
San Juan Evangelista/ Ver.- Un pollo aprieta el pico y titirita de frío en la casa de Elena Rodríguez Hernández, en la calle Rebsamen. La mujer, de 60 años, revolotea contra el suelo con su escoba para sacar la suciedad. Hace unas horas tenía metido el río San Juan en su casa.
«Cuando se vino el golpe de agua, yo no estaba en Acayucan; la Comisión me cortó la luz y fue a pagar. Fue como a las 11 de la mañana del lunes que que vino el primer trancazo de agua. Yo supe y me vine rápido, en taxi, a rescatar mis pertenencias», relató.
Ella vive en la cabecera, con otros 2 mil 400 habitantes, a varios metros del río; sin embargo, tan grande fue la potencia de los tirantes de agua, que hasta el cuadro de pelota quedó tapado.

«En la noche se escuchaban como las vacas iban por allí, pobrecitas, no más se oía como las arrastraba el agua y ellas luchaban, ha de haber montones de animales muertos«, se dolió Elena.
Estimaciones del ayuntamiento hablan de al menos 400 cabezas de ganado extraviadas, para esta región, netamente ganadera, el simple hecho de la muerte de una vaca es una tragedia para el pequeño propietario.
El alcalde del municipio, Abel Vázquez, reportó a medios de comunicación de Acayucan y de Coatzacoalcos que todo fue puesto bajo control, y que fueron afectadas una 30 viviendas y gracias a la prontitud de su respuesta, se evitaron daños mayores.
Sin embargo, en cada esquina de este pueblo, famoso por ser la última morada del cacique Cirilo Vázquez Lagunes, hablan mal del alcalde panista y ex diputado.
«Ese señor no arregla nada, hace mucho tiempo le pedimos reparar el drenaje de la casa, y no lo hizo, ahora tenemos un tiradero de agua puerca de popa con la que trae el río y se nos metió a la casa», contó Susana Ortiz Guerra, de la calle Córdoba.
La mujer muestra los estragos dejados por el caudal en casa de su hijo, Sotero Ortiz. Parece una escena salida de la mente de Salvador Dalí: colchones, cubos con enseres domésticos, repisas y la alacena colgadas del techo. A un metro y medio del suelo.
Como la de Sotero, son al menos 50 viviendas alrededor de la cabecera municipal las afectadas. El ayuntamiento dispuso de un espacio en el DIF para albergar a una 30 familias, aunque la mayor parte recurrieron a irse a casa de vecinos, pues esperan que el río descienda gradualmente.

Los pobladores de San Juan se dicen molestos porque «no hubo avisos por parte de las autoridades, las cosas se echaron a perder, si sabían de este golpe de agua, tenían que haber hecho algo«, reclamó un ciudadano vecino del ayuntamiento, al ver la mitad de su casa copada por río.
Los reportes de la Secretaría de Protección Civil del gobierno de Veracruz y de la Secretaría de Marina hablan de un incremento en las lluvias en los estados de Guerrero y Oaxaca, cuyos afluentes de respuesta rápida alimentan a varios de Veracruz, entre ellos el San Juan, trayendo una importante avenida de agua.

Aunque entre los pobladores también se comenta un posible desfogue en las presas de Oaxaca que por lo regular impactan en las cuencas bajas de Veracruz, lo que no ha sido confirmado por autoridades.
«Yo no quería que me pasara lo mismo de hace cinco años, cuando creció ye se llevó todo. Esa vez perdí mis cosas, la cama, la estufa, mis animales, tenía pollitos y todo lo arrasó», retoma Elena Rodríguez mientras mira a su pollo con frío, encerrado en una jaula, como si fuera el más preciado tesoro, al recordar las inundaciones dejada por el huracán Karl y la depresión tropical Mattheu que impactaron en más del 68 por ciento del territorio veracruzano.
ya andan inundando pueblos pa robarse lo del fonden,