Cuatro meses de impunidad para los asesinos de Rubén Espinosa

Patricia y Alma Espinosa Becerril, acusan que a Miguel Ángel Mancera Espinosa, jefe de Gobierno del Distrito Federal, de portarse omiso y consecuente con los asesinos del fotoperiodista, Rubén Espinosa. A cuatro meses de su crimen, sus hermanas deciden romper el silencio acusando a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) de incumplir y hasta porque no decirlo, proteger a quienes le arrebataron la vida del fotógrafo

El 29 de noviembre, Rubencillo, cumpliría 32 años. Sus hermanas han tenido que sopesar el dolor tan profundo que provocó su muerte y aunado a todo ello, entender y darle sentido a que existan personas tan perversas que ordenan sin albergar ningún tipo de humanidad, el asesinato de una persona. El 30 de julio de 2015 se convirtió en el día más doloroso de sus existencias.

Rubén Espinosa su muerte sigue impune
Rubén Espinosa su muerte sigue impune

Manteniendo un halo de silencio, Patricia y Alma prefirieron recoger los pedazos que la muerte de Rubén -su hermano menor- había dejado en sus existencias. La terrible pérdida, también las hizo constatar el cariño que muchas personas, muchos colegas, muchos fotoperiodistas, sentían por el corresponsal gráfico del semanario Proceso y Cuartoscuro. Precisamente el día de antier, un grupo de fotoperiodistas se manifestaron durante la reapertura de la línea 12 del Metro que Miguel Ángel Mancera Espinosa, jefe de Gobierno del Distrito Federa, llevaba a cabo. Le exigieron el esclarecimiento del multihomicidio perpetrado en la colonia Narvarte. Este acto logró motivar a Patricia y Alma en salir de su silencio luctuoso, pero también demostrar, que el asesinato de la Narvarte, perseguirá a este “enano” en el poder.

Acusaron en diferentes medios de comunicación nacionales, sobre las inconsistencias en las investigaciones que la PGJDF ha incurrido en el asesinato de Rubén, Nadia, Alejandra, Yesenia y Mile; en la falta de compromiso de Mancera Espinosa quien había prometido esclarecerlo en tiempo y forma. Pues en ninguno de los casos ha cumplido. Cuatro meses después, al parecer a Mancera aún no ha logrado acomodarse en su silla para ordenar que se le haga justicia a Rubén. Sus hermanas, le exigen que no cierre el caso y pretenda darle carpetazo con la detención de los tres sujetos, que supuestamente fueron quienes orquestaron el asesinato.

“Se comprometió a que este caso se iba a aclarar. Yo creo que no es justo que lo cierren si no tienen los elementos para decir realmente ‘los que están ahí son culpables (…)  La PGJDF debe explicar lo que ocurrió la tarde del viernes 31 de julio en el departamento 401 del edificio número 1909 de la calle Luz Saviñón (…) No puede ser que nadie escuchó los disparos, eso es imposible desde nuestra lógica. Que nos digan de quién es el ADN masculino que se encontró en una cuerda (una de las usadas en el estrangulamiento de una de las víctimas) y que no corresponde ni a los detenidos ni a Rubén (…) También el por qué en el expediente no existe información sobre la labor profesional y el activismo de Rubén y Nadia en Veracruz, ni sobre las intimidaciones que sufrieron (…) Que nos demuestren el por qué dicen que fue una cuestión de drogas (…) o si tiene que ver con su labor periodística, que se investigue. Que nos aclaren que pasó dentro del departamento en realidad (…) Hay otras dos personas implicadas al menos, pero la PGJDF no ha querido investigar sobre ellos ni sobre las llamadas (telefónicas) que recibieron antes, durante y después del periodo en el que se cometió el homicidio”.

Para Patricia y Alma, el procurador de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza no ha sido imparcial en las investigaciones, pues con dolo ha dejado muchos cabos sueltos. Líneas de investigación muy importantes para el esclarecimiento del multihomicidio, pero evidentemente, dejaría al descubierto a los verdaderos autores intelectuales. Se conocería con dicha acción, de cual oficina salió la orden de privar de la vida a Nadia Vera Pérez y Rubén Espinosa Becerril. Y aclarar que Mile, Yesenia y Alejandra, tuvieron la desgracia de estar en hora y circunstancia con dos nocivos del gobierno de Javier Duarte de Ochoa. Es decir, ellas se podrían conseguir que son víctimas de los daños colaterales.

Tampoco Miguel Ángel Mancera Espinosa ha querido indagar sobre las acusaciones que tan puntualmente hicieron tanto Rubén y Nadia en video grabaciones y entrevistas, donde señalaban directamente al gobierno de Veracruz y principalmente al ejecutivo estatal, como el principal responsable de las vejaciones que sufrieron y también, sobre cualquier agresión que un futuro padecieran.

“No estamos casados con ninguna línea de investigación, queremos elementos objetivos que descarten o confirmen las detenciones arbitrarias que sufrieron Nadia en diversas manifestaciones, cómo fue golpeado Rubén en las manifestaciones de septiembre del 2013 en el desalojo de maestros de la plaza Lerdo, el seguimiento, el hostigamiento que sufrió y que finalmente lo orilló a regresar a la Ciudad de México en junio de este año”

Rodolfo Ríos Garza, titular de la PGJDF, sólo atina a “desatinar”. A los medios de comunicación les dice que no puede decir nada por el amparo que interpusieron la familia del fotoperiodista en donde a la dependencia “procuradora de justicia” le impide informar sobre la situación en la que se encuentra el expediente de Espinosa Becerril y las cuatro mujeres asesinadas. Se cree muy listo al decir que los “resultados” se están viendo. Protege y solapa con absoluta eficiencia a quienes llevan en su conciencia el asesinato de estos cinco seres humanos.

La muerte de Rubencillo, de Nadia y sus compañeras de departamento, al parecer contarán con la mano negra “solapadora” de Mancera. El jefe de Gobierno sabe quiénes son los asesinos, por ello, buscará las mil y una forma de protegerlos con la ley en la mano. Para eso es. Para resguardar a los verdaderos delincuentes.

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