Ya no existe la fantasía, porque la realidad es fantástica: Tim Burton

Por Merry MacMasters y Ana Mónica Rodríguez/

Ciudad de México. (La Jornada). El mundo actual asusta. El cineasta y dibujante Tim Burton (Burbank, 1958) siempre lo ha visto así. Ahora el mundo me está alcanzando, expresó el director de películas como Alicia en el país de las maravillas, El joven manos de tijera, Frankenweenie, Sweeney Todd y Beetlejuice, en un encuentro ayer con la prensa, antes de la inauguración de El mundo de Tim Burton, exposición antológica de más de 450 piezas –realizadas a lo largo de cuatro décadas–, la cual abarca dibujo, pintura, instalaciones escultóricas, títeres, fotografías e imágenes en movimiento, en el Museo Franz Mayer.

Ya que lo miedoso del mundo se ve como normal, resulta más difícil inventar historias locas y disparatadas. Ya no existe la fantasía, porque la realidad es fantástica, aseguró Burton a pregunta expresa.

La muestra es un viaje que implica sumergirse en el pensamiento y emociones del cineasta estadunidense, creador de personajes fantásticos e icónicas películas, que oscilan entre lo cómicamente grotesto y lo sinceramente excéntrico.

Cada una de las obras y la filmografía de Burton “están marcadas por la dicotomía y la amalgama, el juego entre géneros aparentemente opuestos del humor y el horror, el conflicto entre la niñez y la adultez, representados por el contraste entre la imaginación y el cinismo; así como la imagen del ‘marginado incomprendido’, quizás el tema más notable del realizador, y frecuentemente, la mezcla de hombre, criatura y máquina”, se lee en la introducción a la exhibición.

Compleja práctica imaginativa

El expositor arribó a la matutina rueda de prensa derrochando sonrisas y ataviado con un traje negro y una camisa café oscuro informal. En todo momento fue tratado como la figura que es; sin embargo, al término del encuentro de media hora autografió un cuadro, así como algunos cuadernos y hojas sueltas de los múltiples reporteros, fotógrafos y camarógrafos presentes.

La muestra fue curada por Jenny He, encargada de la colección de Burton. Se divide en varios apartados como Alrededor del mundo, Personajes de películas, Lo carnavalesco, Festividades, Trabajos figurativos. ¿Hombres, mujeres o criaturas?, Influencias, Los rechazados incomprendidos y Proyectos no realizados.

Para los visitantes que sólo conocen las películas de Burton, la exhibición –creada especialmente para México– los introducirá en su compleja práctica artística y prolífica producción creativa, indicó He.

Para el expositor lo interesante del guion curatorial es que permite al espectador ver las ideas que se convirtieron en proyectos fílmicos, con animación o acción en vivo, un libro, una fotografía o sólo un dibujo, u otras que se quedaron en el tintero. Todo, aseguró, es parte del proceso creativo, aunque reconoció que de vez en cuando abre el clóset para ver qué no se ha hecho.

Burton hizo hincapié en haber desarrollado su arte gracias al cine: “Crecí en Burbank, California –hogar de los estudios Disney–, que no es conocido como el centro de arte del mundo. Nunca había ido a un museo. Así que no estaba versado en el arte, más bien tenía que ver con el cine. No fue hasta después, cuando asistí al Instituto de Artes de California, que me di cuenta del poder de la pintura y el arte. Recuerdo la primera vez que vi un cuadro de Van Gogh; la energía que desprendía el lienzo era alucinante”.

De acuerdo con el artista, al hacer un dibujo resulta muy personal, muy simple. Aunque se convierta en un elemento de una película –un títere, un vestuario o la caracterización de un actor–, en la que se involucran cientos de personas, siempre trata de mantener la esencia o la pureza, de lo que se proponía hacer.

Respecto de una posible influencia mexicana en su obra, dijo: “Crecí viendo televisión en Estados Unidos. Era fan de las películas de terror mexicanas. Hace tres noches vi tres veces seguidas El Santo en la venganza de las mujeres vampiro. Tienen su estilo. El doblaje era malísimo, no obstante era parte de su belleza, encanto y poesía”.

Siguió: Al crecer en el sur de California la población latina era muy fuerte en nuestra comunidad. Siempre me gustó el arte y los esqueletos, obviamente. (Varios cuelgan en el patio del claustro.) Todos tenemos uno. Me gustó la imaginería del Día de los Muertos, cuyo tema en Estados Unidos se trata como algo mórbido. Sin embargo, en la cultura mexicana lo hacen con vida, alegría y humor, algo en lo que coincido. Agregó que tiene una colección de 20 máscaras de luchadores y que realiza partidos mexicanos con sus amigos.

Burton nunca se ha visto como gran artista, sino como alguien a quien le gusta dibujar y crear, hacer películas, lo que sea.

Sobre sus creaciones, expresó: Cada personaje tiene algo especial, intento sentirlo y trato de generar un vínculo desde lo emocional. Siempre pongo algo de mí en ellos, porque así me comunico con el mundo y las personas.

Oscuridad y el silencio

Burton se considera una persona introvertida: Para crear necesito estar solo, en silencio y en la oscuridad, no emocionalmente, sino en un ambiente oscuro. Lo que le gusta de la exposición es la posibilidad que ofrece al público, en especial a los niños, de decir guau, qué emocionante. Tal vez pueda hacer esto. Ese tipo de inspiración me importa mucho.

Sobre sus temas, aseguró tener muchos dibujos en mis cuadernos que me podrían meter en problemas. Son tiempos extraños. Más que un diario, cargo un bloc de dibujo donde hago pequeños bosquejos, que a veces son muy emotivos, gozosos o de alguna idea. También un poco político.

A la par de la exposición se realizará una serie de actividades, entre ellas una clase magistral y talleres que impartirán integrantes de su equipo de producción.

El mundo de Tim Burton se podrá visitar desde mañana y hasta el 8 de abril en el recinto de avenida Hidalgo 45.
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