Cumplió 109 años doña Carmelita en el Salmoral, la Antigua

Doña Carmelita solo come verduras, frutas y se ríe todo el tiempo, así ha logrado vivir más del siglo/ Paco Medina
- en Sociedad

Salmoral, Municipio de la Antigua, Ver..- Por Paco Medina/ Rodeada de familiares e infinidad de amistades, este sábado arribó a la edad de 109 años doña Carmen Díaz Quiroz, quien se tomó una cervecita, comió pastelito y bailó danzón, no sin antes responderle a este reportero: “Me siento feliz, muy contenta, como chiquilla… No cualquier pen… llega a mi edad”.

Para propios y extraños es admirable ver cómo doña Carmelita está al cien, come bien y a sus horas, lúcida y platicona; ciertamente, y propia de su edad, ya le duelen algunos huesos y ha ido perdiendo un poco el oído, pero ve bien y no pierde ni memoria ni el sentido del humor porque se echa cada chiste picante que para qué le cuento.

Hija de don Juan Díaz Benítez (+) y doña Isabel Quiroz Herrera (+), matrimonio que procreó 3 hijos, siendo la mayor Carmelita y la única que vive “y sigo dando lata” -puntualiza-. Tiene la festejada 27 nietos, 47 bisnietos, 34 tataranietos y 2 cholos o chosnos (quinta generación). Carmelita tuvo 6 hijos y sólo le sobreviven 2, doña Herminia y Evelia, quienes se muestran muy agradecidas con Dios por darles la oportunidad y privilegio de disfrutar aun de su viejita que anteayer bailó a ritmo de danzón con la orquesta Algarabía de Actopan, Ver.

La nacida un 13 de enero de 1909 en La Charca (hoy El Paraíso en Ursulo Galván) asegura que el secreto para vivir tantos años es pertenecer a un solo hombre, alimentarse bien con frutas y vegetales como flor de izote, flor de cocuite, pollo, verdolagas, berros, frijolitos, manitas de cardón, crucetas, nopales, acelgas, café y leche; así como sonreírle a la vida, contar chistes y carcajearse.

La quinceañera informa que la falta de dientes por su edad no es motivo de achicopalarse para no hablar con claridad y siempre rezar y platicar con Dios, su hijo Jesús y su amada virgen de Guadalupe. Que su “maquinita” (corazón) ya como que le empieza a fallar, “pero no me rajo ni me acobardo; todavía me chingo mi cervecita de vez en cuando”.

P.D, si tienes un familiar que cumple más de 100 años, cuéntanos su historia. Nuestros ancianitos son un tesoro.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *