Extrema pobreza y falta de oportunidades eleva cifras de migrantes en 13 municipios veracruzanos

Daniela Jácome7 Veracruz, Ver. En los campos veracruzanos se vive el hambre, las carencias, la falta de estudios y servicios básicos, en las zonas serranas no existen ni carreteras ni transporte público.

Mixtla de Altamirano por ejemplo es el municipio más pobre de Veracruz, donde las tortillas con sal son un manjar que pocas veces se puede disfrutar. Donde los niños no tienen acceso a la educación y el techo que cubre sus delgados cuerpos está tan lleno de agujeros que parecen coladera. Por si fuera poco los fríos son extremos por la geografía del lugar, y los abrigos escasos.

En las zonas donde la peculiaridad del terreno permite sembrar maíz, frijol y café los pobladores tratan de subsistir viviendo del campo, sin embargo, son muchos los motivos que hacen que las pérdidas sean más que las ganancias, las plagas que hacen que los frutos se echen a perder y los pocos que se logran madurar son vendidos a los coyotes que en su mayoría pagan una quinta parte del valor real. Estas condiciones de vida en los campos veracruzanos para los pequeños productores hacen que el fenómeno migratorio avance sobre manera.

En Veracruz, los migrantes no solo se concentran en las zonas serranas, el fenómeno se ha convertido en mayor medida de jóvenes estudiantes y profesionistas en busca de mejores oportunidades de empleo.

Los municipios de Veracruz que tienen un mayor número de migrantes en Estados Unidos son Xalapa capital del estado; en primer lugar con 3 mil 72, seguido de Tierra Blanca con 2 mil 583 migrantes, Veracruz con 2 mil 412.

Córdoba se ubica en el noveno lugar con mil 196 hogares y Martínez de la Torre con mil 186, Pánuco con mil 179, Tihuatlán con mil 68, Coatzacoalcos con mil 56, Minatitlán con 819, Orizaba con 738, Boca del Río con 716 y San Andrés Tuxtla con 696.

Estas cifras sacadas de la CONAPO revelan que 13  de los veinte municipios con mayor cantidad de personas son también los que más se ven afectados por el fenómeno de migración a Estados Unidos.

Carlos Garrido de la Calleja, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana (UV) y experto en temas migratorios, comentó que en Estados Unidos hay alrededor de 1 millon 800 mil jóvenes estudiantes de todo el mundo que son beneficiados con programas educativos están en la mira de Donald Trump para ser retornados a sus países de origen, esto traería desde luego consecuencias a nuestro país pero sobre todo a la calidad de vida de los estudiantes mismos.

“El retorno forzado o involuntario resultado de una política migratoria persecutoria de Donald Trump se puede incrementar en términos insospechados, no sabemos la dimensión de lo que puede ocurrir con una deportación masiva.

“De cancelar estos permisos esos jóvenes no podrán gozar de sus derechos ni trabajar, ni en las universidades a estudiar”, afirmó.

De ese millón 800 mil jóvenes, al menos hay estimando de 120 mil a 80 mil jóvenes veracruzanos que están estudiando en el país norteamericano “La pregunta es, ¿El gobierno del Estado de Veracruz está capacitado, tiene la infraestructura educativa de salud, laboral, de Derechos Humanos, para atender a estos jóvenes en potencia deportados?, la respuesta es no”.

Veracruz, señaló es uno de los estados más atrasados en materia migratoria porque no tiene una política migratoria concurrente con la federación funciona únicamente con reacciones  pero no con propuestas reales.

———–

Rubén Figueroa, activista del Movimiento Migrante Mesoamericano comentó que la situación que está dando en Estados Unidos es un caos, los migrantes no solo mexicanos sino de todo Latinoamérica están siendo cazados por las autoridades estadounidenses para ser deportados.

Viven un verdadero infierno que incluso han tenido que cambiar su modo de vida para poder mantenerse alertas, mientras uno trabaja el otro cuida el hogar para que no los sorprenda la policía.

Señaló que solo por ser detenidos ya sea por manejar sin el cinturón de seguridad con eso basta para que sean detenidos remitidos a los separos y allí son llevados a migración.

