Prohibir casarse, ¿La mejor opción?

- en Opinión

Alba Valdez/ Testigo Púrpura

Roseli tenía 16 años cuando tomó la decisión de irse a vivir bajo el mismo techo con su novio, así como ella el 3.8 por ciento de las adolescentes del país que tienen entre 12 y 17 años se encuentran viviendo en unión libre con su pareja.

En Veracruz casarse para ellas no está permitido. En 2015 el Congreso Local aprobó la Reforma al Código Civil en la que se prohíbe el matrimonio a las y los menores de 18 años y entró en vigor un año después.

En ese momento Javier Duarte -el entonces titular del ejecutivo estatal- envió la propuesta en la que todos los diputados estuvieron de acuerdo, bajo el argumento de que permitir matrimonios a temprana edad es causa de desigualdad, exclusión, discriminación y violencia. A él lo apoyaban organizaciones internacionales como la ONU y activistas que luchan por derechos de las y los adolescentes.

De la unión libre a la violencia 

Eran principios de 2017 cuando Roseli, quien creció en una comunidad rural del estado de Veracruz, dejó su hogar para formar otro con un joven que había conocido unos meses atrás. Su experiencia la narra como una decepción amarga del matrimonio ideal que se había imaginado.

Las primeras semanas que vivieron juntos en un cuarto que la madre de su novio les prestó, ella, le planteó la idea de contraer matrimonio ante un juez, pues su familia se lo exigía como sinónimo de respeto y honra ante la sociedad.

Ella acudió al Registro Civil para preguntar por los requisitos, la lista fue extensa y le pareció más sencillo dejarlo para después.

En ningún momento se le informó sobre la ley que había entrado en vigor unos meses atrás y prohibía el matrimonio antes de los 18 años, por lo cual no podía casarse.

A los seis meses de vivir juntos las discusiones se agudizaron, Roseli relató que el motivo de su separación fue que él no le daba dinero y tampoco le permitía emplearse.

“No me dejaba trabajar (…) que no debía, que por eso él me mantenía, qué porque iba a trabajar, que él iba a trabajar para darme todo lo necesario, cuando no era cierto (…) La última vez que discutimos fue por eso, donde yo le reclamé lo del dinero que porqué se lo daba a su mamá, si nosotros para eso éramos un matrimonio”, narró.

De acuerdo con el informe de la Comisión Nacional para Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), en México, las mujeres que se casan antes de los 18 años tienen un 16 por ciento de mayor probabilidad de sufrir más violencia económica, que quienes se casaron siendo mayores de edad.

La Ley General de Acceso de las Mujeres una Vida Libre de Violencia, define a la violencia económica como “toda la acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral”. Eso vivió Roseli.

Dejar la escuela…

Cuando Roseli se fue a vivir con su novio uno de los acuerdos que habían planteado con los padres de la joven, era que ella continuaría sus estudios, pues tan solo había concluido la secundaria. Pero no pudo hacerlo ante la falta de dinero.

De acuerdo con el informe del Grupo Información en Reproducción Elegida (GIRE) “Prohibir sin proteger: el matrimonio adolescente en México” únicamente el 22.4 por ciento de las menores de edad casadas estudia; mientras que en las jóvenes en unión libre el porcentaje se reduce mucho más, a solo el 9.5.

Sin embargo, la asociación considera que estar casada, en concubinato o soltera, no define el nivel de estudios, pues éste se encuentra más relacionado con factores como la pobreza, que con el estado civil.

Roseli vivió poco más de 6 meses con su novio. Un día después de que él le gritara estando ebrio decidió dejarlo y regresar a vivir con su familia.

En las siguientes semanas regresó a la casa donde vivían por algunas cosas que le pertenecían y que olvidó, él intentó abusar sexualmente de ella.

“Me gritó y me jaloneó y me tiró a la cama, ahí me dijo que no me fuera y me dio a entender que quería cosas conmigo, o sea relaciones conmigo a fuerzas, que para que recordara que aún lo amaba, y me decía cosas como de que nadie me iba a ya sabes como él (…) ahí en la misma casa donde estaba mi papá y su familia, yo le dije que no; ahora sí que le pegué para defenderme y salí corriendo”.

Roseli nunca pudo recuperar sus bienes, pues no tuvo cómo comprobar que le pertenecían, a pesar de los habían comprado con dinero de los dos.

En México, de acuerdo con el informe de GIRE el 4.7 por ciento de las mujeres entre 12 y 17 años viven en pareja, de las cuales .9 por ciento casadas y 3.8 por ciento en unión libre. Sin embargo, considera a estas últimas como más vulnerables por no contar con los beneficios legales y fiscales que le otorga un acta de matrimonio.

GIRE señala en su informe que prohibir el matrimonio antes de los 18 años, deja a la deriva los derechos (como herencias o servicios de salud) de las y los jóvenes que con o sin la aprobación de la Ley han decidido vivir con su pareja.

 

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