Pueblo de Poza Rica despide a los sacerdotes asesinados en medio de llanto y exigencia de justicia

Cientos de habitantes de Poza Rica se dieron cita para despedir a los sacerdotes asesinados, en medio de la indignación y repudio
- en Sociedad

Poza Rica, Ver..- Cientos de gentes en esta ciudad, se congregaron en la iglesia Nuestra Señora de Fátima para darle el último adiós a los dos sacerdotes Alejo Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, asesinados. Tuvo lugar una emotiva misa que fue oficiada por el obispo de la diócesis de Papantla, José Trinidad Zapata.

“Esto es lo que vive el pueblo y ahora nos ha tocado a nosotros. En oración para pedirle a Dios por la paz, que las autoridades no nos la están dando. Pedimos a las autoridades que hagan lo suyo y nosotros trataremos de tomar medidas de precaución.

“Tal parece que se nos está saliendo de control (…) estamos muy consternados con esta noticia y en oración con su eterno descanso, una vez más comprobamos que la violencia y la inseguridad se han enraizado en nuestra sociedad, esperamos que las autoridades esclarezcan el crimen”, dijo.

En la misa de cuerpo presente la población lloró y pidió a Dios por el eterno descanso de sus almas
En la misa de cuerpo presente la población lloró y pidió a Dios por el eterno descanso de sus almas

En tanto, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, entrevistado en el marco del funeral de despedida de los dos sacerdotes asesinados, también se sumó a la exigencia de justicia. 

El arzobispo Hipólito Reyes Larios solo se atrevió a comentar que la inseguridad ya rebasó al gobierno y aseguró que ya existen medidas de seguridad en algunas parroquias del estado, pero no dijo cuáles.

Sus comentarios fueron muy breves. Su cara lucia bastante seria y adusta.

En tanto, la gente católica seguidora de la labor pastoral de los párrocos asesinados, se volcaban sobre los féretros llorando, mirando al cielo, rogando a Dios por el eterno descanso de sus almas.

Otros, pedían justicia. Doña Cristina Fuentes, dijo:

«Quienes lo hayan hecho no sienten temor a nada, no sienten miedo a Dios, los padres eran personas buenas, no se metían con nadie», comentó una de las mujeres a las afueras de la Parroquia mientras limpiaba sus lágrimas.

Una mas agregó: «El padre Nabor era un buen hombre, jamás tuvimos ningún problema con él. Siempre atento daba las misas, platicaba con la gente, le gustaba ser amigo de la gente, por eso vea que la iglesia está hoy a reventar, con nuestras presencias estamos agradeciendo toda su entrega desde que llegó aquí hace algunos años».

Fue una misa donde se sintió la oración. La gente estuvo muy conmocionada por tener ahí frente a ellos, los restos de los dos sacerdotes que a últimas fechas, habían reforzado su labor pastoral en aras de recuperar a feligreses que la iglesia católica está perdiendo por la llegada de los cristianos, mormones y otras iglesias a esta zona norte de Veracruz.

Cuando llegó, el obispo de la diócesis de Papantla, la inconformidad de la gente estaba fuerte ya que los pobladores querían que la fiscalía le quitara las cintas amarillas a las puertas de la iglesia para poder pasar y rezar por el eterno descanso de las almas de los asesinados.

Toda la mañana la gente estuvo esperando que la fiscalía ordenada retirar las cintas amarillas que prohíben el paso a un escenario de homicidio o de violencia. Ya por ahí de las 4 de la tarde, un ministerial retiró las cintas cuando supo que a la misa llegaría un prelado a oficiar la misa de cuerpo presente. 

De no haberlo hecho, la misma población habría irrumpido. Ya de por sí, están molestos, indignados, hartos de la ineficacia que han demostrado las autoridades de los 3 niveles de gobierno para el regreso de la paz también ha esta zona norte del estado de Veracruz donde todos los días hay secuestros, extorsiones, levantones, desapariciones, robos, y demás.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *