existe consenso al respecto de cuál debería ser la cantidad mínima de capacidad renovable para que exista un impacto y de todos modos, el efecto ecológico sería menor en otros desiertos del mundo “debido a su área más pequeña y distribución dispersa”, según subrayó Safa Motesharrei, uno de los autores del estudio.

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