Política pública para el bien común y no asistencialismo/ Grandes Verdades

- en Opinión

En este momento crucial, porque viene en unos meses la presentación de la Ley de Ingresos 2016 y el Presupuesto de Egresos para el 2016, es importante valorar uno de los puntos más usados para engañar a los mexicanos: La Política Social.

Si se revisan los presupuestos históricos que se han usado en México para política social veremos que son los más abultados y muy mal usados, porque seguimos con desigualdades y rezagos importantes.

Todo un fiasco ha resultado la política social de EPN, la mayoría de las delegaciones de SEDESOL; desvían recursos a campañas de proselitismo del PRI y no hay sanciones
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Danza de miles de millones de pesos usados para el campo, salud, educación y desarrollo social, con los nombres de programas que quieran ponerle. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y su regulación se encuentra en un decreto presidencial del 2005 en cada una de sus evaluaciones nos demuestra cómo ha funcionado la política contra la pobreza, esperaré su última evaluación que publicará el próximo jueves 23.

En próximo artículo publicaré lo relacionado a ese resultado, por lo pronto es bueno saber que sucede con las acciones y programas de Desarrollo Social que suman 5904: Federales son 233, estatales 3788 y municipales 1883.

Pero hace unos días el INEGI publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2014 y está para pensar que debemos hacer.

La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2014 tiene como objetivo proporcionar un panorama estadístico del comportamiento de los ingresos y gastos de los hogares en cuanto a su monto, procedencia y distribución. Adicionalmente, ofrece información sobre las características ocupacionales y sociodemográficas de los integrantes del hogar, así como de las características de la infraestructura de la vivienda y el equipamiento del hogar.
De acuerdo con los resultados de la ENIGH 2014, el ingreso corriente total decreció en -3.2% en términos reales, con respecto a 2012. Por su parte, el ingreso corriente promedio por hogar se ubicó en 39 mil 719 pesos trimestrales, lo que representa un decremento de -3.5%, a precios constantes, con respecto a 2012.

En cuanto al gasto la encuesta muestra que los rubros a los que los hogares destinan mayor gasto son: alimentos, bebidas y tabaco: 34.1%, transporte y comunicación 18.1%; educación y esparcimiento 14%.

Que nos debe hacer reflexionar las cifras presentadas que vamos en retroceso en cuanto a los ingresos por hogar, que algo está mal en las políticas públicas gubernamentales, que hay menos empleo y se gana menos lo que lleva a bajar la calidad de vida de las personas. Aunque la diferencia es que en lo hogares más pobres el 50.7% de sus ingresos los gastan en alimentos, bebidas y tabaco.

La Secretaria de Desarrollo Social nos informó que le reducirán el presupuesto en el 2016, claro para fines de gasto corriente, que no afectará a los programas lo cual no es garantía de desarrollo, la misma encuesta referida anteriormente nos presenta como resultado del total del ingreso corriente monetario de los perceptores que vivían en las localidades con menos de 2 500 habitantes, el 19.8 % lo obtuvieron de transferencias de instituciones de gobierno o privadas, o de otros hogares; el 55.9 % como remuneraciones por trabajo subordinado y 18.0 % por ingresos del trabajo independiente. Por el contrario, en las zonas de 2 500 y más habitantes las transferencias representaron el 13.8 % del ingreso de los perceptores, mientras que el 70.2 % del ingreso fue producto de remuneraciones al trabajo subordinado. Cifras nada alentadoras.

A que nos debe llevar el conocer estas cifras, a exigir que el Presupuesto de Egresos sea más enfocado en el Desarrollo Humano y que los órdenes de gobierno responsables de ejercerlo lo hagan con eficacia y eficiencia, sin populismos ni asistencialismos.

Urge que la Política Social Mexicana sea para el desarrollo de México, el crecimiento humano y no para el asistencialismo clientelar de los gobiernos.

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