
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis. (apro).- El Papa Francisco puso fin hoy a décadas de exclusión de una Iglesia que optó por los pobres, que rescató las raíces ancestrales autóctonas e inculcó una visión liberadora.
En el interior de la catedral de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, el Papa Francisco oró hoy frente a la tumba del obispo Samuel Ruiz García y la bendijo, lo que ha sido interpretado por los más cercanos por el jTatik Samuel como una integración o reivindicación a la labor construida a lo largo de 50 años.
“El hecho de que el Papa Francisco tenga un momento de oración, de silencio frente a la tumba de jTatik Samuel es sumamente significativo, es avalar un trabajo, un caminar de 40 años. Muy semejante al obispo defensor de los pobres, Fray Bartolomé de las Casas, al principio de la época de la colonia”, dijo el párroco de Bachajón, José Javier Avilés Arreola, miembro de la Compañía de Jesús.
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