Científicos han podido identificar tendencias suicidas con resonancias magnéticas cerebrales y las preguntas adecuadas

Revista Colombiana de Anestesiología
- en Salud

Xalapa/Ver. – (ABC): Gracias a un método que combina imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) con un algoritmo de palabras relacionadas con la muerte y la vida será posible distinguir a personas con tendencia suicida de otras no suicidas con gran precisión. Este método, del que reporta un estudio publicado hoy en «Nature Human Behaviour», también puede distinguir entre las personas con ideas suicidas que sí han hecho una tentativa de suicidio de aquellos que no lo han hecho, a pesar de tener tendencia.

Los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y de la de Pittsburgh (EE.UU.) subrayan que su trabajo «es único» en la medida en que identifica «alteraciones conceptuales» asociadas con la ideación y el comportamiento suicida, utilizando algoritmos de aprendizaje automático para evaluar la representación neuronal de conceptos específicos relacionados con el suicidio. Según Marcel Just, «esto nos abre una ventana al cerebro y a la mente, y nos desvela de alguna manera cómo piensan las personas suicidas sobre el suicidio y sobre los conceptos relacionados con la emoción». De acuerdo con otro de los autores, David Brent, gracias a este estudio «podemos saber si alguien está considerando suicidarse por la forma en la que está pensando en los temas relacionados con la muerte».

Los resultados del estudio son realmente sorprendentes. Los investigadores presentaron una lista de 10 palabras relacionadas con la muerte, 10 con conceptos positivos y 10 palabras con ideas negativas a dos grupos de 17 personas con tendencias suicidas y a 17 individuos sin ellas. El algoritmo identificó correctamente a 15 de 17 pacientes como pertenecientes al grupo suicida y a 16 de 17 individuos sanos como pertenecientes al grupo control.

La evaluación del riesgo de suicidio es uno de los problemas más retadores a los que se enfrentan los profesionales en salud mental

El siguiente paso fue investigar solo a los pacientes suicidas, que se dividieron en dos grupos: los que habían intentado suicidarse (9 participantes) y los que no (8). Los autores diseñaron un nuevo algoritmo que distinguió correctamente entre los que sí intentan suicidarse y los que no lo intentan en 16 de los 17 casos.

Los investigadores reconocen que la muestra es pequeña, pero creen que métodos de neuroimagen funcional similares tienen el potencial de convertirse en una importante herramienta médica para el diagnóstico de trastornos neuropsiquiátricos. Sin embargo, como señala el investigador Barry Horwitz, de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU., en un News & Views adjunto, si se replica y extiende a otras poblaciones psiquiátricas, este método desarrollado y otros de neuroimagen funcional similares tienen el potencial de convertirse en una importante herramienta médica para el diagnóstico de trastornos neuropsiquiátricos. En cualquier caso, Just y Brent esperan que su enfoque sirva para «salvar vidas».

esto nos abre una ventana al cerebro y a la mente, y nos desvela de alguna manera cómo piensan las personas suicidas sobre el suicidio y sobre los conceptos relacionados con la emoción

Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 800.000 personas fallecen por suicidio cada año en el mundo. En España se registraron 3.602 muertes por suicidio en 2015, último año con datos del INE. Se quitaron la vida 2.680 hombres y 922 mujeres. Es, con mucha diferencia, la principal causa de muerte no natural. La evaluación del riesgo de suicidio es uno de los problemas más retadores a los que se enfrentan los profesionales en salud mental: los pacientes suicidas con frecuencia disfrazan su intención de suicidarse, mientras que las predicciones de los clínicos sobre el riesgo de suicidio han demostrado ser deficientes.

Ante la falta de ‘chivatos’ de tendencia suicidas los datos de este trabajo presentan una ‘ventana’. Las imágenes cerebrales parecen estar surgiendo como una vía que permitirá que el diagnóstico y la evaluación del tratamiento. La fMRI genera señales relacionadas con la cantidad de actividad neuronal en un gran número de áreas cerebrales con una resolución espacial de unos pocos milímetros; serían como imágenes de tendencias suicidas.

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