En estos días he vivido unos momentos especiales que me hicieron reflexionar mucho pero sobre todo me hicieron agradecer, ya que fui honrado por el dirigente estatal de uno de los partidos políticos de México en Veracruz, que me invitó a ser candidato a Diputado Federal por mi Distrito en Orizaba. Al tener la certeza de la respuesta me permití declinar ese honor y empiezo así este artículo porque lo que vivimos día a día solo logra alejar a la ciudadanía del proceso electoral. Y lo peor está por venir.
No hay palabras para tratar de explicar estimado lector el circo montado para tener el poder público en las manos de unos cuantos. Y es el poder lo que se busca no es el servicio, es la ambición desmedida de unos que se imponen sobre los pocos para lograr los fines personales, es una historia de traiciones a principios, de traiciones a la política y lógicamente acompañado todo esto de mentiras y bravuconadas.
Desde luego no estamos ante nada nuevo, basta recordar como inicia el PRD de personajes de izquierda del PRI que salen de sus filas con la excusa que sea para formar su partido, inicia la recolección de personas que brincan de partido en partido. Al PAN en su momento de mayor triunfo electoral llegaron igualmente un gran número de priistas para tener candidaturas y cargos. Después fue pasando en todos los partidos, incluso formación de agrupaciones para contender por el poder público.
Lo grave viene cuando estas agrupaciones de vividores, no puedo llamarlos miembros de partidos políticos, se empiezan a agrupar en coaliciones aberrantes para ganar elecciones, pero más grave es que el ciudadano les cree y confía su voto por la única razón de sacar a los corruptos del poder sin darse cuenta que están metiendo a otros corruptos a ese gobierno. Ya que por alguna razón inexplicable los malos se convierten en buenos y los buenos en más buenos.
Cuando nos quejamos de los gobernantes que tenemos, cuando nos quejamos de lo que vivimos en inseguridad y en pérdida de valores no nos ponemos a reflexionar que nosotros permitimos eso, lo permitimos porque no analizamos lo que se hizo para llegar a esa lugar, porque no analizamos cuantas violaciones legales y éticas cometieron esas personas solo para tener el poder, no analizamos el quebranto institucional que se provoca por el apetito personal y feroz del poder.
Me molesta de sobre manera las alianzas raras de partidos nada afines para engañar y tener el voto electoral. Alianzas raras como la del PAN-PRD y ahora sumar Movimiento Ciudadano. Alianza rara como MORENA y Encuentro Social, la del PT no la cuento porque esos hacen pacto con quién se apara sobrevivir. Y esas alianzas de instituciones totalmente disparejas generan gobernantes sin un rumbo ideológico que no nos de la tranquilidad y estabilidad que nos merecemos.
Nunca me imaginé ver lo vivido ayer al “panismo” apoyando y aplaudiendo a la Sra. Alejandra Barrales del PRD, la foto de Cecilia Romero, con Tabe, Mariana Gómez del Campo, Döring, Triana Romero, por cierto abro paréntesis, algunos de ellos con la Cuevas fueron del grupismo del DF en su momento que ordeñaron al PAN y lo secuestraron para su beneficio y otros de ellos eran sus enemigos y los vi llevando quejas contra esos personajes. Retomo que esos “ilustres panistas” encabezados por Anaya el día de ayer, hace unos años eran acérrimos enemigos del PRD y la Barrales y más cuando ésta hizo su sexi calendario ¿Lo recuerdan? Hoy se unen los que están a favor del aborto y los que decían estar en contra y otras cosas más.
AMLO sigue reclutando a los miembros de la Mafia del Poder, ahora buenos ciudadanos demócratas y socialistas para sus fines personales. Léase la gente de Elba Esther Gordillo como nuevos reclutas a su movimiento.
Claro del PRI no hablo porque esos no tienen remedio.
Y no nos confundamos, el querer y aspirar a un cargo público para servir y trabajar por el Bien Común es totalmente válido y legal, pero eso siempre y cuando no se violenten principios, normas internas de los partidos, no se presten de comparsas como Rufo y Moreno Valle con Anaya para lograr imponer condiciones y asegurar sus puestos o el de sus familiares. Esos circos no son éticos, esos circos no deben permitirse. Puede saltar la duda ¿Si todos son iguales, ahora por quién votar? ¿Por el menos malo? ¿Por el menos impuro ideológicamente halando? Pues sí a elegir al menos malo, al que sea más o menos congruente y al que nos escuche.
Por eso es muy importante al tener las boletas de elección en tus manos leas cuidadosamente el nombre del candidato y quien lo postula, no votes parejo para todos los cargos en aras de apoyar al candidato presidencial, sobre todo en las entidades federativas que no hay alianzas totales. Y cierro poniendo algo, que pensé jamás decir, lo invitan a uno a la abstención electoral. Aunque no debemos hacerlo
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