Tomás Trueba Gracián/ Grandes Verdades
Mucho de lo escrito y opinado por un servidor puede causar confusión e incluso malestar. Saben que soy una persona que participo, aunque ahora estoy en un “descanso inmerecido”, en la política, miembro de un Partido, pero eso no me quita mi objetividad, ni me limita la capacidad de opinar y ser un crítico.

La política es una cosa humana, es humana porque el centro de la misma es la persona humana, porque su fin ético es el bien común. La política solo se entiende con la participación de todos, se ha dicho que “La política es tan buena, que no debe dejarse solo en manos de los políticos”.
Por lo tanto un fin de la política debe ser una vida con democracia, con igualdad, con principios subsidiarios de cada ciudadano y no debe convertirse en el ring de los actores en turno. Es muy válido que se recuerde la historia de cada gobierno, de cada Partido, de cada candidato, lo que no es válido es querer pensar que somos idiotas y sin memoria.
Cada cosa en su lugar, cada persona debe ocupar su espacio, el espacio que se ha forjado en la historia y por lo tanto lo que requerimos no es tanto “bombardeo publicitario” mucho en base a calumnias y verdades a medias. Lo que nos merecemos es escuchar propuestas, es conocer las plataformas electorales de cada contendiente, que nos digan de sus propuestas anteriores cuales se realizaron y cuales no y el porqué.
En este proceso que vivimos, por cierto, con hartazgo, nos harán favor de entregarnos más de 10 millones de comerciales y anuncios. ¿Por qué no usar ese tiempo y dinero para debates públicos? ¿Por qué no usarlo para promover una mayor participación de la ciudadanía? Un acercamiento de compromiso, no de “vales y firmas” sino realmente escuchar y hacer suyas las propuestas y peticiones ciudadanas.
No he escuchado hasta el momento una propuesta seria que nos diga cómo darnos una vida digna en los municipios, darle vida digna a la familia, dejar la política populista y asistencialista, por ejemplo.
Se cuelgan medallas que no les corresponden, no olvidamos que las Reformas Estructurales salieron gracias al acuerdo que se logró entre los tres principales Partidos y sus legisladores, no fue algo impulsado por el Ejecutivo Federal, es de lo poco que debemos reconocer del trabo legislativo de los actuales actores del Congreso. Me tocó hace unos años luchar por una Reforma Hacendaria Integral entre otras y que pasó, nada, no hubo generosidad de los legisladores de oposición en su momento, eso no debe olvidarse.
Es por eso que llegó el momento de que cada elector vaya y hable con su voto, no se abstenga de decidir, con valor e inteligencia escoja lo que se merece esta Nación. Pedir que haya transparencia, palabra y tema muy socorrido por los gobernantes, pero sin frutos, por cierto aún no sale la ley reglamentaria de Transparencia ¿Y así esperan que les creamos?
No dudo a priori de la capacidad y honestidad de las personas que hacen su esfuerzo en campañas para lograr el objetivo de formar parte de un gobierno, pero sí me incomoda ver que no hay cambios en su actuar general y en su discurso. Es por eso que el esfuerzo que deben hacer para convencernos a cada uno de darles un voto tendrá que ser mayor a lo que se ha hecho hasta el momento.
Al darles el voto nos hacemos corresponsables de sus actos, nos volvemos sus cómplices, así que Partidos y candidatos salgan ya a las calles con propuestas serias, realizables y con la respuesta de cómo lograrlo, nosotros estaremos pendientes y exigiendo su respeto.
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