“Ante una lista de candidatos se piensa que, felizmente, solo puede ser elegido uno”: Noel Clarasó.
Estamos viviendo el año 2015, un año que como los anteriores o mejorados, los medios de comunicación cada día son más, con técnicas de información y redes sociales que no dejan nada oculto. Un año de avances y retrocesos en el mundo y con nuestro México sin un rumbo definido.
Vivimos políticas federales, estatales y municipales sin coordinación, sin democracia participativa, en donde el ciudadano poco importa, con temas y discursos muy trillados promesas y compromisos de una vida mejor cada día y ahora para completar el panorama otro proceso electoral.
En México ya tenemos instituciones que funcionan para cuidar la democracia, que una de sus razones de ser es la participación y educación ciudadana.
Pero veamos si como nos dicen en uno de los cientos de miles de spots diarios que escuchamos podemos tener la fortuna de razonar el voto. Y lo pongo así porque la educación cívica y el entendimiento que votar no son un solo derecho sino una obligación, la educación debe empezar en casa, seguir en la escuela y reforzarse por las instituciones gubernamentales y no gubernamentales.
Hoy hablamos de la libertad de sufragar, de la libertad de conciencia al acudir para elegir a nuestros gobernantes y representantes, pero es en realidad aún un sueño, no tenemos la democracia ni el sistema propicio para hacerlo.
Un poco menos de la mitad de los mexicanos que votamos crecimos en épocas de turbulencia, en épocas de una ausencia total de democracia, libertad y respeto a nuestra decisión plasmada en las urnas. Vivimos la simulación, no me iré muy lejos solo la década de los 60, 70 y la mitad de los 80 donde escuchábamos “para que voto si siempre gana el PRI”. Fue una etapa de simulación y de fomento a la apatía para lograr la abstención y manejar las papeletas al gusto.
Después en la segunda mitad de los ochenta y hasta la fecha hemos evolucionado, bueno es tanta la evolución que hoy estamos saturados de Partidos y candidaturas independientes en busca del voto ciudadano. Sí se respeta un poco más la voluntad ciudadana, sí hay más participación, pero seguimos sin cambios reales en el discurso y oferta política.
¿Cómo vamos a razonar el voto, si no nos permiten conocer a fondo la realidad de cada candidato y su Partido? ¿Cómo vamos a razonar el voto si vemos campañas basadas en la diatriba y el desprestigio? ¿Cómo vamos a razonar el voto sino vemos propuestas concretas, reales, y sobre todo que de los compromisos y promesas no nos dicen como las llevarán a cabo?
Los temas de moda, lo que más escuchamos en las campañas es el mismo “rollo” que tenemos desde la década de los 70, anticorrupción, rendición de cuentas, vida digna, reforma fiscal, desarrollo económico etc. ¿Por qué en tantos años no se ha logrado? Sencillo porque no hay acuerdos cupulares y al momento de decidir solo ven lo próximo y no el futuro.
Los candidatos a diputados nos hablan de sus reformas que harán, pero no explican que para lograr esos propósitos se necesita la voluntad de la mitad más uno de los diputados en la Cámara o más si es reforma Constitucional.
¿México lo que necesita son más leyes? Considero que necesitamos un Congreso que revise y actualice el marco jurídico vigente, no solo hacer más leyes sino lograr leyes que sean adecuadas para el bien común y que las que existen el Poder Judicial las aplique y no haya impunidad.
En este proceso electoral, que para nuestro estado de Veracruz solo será elección de Diputados Federales, vivimos todo un espectáculo desesperanzador, con un INE novato y sin madurez, donde las propuestas caen en la vulgaridad, populismos, mercadotecnia barata, violencia, asesinatos, sin libertades de expresión para la opinión pública, ríos de dinero y muchos candidatos mal preparados.
Ante este panorama ¿Cómo razonar el voto? Lo que nos queda es valorar el historial de vida de cada candidato, el historial de vida de cada Partido, acudir a las urnas, no caer en el abstencionismo, no seguir el boicot, eso no es bueno y ya una vez en la soledad de la casilla con conciencia ciudadana elegir a quien nos representará y a quien tendremos que pedirle cuentas.
Comentarios