“Recordemos que en algunos condados, migración y la policía tienen convenio y pasan información, cada vez que un migrante sea detenido por cualquier razón, sea la menor razón esos pasan la información a migración y van por ellos (…) ya hay deportaciones como tal, esto no quiere decir que sean delincuentes, muchos de ellos tienen que manejar para ir a sus trabajos y no tienen licencia porque la autoridad no se las otorgan pues están de manera ilegal”.

________________

Jonathan Limón, vive en Texas desde hace 14 años, se fue de Veracruz porque no había oportunidades de empleo ni crecimiento, opto por lo que creyó sería una mejor vida. Es originario de un municipio pequeño “Zamora Caletón” que pertenece a Ángel R. Cabada, donde no hay empleos más que el ganado y la siembra de caña de azúcar. Allí el que no es jornalero cortando caña o conduce un camión hacia el ingenio de azúcar que está en otro municipio cercano. Lo máximo que se gana son 70 pesos diarios.

De tez blanca y ojos claros, con las facciones de un adulto pero joven, tiene 32 años y desde los 18 que salió del bachillerato emigró, dejó a sus padres y emprendió el viaje. Al llegar a Estados Unidos en el 2003 la vida fue difícil, no encontraba trabajo, aunque su aspecto nunca fue de un nativo mexicano le costó poder acomodarse en una fábrica, pues no tenía ningún tipo de documentos.

“Lo bueno que tiene estar acá en Estados Unidos, es que ganas en dólares, no es como en México que apenas y te pagan 100 pesos por un día de trabajo, acá es por hora, es mejor, si te aplicas y chambeas duro vienes ganando en un día hasta 20 dólares la hora”, afirmó.

En el 2009 lo deportaron y junto con su hermano tuvo que regresar a tierras jarochas, la “migra” lo agarró y tuvo que dejar su casa, su hija, su familia que había construido con el paso del tiempo. Espero unos meses y como pudo retorno al país norteamericano y retomó su vida, inició de cero y compró nuevas cosas para su casa.

Ahora con la llegada de Donald Trump a la silla presidencial del que es el país más poderoso del mundo todo se ha complicado, la vida no es la misma, los migrantes tienen que esconderse de todos, no pueden transitar por las calles con la misma libertad, ya hasta eso les quitaron.

Señala que en Texas la policía ahora comparten la función de la policía migratoria, “cualquiera puede detenerte y deportarte”.

“Incluso hay un señor fíjate lo que le pasó, le robaron su camioneta y denunció, llegó la policía a su casa a investigar le preguntaron su nombre  y al ponerlo en una máquina que traen arrojó que ya había sido deportado  y lo regresaron a México, perdió todo su familia, sus cosas, todo todo, su familia se quedó y a él solito lo mandaron a México”, narró con un gesto firme pero al mismo tiempo de incertidumbre.

Al hablar de sus amigos su ceño se frunce, se queda pensando, imaginando como estarán viviendo días obscuros, pues tiene dos amigos mexicanos que desde los 3 años viven indocumentados en ese país, pero ni siquiera hablan español, toda su vida ha sido Estados Unidos, tienen familia e hijos  y fueron deportados a México.

“Si son mexicanos pero solo porque nacieron allá pero jamás vivieron allá, no conocen nada allá, incluso ni siquiera hablan español, sus niños uno de ellos tiene dos, uno de 5 años y otro de 7 años, ellos si están sufriendo, yo como quiera que sea pues si tengo a mi hija pero ya está con su mamá”, afirmó.

Al referirse a Donald Trump lo hace con particular enojo, “está loco ese tipo, es bipolar, hoy habla bonito dice cosas buenas y mañana sale con otra onda ya no sabemos qué va a pasar”.

Narró que lo que va a suceder son redadas en los trabajos para deportar de forma masiva a todos los indocumentados. Dijo pensaba volver a México este año de  vacaciones pero ahora lo único que espera es que lo deporten y volver con familia para no volver, al menos en el tiempo que gobierne Donald Trump.